¿Quieres casarte conmigo?

PDV Manuel.

¿Acaso había escuchado bien? ¿Mi jefa me estaba ofreciendo convertirme en jefe de departamento?

Yo había llegado tarde muchas veces, y el día de hoy incluso había llegado tarde por 1 hora y media, de hecho consideraba que tendría suerte si por alguna razón lograba conservar mi empleo, pero en lugar de la posibilidad de ser despedido, mi jefa me estaba ofreciendo un ascenso y no cualquier ascenso, sino que me estaba ofreciendo ser el jefe de un departamento entero.

Jefe de departamento, si lograba convertirme en el jefe de todo un departamento, mi paga incrementaría por mucho, y no solo eso, sino que sería el responsable de decenas de personas de una oficina, un cargo como ese por lo general tardaría años para poder conseguir y yo solo era alguien que se graduó no hace mucho de la universidad.

Este salto laboral era algo sorprendente, y no pude evitar quedarme callado mientras procesaba la noticia que mi jefa María me había dado.

Aunque yo me quede congelado, el ejecutivo que respondía al nombre de Richard no tuvo tal problema y procedió a arremeter contra mi jefa sin ningún escrúpulo.

— ¡María! ¡No puedes ascender a un empleado al azar a la posición de jefe de departamento! ¡No puedes hacer eso! —grito Richard mientras miraba a mi jefa y la señalaba con su dedo.

—De hecho si puedo Richard, esta es una de mis potestades como CEO de esta empresa, tengo el poder de poder nombrar como jefe de departamento a cualquier persona a la cual considere como apta para dicha tarea y no es algo que tú puedas evitar —dijo María mientras miraba a Richard.

— ¡Aun así no puedes nombrar a cualquiera a esa posición! ¡Esta empresa se basa en la meritocracia! ¡No puedes nombrar a alguien a esa posición solo por tus preferenciales personales! —grito el tal Richard mientras miraba enojado a mi jefa.

Mi jefa, al ser reprendida por Richard solo frunció el ceño, pero continuo mirándolo fijamente antes de hablar.

—Richard, tal y como les dije antes, Manuel es uno de mis mejores empleados y todos los trabajos que hace los hace de forma correcta y con calidad, posee muchas habilidades y hace tiempo que considere ascenderlo de posición —dijo María mientras miraba a Richard.

¿En serio pensaba hacer eso? No podía evitar sorprenderme un poco, a pesar de que mi trabajo ciertamente cumplía todas las exigencias, mis constantes llegadas tarde arruinaban cual merito que pudiese conseguir de esos trabajos o al menos así lo pensaba yo, quizás María pensaba lo contrario.

— ¡¿Y cómo podemos confiar en tú juicio?! ¡¿Cómo podemos saber si solo lo estas ascendiendo por puro capricho?! —grito Richard mientras miraba a María.

—Richard, trabajo aquí hace mucho y si de verdad mi juicio no fuera el correcto, en estos momentos yo no sería la CEO de esta empresa y su lugar lo serias tú, creo que este hecho puede decir que al menos mi juicio es mejor que el tuyo —dijo María mientras miraba a Richard fijamente.

Cuando Richard escucho estas últimas palabras, pareció ofenderse mucho, y rápidamente se levantó y le dio la vuelta a la mesa y camino en dirección hacia María mientras todo el tiempo vociferaba cosas como que él era mayor que ella, que tenía más experiencia y que debía respetarlo como debía hacer y otras cosas más, e incluso insulto ligeramente a María con algunos comentarios.

Cuando Richard estuvo a punto de llegar junto con mi jefa, esta pareció asustarse un poco mientras el vociferante Richard se dirigía hacia ella, y termino por colocarse detrás de mí, ocultándose de Richard de ese modo.

Nunca había visto a mi jefa asustada de ese modo, y no me gustó mucho, no entendía exactamente por qué este tipo Richard se estaba enojando con mi jefa solo por darme un ascenso, pero no me importaba esto para nada.

No iba a dejar que le pusiera una mano encima a mi jefa.

—Es suficiente —le dije a Richard, mientras colocaba mi mano en su pecho, deteniendo su avance de ese modo.

— ¡Tú no te metas! ¡Solo eres un empleado! ¡No tienes nada que hacer aquí! —me grito Richard.

—Aun si eso es cierto no voy a dejar que lo pongas una mano encima a mi jefa, siéntate y trata de hablar de forma civilizada —le dije a Richard, mientras lo miraba fijamente a los ojos.

— ¡Maldita niño! —grito Richard.

