Ha pasado una semana, misma que he estado soportando al señor Meyer y a su amiga. Él se niega a aceptar la relación que tiene con la mujer, pero realmente yo no le hago caso, no quiero saber nada de ese hombre, no me tomará de tonta.
Yazahib en cambio es el mismo celoso, posesivo y controlador de días atrás, pero ya no lo soporto más, quiero salir corriendo, quiero alejarme de él lo más que pueda, pero simplemente no pudo, debo cuidar de mi trabajo, no puedo perderlo.
Mi mejor amigo me está dando ánimos, me está aconsejando que le dé la oportunidad a Yazahib, pero no puedo, no cuando me pasa por el frente a esa mujer que es muy grosera y se cree su dueña. Nunca antes alguien me cayó tan mal, a esa mujer simplemente no la tolero, es mala.
—Cambia ese gesto teddy, no puedes dejar el trabajo, además hoy es viernes y tienes todo el fin de semana para descansar de Yazahib, bueno aunque ha dicho que irá al bar…— miro a mi amigo y casi me dan ganas de llorar.
—¿Por qué a mí? ¿Por qué no me deja en paz? Quiero alejarme de ese hombre— mi Darling acaricia mi pelo.
—No vale la pena ponerte así, deberías darle la oportunidad, no seas necia cielo— niego con la cabeza y abro la puerta del auto.
—No le daré la oportunidad de nada, es mucho mayor que yo y es un ligón, no quiero sufrir— le doy un beso en la mejilla —debo irme, no sé lo que quiere mi jeda— le sonrío y bajo del coche —te amo Darling, que tengas un buen día— mi amigo me tira un beso y se marcha. Cuando el auto se aleja yo entro al edificio y me dirijo a la oficina de mi jefa. Hoy no estoy con los ánimos para soportarla, esa mujer es cruel.
Cuando el ascensor llega al piso doy un largo suspiro y me encamino a la oficina de mi jefa. Toco la puerta y escucho su voz dándome el permiso para entrar.
—Buenos días Daniel— por primera vez en todo el tiempo que llevo trabajando para ella me saluda. Me tiende una carta y yo bastante asombrada la tomo en mano —eras unas de mis mejores chicas, pero lamento decirte que hoy dejarás de trabajar para la empresa, por tanto no trabajarás para el señor Meyer, pero hoy debes ir— le miro incrédula.
—¿Qué? Pero jefa… necesito mi trabajo, debo pagar la universidad— ella niega, al borde de las lágrimas me acerco a ella —por favor, no me despida, por favor… aumentare una casa más a mi lista— ella suspira y veo pena en su mirada.
—Lo lamento Daniel, no puedo hacer nada por ti. No olvides presentarte en casa del señor Meyer, si no vas, no te podremos pagar. Lo siento mucho— con lágrimas en los ojos asiento y salgo de ahí. Al montar al elevador y verme en el espejo suelto las lágrimas. Era el trabajo que mejor horario tenía y ahora lo he perdido, si no consigo algo pronto estaré perdida, no podré pagar mis estudios.
Destrozada, triste y con los ánimos abajo tomo un taxi y me dirijo a la mansión del señor Meyer, solo deseo que no esté con esa mujer, hoy no podría con sus insultos. Al llegar limpio mis lágrimas y toco la puerta, para mi mala suerte quien abre la puerta es él, desvío la mirada inmediatamente para que no me vea llorar.
—¿Qué sucede Daniel?— me pregunta preocupado —¿Te han hecho daño?— toma mis mejillas entre sus manos y me mira a los ojos, sin poder evitarlo inicio a llorar —¡Por una mierda Daniel! ¿Qué coño sucede?— sollozo y niego, se está alterando.
—Na… nada, no me pasa nada, Yazahib— trato de alejarme, pero él no lo permite —déjame entrar para iniciar a trabajar, no quiero atrasarme— no se aparta, solo me mira fijamente.
