Punto de vista de Travis

Bruscamente me levanté de mi silla, ni siquiera me di cuenta del ruido tan estruendoso qué hizo. La cantidad de pensamientos negativos que deambulan

- Ian

- Ya debería estar de vuelta. Su última clase terminó hace horas y no responde su teléfono, tampoco el enlace mental - me respondió realmente preocupado.

Coloque mi mano sobre su hombro tratando de calmarlo, lo que pareció estresarlo más. Agarró su cabello con fuerza tratando inútilmente de calmarse. En ese momento noté con preocupación que su lobo estaba tratando de tomar el control, sus ojos se estaban oscureciendo y el temblor de su cuerpo era una clara señal de que iba a transformase en cualquier momento.

- No te preocupes más, estoy seguro de que está bien. Conociéndolo probablemente se distrajo y... - en este momento escuché el sonido de unos pasos y el olor de Aker se apoderó de mí. Pude ver a Ian relajarse físicamente y se apresuró a abrir la puerta. Allí estaba, con un café en su mano derecha. Cuando Aker miró a Ian, sus ojos se iluminaron.

- Oye

- ¡Oye, cuidado con el café! - dijo mientras se soltaba del abrazo y le sonreía.

- ¿Dónde estabas? No sabía dónde buscarte, te llamé miles de veces a tu móvil y también intenté contactarte con el enlace mental.

- Lo siento Ian. Después de clases fui a la panadería y comencé a hablar con una empleada sobre el pan que venden allí, que por cierto es muy bueno, algún día debemos ir, sé que te gustaran sus postres. Por eso no respondí el teléfono, estaba tan distraído que no lo escuché, lo tengo guardado en mi bolso Y entre las degustaciones y la agradable conversación, me olvidé un poco de la vida y cuando me di cuenta el tiempo se había pasado volando, lamento que te preocuparas cielo, pero estaba emocionado. Fue un buen día para mí y lo estaba celebrando, hice mi primera amiga... aunque no se su nombre pero es una chica linda.

Ian solo pudo responder con un beso, expresando sin palabras todas las emociones y tensiones qué había vivido durante la espera, estaba como un cachorrito perdido en la entrada principal de la mansión. Me retiré un poco para darles privacidad, pero ese beso se estaba  convirtiendo en algo más y tuve que intervenir, si seguían con tanto entusiasmo, tendrían sexo en la entrada y lo menos que yo quería, era que los cachorros que se encontraban en la manada observaran tal demostración de afecto y descubrieran su sexualidad antes de tiempo. Esos dos si se dejan llevar no les importa el lugar, se funden

No quisiera recordar aquella vez cuando los escuché por casualidad y pensé que algo había ocurrido, de verdad fue una impresión muy fuerte para mi, ver a mi mejor amigo empujando sus caderas en un loco frenesí, llevando a Aker al éxtasis.

Sacudí mi cabeza y me reí solo, tenía que olvidar ese recuerdo. Estaba feliz de que se encontraran,

¿Y si no soy digno de encontrarla? Tal vez ofendí a la Diosa Luna en algo y mi castigo es vivir sin amor. ¿Quizás llegue tarde? Tal vez mi mate ya murió y yo no pude estar jamás a su lado, o posiblemente estoy maldito y debo vagar por el mundo buscando algo que jamás encontraré, quedándome solo con las historias que mis padres me contaban y fantaseando con tener entre mis manos el amor verdadero.

Ian toca ligeramente mi brazo y me desvía de mis pensamientos pesimistas, camina de la mano con Aker hacia la cocina, yo les sigo para comprobar cómo va la cena. Después de revisar la comida me siento con ellos a la mesa, me gusta estar en su compañia, sus locuras y conversaciones me divierten.

- ¿Cómo estuvo tu primer día como chico universitario?

Aker se rie ante mi pregunta y cuando se acerca a mi oído para decirme algo y hacer enfadar a Ian, es cuando detecto un olor extraño pero delicioso. Es adictivo, totalmente embriagador, tanto, que de inmediato despierta a mi lobo. Mis ojos se dilatan y endurezco mi postura mientras me inclino para ver de dónde viene el aroma, necesitaba saber o no me quedaria tranquilo. Mi lobo estaba salvaje y eso me indicaba que estaba muy cerca de encontrar lo que estuve buscando por años. Mi olfato me ayuda a descubrir, que el olor proviene de un bolígrafo que lleva en el bolsillo de su camisa. La fragancia es tenue, se que pertenece a mi pareja. Sin pensarlo pierdo el control total, y se despierta en mi un lado completamente desconocido e irracional, estaba molesto y celoso. Mi lobo toma el control e inmediatamente someto a Aker en el suelo ordenándole que me diga como es posible que tenga en su cuerpo el olor de mi pareja.

- ¿De dónde viene ese olor? - al instante le gruñí. 

Soy un Alfa y cuando se refiere al vinculo de pareja, las emociones y los sentimientos son muy intensos, no hay forma que otros lobos experimenten esta pasión con la misma fuerza que un Alfa y en ese momento mi lobo estaba fuera de control, no estaba

- ¡Quita tus garras de mi pareja Travis! ¿Qué m****a te pasa? Vuelve en ti de una m*****a vez

Como lobos somos muy protectores con lo que consideramos nuestro, por eso comprendo su ataque, sometí a su pareja y le hice daño, el problema es que mi instinto esta fuera de control, no puedo tranquilizarme cuando otro posee lo que es mío o al menos conoce lo que yo tanto he añorado tener.

- ¡Lo que me gustaría saber es por qué tiene el olor de mi pareja en él! - gruñí muy fuerte y mostré mis dientes ya formándose en colmillos.

Justo antes de que perdiera completamente

- ¡Cálmate ya!. Alfa, no sé quién es tu pareja, solo sé cómo se ve, compartimos el mismo horario de clases, ella se quedó sin bolígrafo así que le presté el mio, ni siquiera se su nombre, no sé nada mas que lo que acabo de decir. Ian maldición ya deja de gruñir, estoy tratando de evitar un gran problema aquí, compórtate cariño -

Esas palabras me rompieron. 

No porque fuera una humana, me da igual, para mi es perfecta como sea. El problema es que al ser humana es muy frágil y un blanco fácil, tengo miedo de que el vínculo no la envuelva de la misma manera que a mí y me termine rechazando al saber que soy un hombre lobo, eso sería mi muerte. Además, no podré reclamarla inmediatamente, debo actuar como un humano normal y conquistarla como acostumbran los de su especie. Ella es mía, aunque no me conozca y yo soy suyo, debo ganarme su confianza y prepararla para lo que va a enfrentar al saber la verdad, al final, será la Luna de la manada y mi responsabilidad es protegerla y ayudarla en todo, incluso protegerla de mí mismo.

Esto será un gran desafío, una prueba de autocontrol que tendré que superar con creces. No quiero alejarla antes de que conozca la realidad y mi lobo tendrá que esperar para marcarla, porque ahora lo primordial es esperar para entender cómo será nuestro vínculo cuando nos veamos.

No puedo esperar para conocerla.