— ¡Suficiente Richard! ¡No olvides que yo soy la jefa aquí! ¡¿Lo recuerdas?! ¡Recuerdas que puedo hacerte! —grito María mientras miraba enojada a Richard detrás de mí.

Richard pareció enojarse aún más por las palabras que mi jefa dijo, pero pareció contenerse y termine caminando para regresar a su asiento, pareció muy alterado todavía, y las mujeres de la mesa lo miraban con malos ojos.

Claramente veían con malos ojo el arrebato que Richard había tenido anteriormente, y seguía sin entender por que este comportamiento, ni siquiera nos conocíamos ¿Por qué le afectaba tanto el hecho de que mi jefa me diera un ascenso? No lo entendía.

—Bien, ahora que las cosas se calmaron otra vez, Richard, le voy a dar una ascenso a Manuel, y no es por preferencias personales sino por que lo considero apto para el puesto ¿Sigues teniendo objeciones? —le pregunto María mientras miraba enojada a Richard.

Ahora que lo pensaba, era la primera vez que había visto a mi jefa así de enojada, por lo general era alguien que sabía controlarse y era muy paciente, por lo que me sorprendió lo enojada que estaba.

—Incluso si quieres ascenderlo ¿A qué puesto lo vas a ascender? No hay ningún departamento que tenga una vacante de jefe disponible ¿Acaso vas a despedir a alguien poder poner a tu pequeño chico “trofeo” en el puesto? —dijo Richard, mientras me miraba enojado.

¿Por qué demonios le caigo tan mal a este tipo? No nos conocíamos y no le había hecho nada, nada salvo el hecho de interponerme en su camino de tratar de hacerle quien sabe que a mi jefa en su arranque de enojo.

—De hecho si hay una vacante disponible Richard —dijo María mientras miraba con una sonrisa.

— ¿Cuál vacante? Qué yo recuerde no hay ninguna disponible —le dijo Richard a María mientras la miraba enojado.

—Claro que si la hay, el departamento de diseño de videojuegos e informática sigue disponible ¿Lo olvidaste? —pregunto María mientras miraba sonriente a Richard.

Cuando Richard escucho a mi jefa mencionar la vacante del departamento de videojuegos e informática, Richard pareció alterarse mucho, y se levantó de repente y miro amenazante a María mientras la señalaba.

— ¡Ese puesto es para mi hijo! —grito Richard mientras miraba enojado a María.

— ¿Tú hijo? ¿Ahora quién de los 2 es el que quiere ascender a una persona que no está capacitada para el puesto? —pregunto con sarcasmo María.

— ¡Tú…! —dijo enojado Richard, mientras miraba enojada a María, parecía que quería matarla allí mismo.

Por puro instinto me adelante y puse a mi jefa detrás de mí, no sé por qué, pero este tipo Richard no tenía el porte de un ejecutivo, lo único que hacía era enojarse y vociferar una y otra vez, era una decepción.

—Richard, quien decide quién será el jefe de un departamento soy yo, no tú, ¿Entiendes eso? Si yo decido que tú hijo no tiene el puesto pues no lo tendrá —dijo María.

— ¡Bien, bien, bien María! ¡Dale el puesto a tu chico “trofeo”! ¡Cuando las cosas salgan mal yo seré el primero en reírme de ti! ¡Aprenderás que es lo que pasa cuando tomas decisiones precipitadas! —grito Richard mientras miraba enojada a María quien se encontraba detrás de mí.

¿Chico trofeo? ¿Por qué demonios me dice así?

—No estoy tan segura de eso Richard, y no pienses que yo soy la que toma decisiones precipitadas —dijo María, mientras miraba a Richard el cual se sentó enojado, no parecía querer hablar otra vez.

—Bien, olvidemos ese asunto por ahora, mas importante María, ¿Puedes contarnos un poco más de tú historia con Manuel? —pregunto una de las ejecutivas que se encontraba sentada en la mesa.

Esa mujer tenía el cabello negro y la piel blanca, era bastante atractiva aunque no tanto como mi jefa, aunque sus ojos azules eran algo hechizantes cuando uno los miraba fijamente.

—Pronto lo hare Ana, pero antes de que sigamos con eso, ¿Puedes dejar que hable en privado con mi “compañero” un momento? —pregunto María mientras miraba a los ejecutivos aquí presentes.

¿Hablar a solas conmigo? ¿Por quería hablar a solas conmigo?

— ¿Hablar a solas con él? ¿Por qué? —pregunto la mujer llamada Anna.