—No me pidas lo imposible, te dejaré entrar, pero tú y yo hablaremos— se hace a un lado y me deja pasar —vamos a mi habitación— asiento y le sigo, después de todo es donde trabajo. Al entrar me siento en el sofá e inicio a llorar con más desesperación, ¡Estoy perdida! —¿Qué sucede?— Yazahib se arrodilla frente a mí, le miró a los ojos y hago un puchero.
—Me han despedido, ¡Me han despedido! Ahora no tengo como pagar mi universidad… estoy perdida— limpio mis lágrimas desviando la mirada.
—¿Y por eso lloras?— le miro con reproche —yo puedo ayudarte y eso lo sabes— me levanto de inmediato.
—No te daré mi virginidad por dinero, no me pidas eso Yazahib— él también se levanta.
—No quiero tu virginidad… bueno, si la quiero, pero no pretendo pagarte por eso. Daniel, quiero que seas mía, solo te pido eso— furiosa por su petición intento salir de la habitación, pero él me detiene —¡joder, mujer! Quiero que seas mi novia, quiero conocerte más, quiero que en esa cabecita loca solo esté yo. Si estás conmigo no tienes que trabajar— me suelto y le miro enojada.
—No me digas que me quieres como tu mujer, tú estás con esa arpía, siempre has estado con ella, ¿Cómo puedes ser tan cínico?— él sonríe, es un idiota.
—Eso solo era para darte celos— se encoge de hombros —necesitabas darte cuenta que querías estar conmigo— le empujo con fuerza.
—Eres un imbécil… ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? ¡Maldita sea Yazahib!— se acerca y me abraza —eres un tonto— besa mi cabeza.
—Era la única manera de darme cuenta de todo, y lo hice, ahora sé que me quieres para ti, así como yo te quiero para mí. Confía en mí, te prometo que entre Aurore y yo no hay nada, la dejaré de ver hoy mismo— le miro incrédula —te he dado la oportunidad de conocerme, sabes que no soy lo que parezco, puedo hacerte feliz, puedo darlo todo por ti— confundida por lo que dice le miro a los ojos, no sé qué hacer, no sé si creerle.
—No puedo confiar en ti, yo… yo simplemente no creo que termines con esa mujer. Ella se comporta como si fuera tu esposa, ¿Entiendes eso? Me la has pasado por delante siempre que querías— le escucho suspirar.
—¡Eres obstinada! por favor Daniel, solo te pido una oportunidad, prometo ser el mejor hombre que hay en la tierra, solo deseo que seas completamente mía y yo seré solo tuyo— acaricia mi pelo —sabes que esto es inevitable, no pararé hasta que no seas mía completamente— con el corazón acelerado por lo que me dice, desvío la mirada —quizás no me creas, y lo entiendo, pero quiero que intentes comprenderme, me enamoré de ti desde el momento que te vi contoneando esas caderas, y cuando me demostrarte que no eres igual que las demás— niega mientras sonríe —supe que eras la que amaría el resto de mi vida. Aurore no significa nada para mí, te contaré todo si así lo deseas— niego inmediatamente.
—No quiero saber de ella ni de tus amoríos— sonrío sorbiéndome los mocos —tengo miedo Yazahib, realmente tengo miedo— muerdo mi labio mientras le miro —¿Qué pasará si esto que sientes es solo un capricho? Llevamos poco tiempo de conocernos y yo siempre te hago rabiar— le veo negar.
—No lo es, te lo prometo— me abraza por las caderas y me pega completamente a él —me gusta tu manera impoble de ser. Eres mía Dani, ya no tienes que pensar más, y como eres mía— besa mis labios —dejarás de trabajar, te quedarás aquí en casa, como una reina— acaricio su barba, estuve tratando de no aceptar lo que sentía por él, me obligué a no sentir nada, pero ese hombre frente a mí me enamoró de una manera extraña, sin conocerlo y sin darme cuenta, creí odiarlo por como es y no, aquí estoy con el corazón acelerado por sus palabras. ¿Seré tonta?
—No puedo creer que me enamoré de ti a pesar de verte siempre con esa mujer, ¿Sabes lo que sentía? Me moría de celos— sonrío haciendo un puchero.
