Capítulo 6

Ha pasado una semana, misma que he estado soportando al señor Meyer y a su amiga. Él se niega a aceptar la relación que tiene con la mujer, pero realmente yo no le hago caso, no quiero saber nada de ese hombre, no me tomará de tonta.

Yazahib en cambio es el mismo celoso, posesivo y controlador de días atrás, pero ya no lo soporto más, quiero salir corriendo, quiero alejarme de él lo más que pueda, pero simplemente no pudo, debo cuidar de mi trabajo, no puedo perderlo.

Mi mejor amigo me está dando ánimos, me está aconsejando que le dé la oportunidad a Yazahib, pero no puedo, no cuando me pasa por el frente a esa mujer que es muy grosera y se cree su dueña. Nunca antes alguien me cayó tan mal, a esa mujer simplemente no la tolero, es mala.

—Cambia ese gesto teddy, no puedes dejar el trabajo, además hoy es viernes y tienes todo el fin de semana para descansar de Yazahib, bueno aunque ha dicho que irá al bar…— miro a mi amigo y casi me dan ganas de llorar.

—¿Por qué a mí? ¿Por qué no me deja en paz? Quiero alejarme de ese hombre— mi Darling acaricia mi pelo.

—No vale la pena ponerte así, deberías darle la oportunidad, no seas necia cielo— niego con la cabeza y abro la puerta del auto.

—No le daré la oportunidad de nada, es mucho mayor que yo y es un ligón, no quiero sufrir— le doy un beso en la mejilla —debo irme, no sé lo que quiere mi jeda— le sonrío y bajo del coche —te amo Darling, que tengas un buen día— mi amigo me tira un beso y se marcha. Cuando el auto se aleja yo entro al edificio y me dirijo a la oficina de mi jefa. Hoy no estoy con los ánimos para soportarla, esa mujer es cruel.

Cuando el ascensor llega al piso doy un largo suspiro y me encamino a la oficina de mi jefa. Toco la puerta y escucho su voz dándome el permiso para entrar.

—Buenos días Daniel— por primera vez en todo el tiempo que llevo trabajando para ella me saluda. Me tiende una carta y yo bastante asombrada la tomo en mano —eras unas de mis mejores chicas, pero lamento decirte que hoy dejarás de trabajar para la empresa, por tanto no trabajarás para el señor Meyer, pero hoy debes ir— le miro incrédula.

—¿Qué? Pero jefa… necesito mi trabajo, debo pagar la universidad— ella niega, al borde de las lágrimas me acerco a ella —por favor, no me despida, por favor… aumentare una casa más a mi lista— ella suspira y veo pena en su mirada.

—Lo lamento Daniel, no puedo hacer nada por ti. No olvides presentarte en casa del señor Meyer, si no vas, no te podremos pagar. Lo siento mucho— con lágrimas en los ojos asiento y salgo de ahí. Al montar al elevador y verme en el espejo suelto las lágrimas. Era el trabajo que mejor horario tenía y ahora lo he perdido, si no consigo algo pronto estaré perdida, no podré pagar mis estudios.

Destrozada, triste y con los ánimos abajo tomo un taxi y me dirijo a la mansión del señor Meyer, solo deseo que no esté con esa mujer, hoy no podría con sus insultos. Al llegar limpio mis lágrimas y toco la puerta, para mi mala suerte quien abre la puerta es él, desvío la mirada inmediatamente para que no me vea llorar.

—¿Qué sucede Daniel?— me pregunta preocupado —¿Te han hecho daño?— toma mis mejillas entre sus manos y me mira a los ojos, sin poder evitarlo inicio a llorar —¡Por una mierda Daniel! ¿Qué coño sucede?— sollozo y niego, se está alterando.

—Na… nada, no me pasa nada, Yazahib— trato de alejarme, pero él no lo permite —déjame entrar para iniciar a trabajar, no quiero atrasarme— no se aparta, solo me mira fijamente.

—No me pidas lo imposible, te dejaré entrar, pero tú y yo hablaremos— se hace a un lado y me deja pasar —vamos a mi habitación— asiento y le sigo, después de todo es donde trabajo. Al entrar me siento en el sofá e inicio a llorar con más desesperación, ¡Estoy perdida! —¿Qué sucede?— Yazahib se arrodilla frente a mí, le miró a los ojos y hago un puchero.

—Me han despedido, ¡Me han despedido! Ahora no tengo como pagar mi universidad… estoy perdida— limpio mis lágrimas desviando la mirada.

—¿Y por eso lloras?— le miro con reproche —yo puedo ayudarte y eso lo sabes— me levanto de inmediato.

—No te daré mi virginidad por dinero, no me pidas eso Yazahib— él también se levanta.

—No quiero tu virginidad… bueno, si la quiero, pero no pretendo pagarte por eso. Daniel, quiero que seas mía, solo te pido eso— furiosa por su petición intento salir de la habitación, pero él me detiene —¡joder, mujer! Quiero que seas mi novia, quiero conocerte más, quiero que en esa cabecita loca solo esté yo. Si estás conmigo no tienes que trabajar— me suelto y le miro enojada.

—No me digas que me quieres como tu mujer, tú estás con esa arpía, siempre has estado con ella, ¿Cómo puedes ser tan cínico?— él sonríe, es un idiota.

—Eso solo era para darte celos— se encoge de hombros —necesitabas darte cuenta que querías estar conmigo— le empujo con fuerza.

—Eres un imbécil… ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? ¡Maldita sea Yazahib!— se acerca y me abraza —eres un tonto— besa mi cabeza.