—Necesito decirle varias cosas, su llegada repentina arruino mis planes, por eso necesito hablar con él, solo será un momento —dijo María.

— ¿Por qué deberíamos darte un tiempo para hablar a solas con ese tipo? —pregunto Richard mientras miraba a María.

Dios mío, este tipo de verdad que me está enojando, lo encontraba muy desagradable.

—Cierto, más que pedir permiso, voy a decir que es una orden —dijo María mientras miraba a Richard.

— ¡¿Qué?! —exclamo Richard mientras miraba sorprendido a María.

—Richard, recuerda quien está al mando aquí, solo pedí permiso por cordialidad y etiqueta, pero ya que tú no quieres tenerla conmigo yo no la tendré contigo, voy a ir a hablar con Manuel a solas, ustedes esperen aquí mientras regreso, no tardare mucho —dijo María, mientras me tomaba de la mano y empezaba a caminar conmigo, arrastrándome a donde ella quería ir.

—Bien, regresen pronto —dijo Anna mientras nos miraba a lo lejos.

¿Por qué la jefa querrá hablar conmigo a solas?

María me arrastro de la mano por un 1 o 2 minutos hasta que me llevo cerca de los baños de las mujeres, no había nadie aquí excepto nosotros 2, ¿Por qué me trajo aquí?

—Perdona por todo lo que paso en la oficina Manuel, Richard siempre ha sido un dolor de cabeza —dijo María, mientras se giraba para verme fijamente a los ojos.

—No tienes que disculparte, aunque es cierto, ese tipo es un dolor de cabeza, ¿Por qué me odia tanto? —le pregunto a mi jefa mientras la miraba con curiosidad.

Desde que llegue a esa oficina, ese tipo Richard se comportó muy hostil, en especial conmigo, no entendía por que pasaba esto.

—Bueno, supongo que es por qué tú llegada arruino su oportunidad de poder tomar mi puesto, por eso tiene cierto resentimiento hacia ti—me dijo María mientras me miraba con una sonrisa.

— ¿Arruina su oportunidad de tomar tu puesto? No entiendo, ¿Cómo es que pude arruinar eso? —le pregunte a María mientras la miraba a los ojos.

No entendía a que se refería, Richard quería el puesto de María, eso podría entenderlo, a fin de cuentas ¿Quién no querría ser el CEO de una empresa muy exitosa con renombre mundial?

Pero lo que si no entendía era el cómo era que yo podía arruinar su oportunidad de poder arrebatarle el puesto a María, no entendía como alguien como yo podría haber hecho tal cosa.

—Es complicado Manuel y no es tan fácil de explicar —me dijo María.

— ¿Podrías decirme al menos algo sobre el asunto? —le pregunte a María mientras la miraba.

Quería entender que es lo que estaba pasando, cuando llegue esta mañana a la empresa, venia preparado para la posibilidad de ser despedido debido a mis constantes llegadas tardes, pero en lugar de eso termine siendo ascendido al puesto de jefe de departamento y por si fuera poco me metí en una pelea de ejecutivos.

Esto ciertamente me dejo confuso.

—Antes de explicarte eso, quiero preguntarte algo muy importante —me dijo María mientras miraba fijamente a los ojo y se acercaba hacia mí y me tomaba de las manos.

¿Preguntarme? ¿Preguntarme que cosa? ¿Y por qué necesita tomarme de las manos?

— ¿Qué necesita jefa? Siempre y cuando pueda cumplirlo, tenga por seguro que hare lo que pida —le dije a mi jefa, aunque tenía un mal presentimiento.

—Lo que necesito… es a ti —me dijo mi jefa mientras me miraba con ojos de gato, de esos ojos que las mujeres usarían para poder hacer que los hombres cumplieran todos sus deseos.

¿A mí? ¿A qué se refería con eso? ¿Qué quería decir con que me necesitaba a mí?

—Jefa, ¿A qué se refiere cuando dice que me necesita a mí? ¿Puede ser más específica? —le pregunte a María mientras la miraba confundido.

—Escucha Manuel… te voy a preguntar algo muy importante… ¿Quieres casarte conmigo? —me pregunto María, mientras me miraba con ojos de gato llorosos.

Cuando escuche estas últimas palabras, algo en mi cerebro pareció desconectarse por alguna razón, y tarde un par de segundo antes de poder recuperarme del impacto que había acabado de recibir.

¿Qué es lo que había acabado de escuchar? ¿Mi jefa me estaba pidiendo que me casara con ella? ¿Y me lo estaba pidiendo aquí en los baños?

¿Qué estaba pasando?


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