Capítulo 5

- Ella es mi novia. Le dijo mi jefe al señor Bacaro, y me colocó su mano en mi cintura, me acercó a él y me dió un beso en la mejilla, muy pero muy cerca de mi boca y me dedicó una sonrrisa de esas que hacen que uno se ponga roja y caliente.

Yo estaba muy nerviosa, no sabía porque se comportaba de esa manera si él me odia.

Pero me quedé callada, en su momento me explicará pensé.

El señor Bacaro se veía muy apenado, le pidió disculpas a mi jefe por tal comentario y ahí murió el asunto.

Giré mi vista hacia la asistente del señor Bacaro que en todo este momento se había mantenido en silencio, esta me dió una mirada que si los ojos dispararan balas creo que ya me hubiese disparado a matar, me imagino que no le gustó para nada que el señor Facussé dijera que yo era su novia.

Porque estaba claro que desde que llegamos, ella le puso el ojo a mi bello jefe y supongo que no se esperaba tremenda confesión por parte de él.

Sonreí y me porté lo más normal que pude durante la reunión y prestaba mucha atención a lo que pedían que hicieramos como bufete de abogados para solucionar el problema.

Al cabo de dos horas ya se había llegado a un acuerdo y firmado el contrato, posteriormente a ello nos despedimos.

- Cuida a tu novia porque bellezas como la de ella no se encuentran con facilidad.-

Fueron las palabras de despedida que el señor Bacaro le dijo a mi jefe.

El señor Facussé me tomó de la mano y salimos del local como una pareja normal y enamorada, pero cuando ya estabamos a una distancia en la cual el señor Bacaro no nos miraba, él me soltó bruscamente de la mano y como que sintió repulsión de tocarme porque de inmediato se alejó y no me dijo nada.

No sé porqué pero sentí una punsada en el corazón y mi pecho dolió cuando el se alejó en su auto y yo me quedé ahí de pie en la calle esperando nada.

Ya sé que no debe importarme eso porque se le nota que el me odia, pero no crean, eso dolió que me dejara así porque siempre he sentido que he sido rechazada desde pequeña.

Comencé a caminar con rumbo a mi departamento, estaba como a una hora apróximadamente de distancia en ese momento, me iría caminando ya que necesitaba despejar la mente del mal momento que había pasado.

Además de que no me podía dar el lujo de pagar taxi todos los días que quisiera, y total aún era temprano podía irme caminando sin ningún peligro ya que todavía había bastante afluencia de personas transitando por la calle.

Llegué a mi departamento y como ya había cenado en la reunión que tuvimos, solo me dí una ducha, pero muy larga.

En todo el camino me venían los recuerdos de aquel beso que me dió mi jefe, joder pero es que aunque haya sido en la mejilla y de mentiras pero no voy a negar que me encantó ufff a quien no le va a volver loco estar cerca de semejante bombón.

Y como hubiese deseado que fuera de verdad lo que él dijo que yo era su novia, 《ya calmate Carolina, él te odia y lo sabes me dije mentalmente》.

El día viernes llegó y tenía que hacer la misma rutina de estos últimos días, levantarme, asearme, preparar mi desayuno y salir para la tienda y luego para la empresa.

Afortunadamente ya mañana es sábado y tengo todo el día libre para descansar igual que el domingo.

Por lo cual me dedicaré a hacer el aseo en el departamento.

Los sábados no voy a la tienda, ya que ese día me lo dió de descanso la señora Matilde por el tiempo que dure mi practica profesional. Ya que en algunas ocasiones me tocará presentar en la facultad avances sobre mi estadía en la empresa.

Llegué a la empresa y saludé a los que se encontraban cerca 《eso sí soy muy educada》.

Llego al despacho y coloco mis cosas en el escritorio y me dirijo a la oficina del señor Facussé, estoy nerviosa no sé si estará de buen humor hoy.

No sé que explicación me dará por lo que pasó antier, bueno si es que se digna a darme una.

Yo ni loca le preguntaré por temor a que me ofenda, suficiente tengo con el momento bochornoso que me hiso pasar al dejarme tirada fuera del restaurante.

Toco la puerta y él me dice que pase, y ahí estoy yo temblando de los nervios frente al dios griego y arrogante que tengo por jefe, está muy serio y que guapo se ve pero da miedo.

- Buenas tardes señor. Le saludo y sin esperar su respuesta le comunico que en diez minutos tiene la reunión que hace todos los viernes con los jefes de departamentos de la empresa.

Me responde con la frase - gracias por avisarme, lo había olvidado, he estado muy distraído toda la mañana , puede retirarse señorita-.

Me doy la vuelta para salir y cuando estoy abriendo la puerta escucho que me llama por mi apellido, me volteo a ver que sucede y lo que me dijo en ese momento me dio ganas de llorar.

Salí rápido de su oficina sin mencionar ninguna palabra y me fui directo al baño y ahí lloré, no como quería porque no estaba en mi departamento para soltarme en llanto pero me sirvió de mucho para desahogarme más o menos.

Mientras las lágrimas salían sin detenerse de mis ojos, me preguntaba ¿porqué la vida se ensancha con los más desprotegidos?.

Estaba segura de que no iba a aguantar por mucho tiempo estar en esta empresa. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo