FELIZ LECTURA 

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La tarde terminó más rápido de lo que se pensaba, siempre ocurría así cuando ibas a hacer algo que te gustaba, pero si estabas tomando clase a no hay el día tardaba más de quinientas horas en terminarse, James bebió de su agua y guardo la botella en su mochila se despidió de su novia y se fue con los chicos al vestidor. 

—Espero que mañana se esfuercen tanto como hoy —Hablo el entrenador del equipo al entrar, James afirmó con la cabeza mientras otros gritaban un sí señor. Al cabo de dos horas quizás menos ya estaba en camino para salir de la escuela. 

—El sábado Emilio dará una fiesta de cumpleaños, sus dieciocho panas —Comentó Darsi acomodando su chaqueta. 

—No se les está olvidando algo chicos —Dijo Alexander ignorando lo dicho por Darsi estaban tan cansados que no tenían ganas de emocionarse por una fiesta sobre James. 

—¿De qué? —Preguntó Bruno—. Hoy me llevas hasta la parada no voy a subirme al autobús escolar —Siguió diciendo hacia Alexander el mismo afirmó con la cabeza. 

—James cumple sus diecisiete el domingo o sea doble fiesta —Respondió Alex meneando un poco el cuerpo. 

—Aah sii! —Gritaron todos al unísono excepto James quien estaba muy perdido pensando si iría o no a la casa de su novia para presentarse que sus padres aunque sonara mala idea. 

—James mi niño ya serás un hombre pronto —Darsi remeneo al chico sacándolo de sus pensamientos. James miró al chico confuso. 

—De que hablas ruso —Comentó James dándole un toque en la cabeza. 

—De tu cumpleaños imbécil, serás mayor que yo —Se sacó una lágrima falsa de su mejilla—. Saldremos el sábado y luego el domingo. 

—Yo no tengo tanta resistencia con el alcohol elijan un día —Comentó Alexander, Kevin salió de la escuela caminando hacia ellos, estaban parados en el estacionamiento.

—Por fin apareció ¿Me puede decir donde estaba? 

—Defecando, se lo dije a Bruno.

—Ah si se me olvidó —Contesto el Moreno encogiéndose de hombros los cuatro vivían cerca, aunque Bruno no tan cerca, pero Alexander, Darsi y Kevin vivían uno al lado del otro por esa razón siempre venían juntos sin mencionar que eran primos hermanos. 

—Venga vámonos —Dijo Alexander yéndose delante de ellos, James y Andel se despidieron de ellos. 

—¿No tienes pensado hacer algo para tu cumpleaños? —Preguntó Andel caminando junto a él hasta sus autos que estaban estacionados en el mismo lugar un poco más atrás que todos.

—Sí, pero no una fiesta; lo que voy a decir suena muy cliché, pero le diré a mis padres que vayan conmigo a la casa de Ángela. 

—Es una mala idea, amigo.

—Lo sé —James suspiró—. Pero debo arriesgarme como tú lo hiciste.

—Y por esa razón ya no estoy con ella.

—Aah, no es justo. 

—Pero si quieres terminar como yo anda —James sonrió afirmando con la cabeza.

—Vamos a ver.

—En la noche cuando te pase a buscar porque no te permitiré que tomes ese día solo para eso veré tu rostro y dependiendo de cómo estés te diré, te lo dije o felicitaciones.

—¿Por qué eres tan malo? 

—No soy malo hermano solo soy sincero, yo sufrí mucho con esa familia.

—Y me vas a decir que ya no estás sufriendo. Vi tu rostro cuando Ángela mencionó su nombre —Andel le dio un manotazo en la cabeza a James y salió corriendo a su auto. 

—Idiota! —Le grito James sobando su cabeza, Andel le sacó el dedo del medio y se metió en su carro. James hizo lo mismo, el auto de su amigo salió primero luego el de él. Conduciendo hasta su casa y entro sin hacer ruido, sus padres no estaban, pero María sí, estaba sentada en el sofá viendo una de sus novelas favoritas.

—Hola, María.

—Hola, niño, si tu madre te viera con esa ropa se caería muerta.

—No es la que use la otra vez, está aquí en la mochila la traje para lavarla. 

—¿Y por qué está tan sucia mi niño? 

—Es una práctica María, si lo vieras es algo muy raro para ti —La mujer sonrió negando con la cabeza. 

—Bueno, ve quítate esa ropa y métela en la lavadora ante que llegue tu madre.

—Si Señora—Dijo afirmando con la cabeza. Subió los escalones uno a uno en forma de trote hasta llegar al último escalón camino todo el pasillo hasta que llegó a su habitación. Entro y cerró la puerta con seguro a sus padres no le gustaba que hiciera eso, pero ellos no estaba así que lo haría sin ningún cuidado. Se quitó la ropa y entró a la ducha no solía bañarse al llegar de la escuela solo en la noche antes de irse a dormir, pero como había durado casi todo el día en práctica estaba muy sudado al salir de la ducha se puso una ropa cómoda y salió de su habitación hacia la parte de abajo detrás de las escaleras había algunas habitaciones y una de esas era la de lavandería. Entro y colocó esa ropa a un lado, no podía dejarla en su habitación en el Harper de ropas sucias al salir camino a la sala escuchó un murmullo salió y encontró a sus padres con visitas, otros rusos específicamente tres hombres parecidos entre ellos.

—James saluda, son los hermanos koshvo.

—Ni siquiera los conozco —James se encogió de hombros. 

—James no seas mal educado eso no te lo hemos enseñado.

—¿Me puedes recordar que has enseñado? 

—Cariño —Su madre saltó en medio de la situación entre padre e hijo que cada vez se volvía más incómoda para los visitantes aunque ellos podían entenderlo, era un adolescente; sus hijos también eran adolescentes y había o han estado pasando por la misma situación. No podrían deducir que el joven era rebelde aunque le contestara de esa manera a su padre ellos saben perfectamente que cada. Acción tiene su reacción y conociendo bien aquel hombre como era en su trabajo no podían imaginárselo como padre. 

—Dígame señora.

—¿Por qué estás asiendo esto? 

—Déjalo Fabiola los jóvenes son así, no lo sermonees delante de nosotros —Comento uno de los tres hermanos sentados en el sofá de la sala, los otros dos se sentaron junto a su hermano. 

—Vete a tu habitación, María te llevará la cena —Comento Dacre mirándolo con el ceño fruncido James sin ninguna queja subió los escalones, ni siquiera tenía ganas de fingir que estaba bien delante de ellos irse a su habitación antes de tiempo aliviaba las cosas, James cerró con seguro la habitación y se colocó unos audífonos con una música más alta de lo normal—. ¿Estás insinuando que está bien que me trate de esa manera? —Dacre se giró hacia su invitado y compañero de oficio. 

—No Dacre, no estoy queriendo insinuar nada solo sé como son los adolescentes y hay que entenderlos ellos también se estresan, ser joven es difícil y lo sabes fuiste joven alguna vez ¿o no? 

—Pasan por situación igual o peores que la nuestras —Continúo Su otro hermano.

—James nunca en su vida ha pasado por momentos feos, tiene todo lo quiere cuando muchos jóvenes están necesitados, es un rebelde. Eso es lo que es —Dacre quito uno de los botones de su chaqueta y se sentó en el asiento. María pasó delante de todos sirviendo un café. 

—Mi especialidad —Comentó pasándole la taza a unos de ellos. 

—Muchas gracias —Contestó el ruso sonriente por igual siguió sirviendo a cada uno hasta terminar con el señor Dacre Soloviev.