—Prometo que no volverá a suceder— sonríe travieso —la mujer más loquita que he conocido en toda mi vida estaba celosa— inicia a bromear, le miro mal.
—No bromees Yazahib, no era agradable verte con ella, esa mujer es cruel— acaricia mi mejilla —si acepto tener una relación contigo, ¿prometes dejarme trabajar? No quiero estar aquí sin hacer nada— endurece el gesto y me mira serio.
—No te dejaré trabajar en ese bar, eso te queda prohibido— eso que está diciendo no me gusta.
—Por favor Yazahib, no voy a quedarme aquí— me separo de él —no puedes obligarme a dejar mi trabajo, yo trabajo detrás de una barra, deberías saber que ahí no me pasará nada. Yo puedo cuidarme sola y sabes que todos me respetan y los que no lo hacen los pongo en su lugar— le miro bastante disgustada.
—Pues yo no quiero que trabajes ahí, y no lo harás— nos retamos con la mirada, ese hombre es controlador.
—Entonces no seré tuya— le miro sin disimular mi molestia —si estaré contigo no es para que me tengas aquí siempre, no viviré contigo y no dejaré mi trabajo, no quiero que me mantengas. No te quiero por tu dinero, yo te quiero porque lo poco que conozco de ti me gusta, solo por eso. No quiero una gran vida de lujos, solo deseo tener una relación bonita, algo que me haga feliz, ¿Lo entiendes?— me acerco a él y acaricio sus mejillas —solo te quiero a ti— sonrío, él suspira y asiente, me da un tierno beso en los labios y al separarse me mira a los ojos.
—Está bien, podrás trabajar en el bar, pero Simone estará ahí cuando yo no esté, ¿Queda claro?— sonriendo feliz porque aceptó asiento.
—De acuerdo Señor Meyer, ahora debe irse a trabajar y yo me pondré a arreglar esta habitación— paso mis manos por su cuello, y él las pasa por mis caderas pegándome completamente a él.
—No pretendo irme de aquí, quiero estar aquí, los dos juntos. Esta semana ha sido una tortura saber que estabas aquí y yo no— acaricia mi glúteos —dame el placer de disfrutar de mi fiera— sonríe y besa mi cuello.
—No lo haremos hoy, estoy con el periodo— le escucho gruñir, le estoy mintiendo, pero no quiero tener sexo tan rápido —debería disimular el deseo que me tiene— deja de besar mi cuello y me mira a los ojos.
—Nunca lo he disimulado y no pienso hacerlo ahora. Debemos ir inmediatamente a poner tus papeles en regla— le miro con ojos muy abiertos —tranquila, prometo que no te pasará nada— me guiña.
—¿Estás seguro? He estado aquí por un año— él asiente.
—Tranquila mi fiera, no pasa nada, vamos a legalizarte. Eres la novia del poderoso Yazahib Meyer, y a ti jamás te pasará nada porque yo no lo voy a permitir— enamorada de ese hombre le obligo a inclinarse para besar sus labios.
—Nunca pensé tener una relación con alguien tan importante como tú— sonrío al separarme de sus labios —solo espero poder con todo esto— Yazahib me toma en brazos y sale de la habitación.
—Tú eres lo más importante para mí, nunca antes alguien se me había resistido de esta manera, y ahora que te tengo difícilmente te deje ir. Ahora necesito que te olvides de tus problemas y cuando necesites algo confíes en mí— suspiro como una tonta enamorada, después de todo eso soy, me gusta este hombre y quise negármelo.
—Te lo prometo mi posesivo y controlador— al llegar al comedor Patricia está sirviendo el desayuno —Patricia, te dijo que yo te ayudaría— Yazahib me baja y yo ayudo a la mujer.
—No estabas querida, supuse que estarías muy ocupada— sonríe y mira a Yazahib —veo que lo ha conseguido señor, después de todo no se dará la cena— lo miro y él se encoge de hombros.
