Capítulo 3

A la salida del colegio yo me iba a entrenar, hago Patín sobre hielo desde que tenía 7 años, a decir verdad nunca iba a llegar a los juegos olímpicos, de hecho no había competido nunca, pero es algo que me encanta y es mi lugar en el mundo. Soy de las que piensa que todos tenemos una cosa que hacemos bien, que es para lo que nacimos, y en mí caso es esto, siempre fue donde sentí que mí vida tenia sentido, si yo patino todo estaría bien.

Y aunque me considero muy tímida y más bien callada, me gusta mucho la música, el canto, el baile y se me da muy bien sobre patines, aunque eso implique exponerme, porque todos me dicen que estar sola en el medio de una pista inmensa donde todos te miran es algo que no todos pueden hacer sin embargo yo tengo la sensación que soy otra persona en ese momento que estoy ahí.

Me despedí de las chicas, ellas ya conoces mi vida y saben que me voy a la pista, y me fui caminando a la parada del bus con los auriculares sonando a todo lo que da System of Down, que dicho sea de paso al no tener mamá y mi padre casi no existe como tal, pasé la mayor parte de mi vida ( joven y corta vida) en la pista de patinaje asique podríamos decir que es mi segunda casa; luego de un rato de espera llega el autobus, subo y me siento en un asiento de los que van solos, cierro los ojos y me dejo llevar por la música, como siempre hago. Una cosas es segura y es que si estoy escuchando algo me pongo a hacer la mímica como si estuviera yo cantando, claro que la gente que me ve puede pensar que estoy medio loca, pero no puedo evitar escuchar algo y cantarlo, y cuando digo que canto todo, por supuesto que implica también los comerciales de la radio y la Televisión.

Luego de rato de estar viajando abrí los ojos y mire por la ventanilla, y para mi sorpresa observo que el sitio se me hace muy familiar.

- Oh! - Llego a pronunciar al darme cuenta que ya estaba en mi parada, así que salto de mi asiento y mi cara término en el pecho de una persona que estaba parada al lado de mi asiento, una sensación extraña me produjo ese choque como una corriente me hubiera descargado, pero fue tan rápido el golpe que el mismo impulso me separo para atrás golpeando mi cuerpo contra el vidrio del autobús 

 - Perdón, no te vi - susurre, lo cual era real ya que estaba con los ojos cerrados, pero mientras me disculpaba e iba caminando a la puerta para bajar, caí en la cuenta que la persona con la que me había chocado era Markk, mi compañero del fondo.

- Si ya lo noté - me dijo con una medía sonrisa en su cara, - estabas muy concentrada cantando, imposible dejar de mirarte - me dijo y acto seguido me puse colorada para confirmar el bochorno de que haya estado ahí todo el rato viendome, pero gracias al cielo no duro mucho porque en ese instante el colectivo frena y yo baje a toda velocidad, aunque me pareció que me dijo algo mas al bajar, era tal la vergüenza que ni siquiera me di vuelta para corroborarlo. Mi corazón me latía a toda velocidad como si hubiera corrido una carrera, parecía que se me iba a salir del pecho, me tomé unos minutos para  recuperar el control de mi misma y recién después de ver doblar el colectivo pude irme de ahí.

Si de algo estoy segura es que ese día debería haberme ido a casa a dormir, porque ya al llegar a la pista no podía concentrarme en nada, los primeros trompos y saltos fueron al piso, mi mente estaba como embotada y no lograba entender porque; es verdad y para que negarnos que era un chico lindo, o por lo menos de aspecto porque ya sabemos de persona que era, pero no era un Dios, sin embargo al terminar de patinar decidí irme a casa caminando, quizás temia volvermelo a encontrar y ya había tenido suficiente por un día. 

Bueno para que se entienda, tengo 16 años y no solo soy virgen sino que ni siquiera di mi primer beso, no porque sea puritana ni porque quiera llegar virgen al casamiento;  estamos en el siglo 21 pero vivimos en un pueblo, se que en las fiestas no solo asisten la gente del pueblo pero es todo muy complicado, y yo en particular siempre estoy en la pista o en mi casa y eso hizo que fuera pasando el tiempo y hoy aún no he besado a nadie, tampoco es que me haya importado  la realidad es que no tenia la necesidad.

Quizás fuera toda esta inexperiencia la que hizo que estas sensaciones se despertaran por un simple contacto con un chico, y la realidad es que no lo sé.

Esa noche fue la primera vez que soñé con él y donde toda mi vida comenzó a cambiar.

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