Espero tener suerte

PDV Manuel

Después de que ese hombre desconocido nos dio su “me gusta” a nuestro perfil falso de nuestra jefa, mis amigas Teresa y Sarah empezaron a insultarlo por no dignarse a escribirnos, dijeron palabras muy subidas de tono en todo momento, fue algo loco el hecho de que se enojaran por eso, es decir, el hombre no había decidido no escribirles a ellas, sino a nuestra jefa.

Las horas pasaron, y de vez en cuando un hombre visitaba nuestro perfil falso y cuando eso pasaba, todos nosotros aguantábamos la respiración esperando a que finalmente nos escribiera y pidiera conocerlos.

Pero cada vez que esto pasaba, siempre nos sentíamos decepcionados, y mucho, los pocos hombres que visitaban nuestro perfil solo nos daban un “me gusta” y después se iban, ninguno de ellos se dignó a escribirnos.

Al final incluso mis amigas Teresa y Sarah empezaron a odiar los “me gusta” que los hombres nos daban, cada vez que un hombre visitaba nuestro perfil falso y se iba dejando su “me gusta”, ellas 2 empezaban a insultarlo y empezaban a decir malas palabras, fue una locura.

Cuando llego la noche, debido a nuestra curiosidad, terminamos por dormir en la misma casa debido a que queríamos saber si de verdad alguien nos escribía, para cuando llego la noche, solo 20 hombres habían visitado nuestro perfil y lo único que habían hecho era dejar su “me gusta” y después se iban.

Ese comportamiento incluso me empezó a enojar a mí, estos tipos solo venían y se iban sin decir nada ¿Qué les pasaba? ¿Por qué no le escribían a mi jefa? ¿Qué tenía de malo ella?

Nos desvelamos toda la noche en la casa de Teresa, esperando a ver si había algún hombre que se dignara a escribirnos de entre los pocos que llegaban a visitar nuestro perfil falso.

El tiempo pasó y más hombres continuaron llegando, y sin excepción todos ellos siguieron haciendo lo mismo, solo revisaban el perfil y dejaba su “me gusta” y se iban sin escribirnos.

Para cuando la mañana del día siguiente casi llego, en total poco más de 100 hombres habían revisado nuestro perfil falso, una cifra muy lejana de las decenas de miles que esperábamos originalmente.

Y de entre todos ellos, ninguno se dignó a escribirnos, ni una sola palabra, ni siquiera un hola, Teresa y Sarah estaban muy enojadas por haber pasado toda la noche en vela sin llegar a recibir ni un solo mensaje de algún posible pretendiente.

El enojo que sentían era como si hubieran sido ellas las que habían sido rechazadas por los hombres del sitio de citas en el cual nos habíamos inscrito, en lugar de nuestra jefa quien era la que verdaderamente había sido la rechazada por todos esos internautas.

Cuando estábamos a punto de irnos a trabajar a la empresa la día siguiente, un hombre que había visitado nuestro perfil, finalmente nos había escrito, cuando nos dimos cuenta de esto, todos nosotros casi saltamos por pura alegría, y Teresa en medio de su alegría incluso termino por darme un beso en la mejilla al igual que Sarah, algo que molesto un poco Santino el cual no recibió ningún beso.

Cuando finalmente nos calmamos, nos pusimos charlar con el hombre que nos había escrito, ese era el único que se había dignado a escribirle al perfil de nuestra jefa, más de 100 hombres lo habían visitado pero solo se habían ido dándole sus “me gustas” silenciosos, no dignándose a escribirles, ninguno de ellos lo había hecho, solo él.

Pensábamos que ese hombre tenía algo diferente al resto, pero mientras hablábamos con èl y revisábamos su perfil en el sitio de citas, nos dimos cuenta de que este tipo posiblemente era una especie de mujeriego y que no tenía muchos prospectos de futuro.

Aunque si tenía un punto a favor, y era que tenía una gran confianza en sí mismo, ya que no tuvo ningún reparo en decirnos un montón de cosas sexuales y de lo bueno que era en la cama e incluso llego a preguntarnos que no podía perder más el tiempo, y nos preguntó cuándo podrían encontrarse para poder ir a la cama con nosotros.

Cuando vimos su comportamiento y actitud, nos quedamos decepcionados y Sarah en su enojo termino por insultar al hombre y cerro la conversación, después de eso nos fuimos todos al trabajo, llegando un poco tarde debido a nuestra conversación con ese hombre la cual fue inesperada.

Nuestra jefa en su amabilidad no nos regañó por el hecho de que los 4 juntos llegamos tarde en el trabajo y eso me hizo sentirme un poco mal por ella, no solo por lo que hicimos a sus espaldas sino que también por el hecho de que pesar de nuestro esfuerzo no pudimos lograr encontrar un hombre decente para ella en el sitio de citas en el cual la metimos sin su permiso.

No, más bien que decir que no pudimos encontrar, mejor sería decir que nadie estuvo interesado en ella como para escribirle, lo cual era aún más doloroso, y de hecho, el único hombre que estuvo interesado en ella fue un tonto mujeriego con su libido increíblemente alto.

Eso me dio mucha pena, el hecho de que los hombres no querían a mi jefa y me hacía preguntarme el por qué pasaba esto, mi jefa tendría todo lo que cualquier persona podría desear, ¿Por qué ningún hombre le escribió? Esperábamos decenas de miles de visitas en cuestión de horas, pero la realidad fue que en todo un día solo recibimos poco más de 100 y de entre ellos solo 1 hombre se dignó a hablarnos y fue una decepción.

Mi jefa se merecía tener a alguien, ¿Por qué los hombres no la querían?

Me pregunto eso desde que ese incidente con el perfil falso paso, y al día de hoy todavía no había podido encontrar una explicación del por qué mi jefa no le era atractiva a los hombres, era algo raro y no encontraba explicación.

Continué mirando a mi jefa a través de la puerta de cristal, mientras recordaba este incidente con respecto al sitio de citas, no pude evitar mirar a mi jefa de forma detallada tratando de ver el por qué no le era atractiva a los hombres, verla siempre soltera me parecía algo malo, ella merecía a alguien.

Y mientras la miraba e inspeccionaba su cuerpo, ella con su sexto sentido al parecer, alzo su mirada y me vio fijamente a mí a los ojos, cuando vi que me miraba aparte rápidamente mis ojos de su cuerpo, esperando a que se hubiera dado cuenta de que había estado inspeccionando sus “atributos” en secreto.

Mi jefa continua viéndome por unos segundos, yo espero tener suerte y le rezo a Dios que no esté enojada conmigo por llegar tarde y por haber inspeccionado su cuerpo de forma discreta.

Mi jefa me mira, empiezo a pensar que estoy en problemas, pero ella en lugar de mostrarme un expresión enfada o enojada, solo se me queda mirando, su expresión me pone de los nervios, no sé si estoy en problemas o no, yo rezo que no lo este, no quería perder mi trabajo.

Al final hago contacto visual fijo con mi jefa, ya había llegado tarde… otra vez y tenía que dar la cara por eso, mi jefa me miro, y acto seguido mostro una gran sonrisa.

No se por qué… pero esa sonrisa me parece incomoda.

Era como la sonrisa que alguien haría al ver a su… ¿Presa?


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