—Tenía que pedirte ser mi novia de alguna manera sin que salieras corriendo— besa mi cabeza y me guía para que me siente —pero la cena se dará, quiero tener algo precioso con mi novia— mira a Patricia —¿No suena bien esa palabra? Mi novia, joder… suena de maravilla— sonrío sonrojada, ese hombre realmente es bueno cuando uno lo conoce, aunque también es un manipulador.
—Por supuesto que le queda bien, ahora venga, deben alimentarse— obedecemos a Patricia.
Ahora que me he dado una oportunidad con Yazahib trataré de vivir este amor sin límites, me voy a arriesgar y a enamorar de este hombre perdidamente. Tardé mucho en reconocer lo que sentía por él, pero ahora realmente no quiero negármelo más y solo espero no estar cometiendo un error.
Después de desayunar entre charlas con Yazahib y Patricia me levanto para limpiar los platos, Yazahib quiso negarse, pero yo no se lo permito, debo ayudar a la mujer, no quiero ser una carga para nadie.Después de limpiar los platos hablo con Patricia mientras Yazahib está atendiendo unos asuntos de su trabajo. Siempre mantiene ocupado hablando por el celular o revisando la computadora para responder correos, no sé para que se quedó en casa si iba a prestar más atención a su trabajo.
Sentados a la mesa, Yazahib me mira con ojos de deseo, me siento nerviosa ante esa mirada. Patricia nos cocinó realmente delicioso. Fue fantástica toda la comida que hizo, pero mejor fue disfrutarla con el imponente hombre que no deja de mirarme como si yo fuera el morbo personificado.—Yazahib, si me sigues mirando de esa manera ya no sabré como actuar— miro la copa para escapar su mirada lujuriosa que me da calor —deberías disimular un poco más— sonrío sin mirarle.—¿Crees que puedo disimular esto? Ya te lo dije. Desde que te vi moviendo las caderas al ritmo de aquella música me volví loco por ti— alzo la mirada y le veo directamente a los ojos.—¿Estás seguro que no me quieres solo por tener sexo seguro?— su mirada cambia, ahora es seria e inflexible. No le ha gustado mi cuestionamiento.—Te lo he dicho mil veces, Dani, te
Ha pasado dos semanas desde que me entregué a Yazahib. Dos semanas en las que él es un celoso y quiere dominarme. Discutimos mucho por su posesividad, realmente es muy controlador, pero aun así lo amo como nunca he amado a alguien.Mi mejor amigo me ayudó a conseguir una píldora para evitar embarazarme. Ahora estoy cuidándome a espaldas de Yazahib para no quedar embarazada. Mi amigo me reprocha y no está de acuerdo con lo que hago, pero no puedo tener un bebé, no tan pronto. Puedo ocultárselo a Yazahib y cuando sea prudente tendremos un bebé.Todo en la universidad marcha bien, sigo teniendo mis buenas calificaciones. En el trabajo igual. Aunque Yazahib quiera que lo deje no lo hago. Me gusta mi trabajo y no lo dejaré nunca. Yazahib no ha asistido al bar por su trabajo, ha estado muy ocupado y eso me ha dado la oportunidad de bailar libremente.—Teddy, ven aquí— mi da
Sonriendo me acerco a mi novio, él al verme se quita el móvil del oído y me mira serio. Yo voy borrando mi sonrisa poco a poco, su gesto no me gusta. Miro a mis amigos y ellos están también serios.—Hola cielo— me acerco para darle un beso y él me esquiva.—¿Dónde coño estabas?— me pregunta con voz ronca —¿Tú estabas en ese maldito escenario?— el corazón inicia a latirme rápido. Si Yazahib se entera que bailo para un público masculino se volvería loco —¡Contesta!— me sobresalto, a pesar de que hay música su voz penetra profundamente mis oídos.—Estaba en mi descanso, Yazahib— le miro con el cejo fruncido.—¿Dónde mierda está tu móvil entonces?— pregunta a continuación dando un paso en mi dirección.—Lo dejé en la barra, lo lamente— me toma de la mano y camina en dirección a la oficina —Yazahib no… no puedes entra aquí, harás que me echen… no puedes hacer esto— trato de detenerlo pero no puedo, él está dispuesto a entrar.—Yo puedo hacer lo que qui
