Capítulo cuatro

Su voz no era la misma, no solo eso, él no era el futuro alfa al que le había jurado lealtad

—¿Lugar?—le miré mal—Decías que todos debíamos ser tratados por igual.

Se quedó callado pensando por un momento hasta que habló—No vuelvas a hablarme al menos que lo pida—demandó en seco.

No podía desobedecer, le había jurado lealtad y al jurarlo debía cumplir con lo que él acatará.

A cierta distancia voltee y la pude mirar, mi corazón se aceleró con tan solo verla, algo en mi quería protegerla... pero ¿porque? Si no era mi mate.

Se transformo apenas—informo Iries, mi lobo

—¿Cómo es su loba?—pregunté

La curiosidad que tenia por ella era enorme, solo ella había podido despertar tal curiosidad en mi.

No sabría decirte—respondió cortando la conexión 

Camine por los pasillos pensando en el comportamiento de Iker, algo no estaba bien, él nunca había hecho algo como lo que hizo hoy.

Iker parecía estar más exigente que nunca, se enojaba por todo y comenzaba a poner reglas, estando a lado de él ya no se sentía como estar al lado de un amigo, más bien se sentía como estar al lado de un emperador o incluso gobernador.

todos completamente todos bajaban la mirada al verlo pasar, nadie se atrevía a levantar la mirada.

—¿Por qué todos agachan la mirada Iker?—le susurre de cerca para que pudiera oírme

Son reglas puestas—respondió con simpleza mientras caminábamos.

No, asi no debían ser las cosas.

¡Esto no debía ser así!

Me aparte de él, comencé a caminar al lado contrario del que íbamos pero su voz me paro en seco.

—¿A dónde vas Karim?—cuestionó haciendo uso de su voz autoritaria con la ceja alzada

Tengo unas cosas que hacer—me encogí de hombros—Te veo al rato Iker

—Vale, Suerte—respondió para continuar con su camino

Hice lo mismo, seguí con el mío, camine pasillo por pasillo y por cada pasillo que miraba mire lo mismo, pude ver a chicos aprovechándose de otros.

¿Qué era lo que sucedía?

¿Qué es lo que pretendes Iker? ¡Esto no es la manada que decías querer!

Me acerque a uno de ellos—Hey, tú que sucede aquí—le cuestione al chico

este volteo y al verme su semblante cambio drásticamente, parecía asustado—El futuro alfa dio órdenes estrictas, de que fortaleciéramos a los más débiles—aclaro señalando al joven al cual lastimaban

ORDENES... Eran ordenes de quién decía que cambiaría a esta manada.

Él que juraba que la transformaría se vio consumido por la ideología y el poder de todos ellos.

Ahora solamente quedaba el mismo demonio en vida.

Me alejé de aquel pasillo, caminé con la mirada hacia el suelo, llevándome conmigo la decepción que Iker me estaba dando.

Cuando se me ocurrió levantar la mirada la pude ver, pude mirar a Idally siendo lastimada por otras chicas, no pude controlarme y explote.

—Déjenla en paz—gruñí con voz demandante.

¿Quién demonios te crees para venir a interrumpir?—grito una chica mientras volteaba junto a las otras, al verme su expresión cambio—Lo siento Karim, nosotras ya nos íbamos—dijo para salir casi corriendo del lugar.

Narra Iker:

  Mi deber es mantener a esta manada como la número uno, sin importar a quién tenga que quitar del caminó para ello.  

Lo vas a conseguir—aclaro una voz en mi interior—Ahora mismo somos uno, solo tienes que dejar salir tu verdadera naturaleza como lo has hecho hasta ahora Iker.

Camine por los pasillos sintiéndome mejor que nunca al ver como los fuertes cumplían con mis órdenes.

—No necesito lobos débiles, requiero de lobos fuertes y si no los hay, yo mismo haré que ellos deseen ser fuertes—susurré para mí mismo.

Mientras recorría el lugar, la escena que vi no me gusto para nada, Karim defendía a uno de ellos.

—Karim ¿Qué demonios crees que estás haciendo?—gruñí

Este volteo a verme—solo la defendía—expreso como si fuera lo más natural.

Fueron ordenes mías Karim, para que sean fuerte, primero deben querer serlo y que mejor manera de querer ser fuertes para no pasar por esto—exprese con una sonrisa

La chica se hallaba agarrada de los brazos de Karim, parecía tenerme miedo y eso sinceramente me divertía.

Vamos, solo seamos nosotros mismos.

SUELTALA KARIM—gruñí—Y VÁMONOS

Él no se inmutó ante mí, no parecía querer obedecer.

Entonces me acerque a la joven y la empujé haciéndole soltar a Karim, la chica se encontraba con tanto miedo en el piso que ni de pie podía ponerse y además parecía que lloraría.

¿Por qué haces esto?—soltó de nada—déjala, no la lastimes

Si no quieres verla lastimada, vámonos—ordené con la voz fría que ahora solo quedaba en mí.

No había cambiado, solo estaba mostrando quién era realmente, siempre había sido asi, siempre había detestado a los débiles, pero jamás lo había mostrado ante nadie.

El acepto lo que dije, se apartó se ella comenzó a seguirme.

No había tomado medidas tan así, pero él ver a Karim con alguien como ella, me había hecho pensar que "Debían desaparecer los débiles"

mi mejor amigo tiene un noble corazón por eso puede salir herido y para asegurarme de que eso no ocurra debo eliminar a cualquiera que ponga en riesgo mis planes, para que nadie lo haga vulnerable, todo sea por el bien de la manada.

Narra Karim: 

Odie la forma en la que la trato, no creí que sería capaz de empujarla, tenía ganas de golpearle...

Menos mal que me detuve

Él es mi futuro Alfa, le debo respetó, desde este momento ya no es mi amigo, es solo un Alfa.

Nuestro trato es de Alfa a Beta solamente...

No debió hacer eso—gruñó Iries con enfado

Jamás había estado enfadado con Iker, pero de alguna manera el que hubiese tocado a la chica, a mi lobo le había molestado

—No debes enfadarte con Iker, es tu líder—respondí

Pero ha tocado a la chica—gruñó enfadado

Entonces lo entendí...

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