Cada día que pasa Yazahib se pone más posesivo y controlador, la historia de mi vida últimamente. Yazahib me hace muy feliz, eso no puedo negarlo, y aunque me gustaría un poco más de libertad… no me quejo para nada.Yazahib me mima, me llena de atenciones y me da todo lo que quiere darme. Ahora quiere que deje de servir mesas en las fiestas que contratan los servicios del bar, no quiere que trabaje en ningún lugar. Él prefiere que esté en casa todo el día y que lo espere como una niña bien portada, pero no puedo hacerlo, quiero trabajar y no solo ir a la universidad.Yazahib aún no me presenta a sus amigos ni allegados, él se limita a no presentármelos por celos. Mi darling está fascinado con mi relación, le hace muy feliz que yo esté en buenas manos, aun me reprocha por tomar las píldoras anticonceptivas. Yazahib quiere embarazarme a toda costa
El hombre se sostiene de la mesa pero no lo hace bien y retrocede, yo rápidamente suelto la bandeja y me acerco para sostenerlo. Su hija y la ex mujer de Yazahib solo gritan horrorizada como dos perras locas diría mi darling.—Venga hombre, respire— le ruego al señor de edad avanzada —no soy un fantasma— prontamente llegan los seguridad y mis compañeras con alcohol. Cuando el hombre parece estabilizarse, los de seguridad le ayudan a sentarse, yo me arrodillo frente a él —¿Está bien señor? ¿Puedo hacer algo por usted?— el hombre me mira de manera extraña. En sus ojos hay conmoción, desconcierto y puedo decir que alegría, lo que no entiendo por qué, o si, pueda porque no murió.—Papi me has asustado— la rubia me empuja casi tumbándome al piso. Me levanto y me aparto de ellos, el hombre no deja de mirarme y ya me siento i
Finalmente llegó el día, hoy es mi primer día de trabajo. Hoy trabajaré para el más importante empresario, Yazahib Meyer… mi novio y el amor de mi vida. Estoy muy nerviosa por no saber que haré exactamente en aquel imponente edificio que es la central de todos los proyectos.Yazahib ha desistido a la idea de ir con un médico por lo del embarazo. He podido convencerlo de que no hacía falta ir con un médico, le prometí que cuando menos se lo esperaba saldría embarazada y tendríamos un bebé.Simone, Russa y Will, me reprochan por la mentira que estoy guardando y les obligo a que ellos también la guarden. Quieren que yo le diga la verdad a Yazahib, pero no puedo hacer algo así. Yazahib se enojaría mucho al saber que me estoy cuidando para no salir con un embarazo. Realmente no sé qué tan enojado podría ponerse por mi mentira y prefiero no averiguarlo.Por otro lado estoy haciendo planes para que mi tía venga a vivir conmigo a los Estados Unidos. Ya no quiero que trabaj
—Eh colega— dice el pelirrojo sonriendo. Puedo sentir como Yazahib se tensa… sin ser consciente de lo que sucede, solo veo su ancha espalda cuando se para frente a mí para evitar que su amigo me mire.—¿Colega? Has mirado por demasiado tiempo a mi mujer— dice en tono molesto —escucha bien lo que te voy a decir Derek…— intento pararlo pero no me deja —la he traído contigo porque eres el mejor para que le enseñes, pero si llego a ver que miras de manera inapropiada a mi novia te partiré la cara. ¿Comprendido?— resoplo de frustración. Yazahib nunca se mide a la hora de demostrar su posesividad.—Tranquilo amigo, jamás irrespetaría a tu novia— dice el otro hombre en tono calmado. Al parecer ya está acostumbrado a la furia de Yazahib.—Debo irme nena— Yazahib se gira y me mira a los ojos, no está muy seguro de lo que hace —esta es una oportunidad para que seas la primera en tus clases— besa mis labios y yo correspondo a su beso —si ese idiota te mira de manera…—Y