—Era la única manera de darme cuenta de todo, y lo hice, ahora sé que me quieres para ti, así como yo te quiero para mí. Confía en mí, te prometo que entre Aurore y yo no hay nada, la dejaré de ver hoy mismo— le miro incrédula —te he dado la oportunidad de conocerme, sabes que no soy lo que parezco, puedo hacerte feliz, puedo darlo todo por ti— confundida por lo que dice le miro a los ojos, no sé qué hacer, no sé si creerle.

—No puedo confiar en ti, yo… yo simplemente no creo que termines con esa mujer. Ella se comporta como si fuera tu esposa, ¿Entiendes eso? Me la has pasado por delante siempre que querías— le escucho suspirar.

—¡Eres obstinada! por favor Daniel, solo te pido una oportunidad, prometo ser el mejor hombre que hay en la tierra, solo deseo que seas completamente mía y yo seré solo tuyo— acaricia mi pelo —sabes que esto es inevitable, no pararé hasta que no seas mía completamente— con el corazón acelerado por lo que me dice, desvío la mirada —quizás no me creas, y lo entiendo, pero quiero que intentes comprenderme, me enamoré de ti desde el momento que te vi contoneando esas caderas, y cuando me demostrarte que no eres igual que las demás— niega mientras sonríe —supe que eras la que amaría el resto de mi vida. Aurore no significa nada para mí, te contaré todo si así lo deseas— niego inmediatamente.

—No quiero saber de ella ni de tus amoríos— sonrío sorbiéndome los mocos —tengo miedo Yazahib, realmente tengo miedo— muerdo mi labio mientras le miro —¿Qué pasará si esto que sientes es solo un capricho? Llevamos poco tiempo de conocernos y yo siempre te hago rabiar— le veo negar.

—No lo es, te lo prometo— me abraza por las caderas y me pega completamente a él —me gusta tu manera impoble de ser. Eres mía Dani, ya no tienes que pensar más, y como eres mía— besa mis labios —dejarás de trabajar, te quedarás aquí en casa, como una reina— acaricio su barba, estuve tratando de no aceptar lo que sentía por él, me obligué a no sentir nada, pero ese hombre frente a mí me enamoró de una manera extraña, sin conocerlo y sin darme cuenta, creí odiarlo por como es y no, aquí estoy con el corazón acelerado por sus palabras. ¿Seré tonta?

—No puedo creer que me enamoré de ti a pesar de verte siempre con esa mujer, ¿Sabes lo que sentía? Me moría de celos— sonrío haciendo un puchero.

—Prometo que no volverá a suceder— sonríe travieso —la mujer más loquita que he conocido en toda mi vida estaba celosa— inicia a bromear, le miro mal.

—No bromees Yazahib, no era agradable verte con ella, esa mujer es cruel— acaricia mi mejilla —si acepto tener una relación contigo, ¿prometes dejarme trabajar? No quiero estar aquí sin hacer nada— endurece el gesto y me mira serio.

—No te dejaré trabajar en ese bar, eso te queda prohibido— eso que está diciendo no me gusta.

—Por favor Yazahib, no voy a quedarme aquí— me separo de él —no puedes obligarme a dejar mi trabajo, yo trabajo detrás de una barra, deberías saber que ahí no me pasará nada. Yo puedo cuidarme sola y sabes que todos me respetan y los que no lo hacen los pongo en su lugar— le miro bastante disgustada.

—Pues yo no quiero que trabajes ahí, y no lo harás— nos retamos con la mirada, ese hombre es controlador.

—Entonces no seré tuya— le miro sin disimular mi molestia —si estaré contigo no es para que me tengas aquí siempre, no viviré contigo y no dejaré mi trabajo, no quiero que me mantengas. No te quiero por tu dinero, yo te quiero porque lo poco que conozco de ti me gusta, solo por eso. No quiero una gran vida de lujos, solo deseo tener una relación bonita, algo que me haga feliz, ¿Lo entiendes?— me acerco a él y acaricio sus mejillas —solo te quiero a ti— sonrío, él suspira y asiente, me da un tierno beso en los labios y al separarse me mira a los ojos.

—Está bien, podrás trabajar en el bar, pero Simone estará ahí cuando yo no esté, ¿Queda claro?— sonriendo feliz porque aceptó asiento.

—De acuerdo Señor Meyer, ahora debe irse a trabajar y yo me pondré a arreglar esta habitación— paso mis manos por su cuello, y él las pasa por mis caderas pegándome completamente a él.

—No pretendo irme de aquí, quiero estar aquí, los dos juntos. Esta semana ha sido una tortura saber que estabas aquí y yo no— acaricia mi glúteos —dame el placer de disfrutar de mi fiera— sonríe y besa mi cuello.

—No lo haremos hoy, estoy con el periodo— le escucho gruñir, le estoy mintiendo, pero no quiero tener sexo tan rápido —debería disimular el deseo que me tiene— deja de besar mi cuello y me mira a los ojos.

—Nunca lo he disimulado y no pienso hacerlo ahora. Debemos ir inmediatamente a poner tus papeles en regla— le miro con ojos muy abiertos —tranquila, prometo que no te pasará nada— me guiña.

—¿Estás seguro? He estado aquí por un año— él asiente.

—Tranquila mi fiera, no pasa nada, vamos a legalizarte. Eres la novia del poderoso Yazahib Meyer, y a ti jamás te pasará nada porque yo no lo voy a permitir— enamorada de ese hombre le obligo a inclinarse para besar sus labios.

—Nunca pensé tener una relación con alguien tan importante como tú— sonrío al separarme de sus labios —solo espero poder con todo esto— Yazahib me toma en brazos y sale de la habitación.

—Tú eres lo más importante para mí, nunca antes alguien se me había resistido de esta manera, y ahora que te tengo difícilmente te deje ir. Ahora necesito que te olvides de tus problemas y cuando necesites algo confíes en mí— suspiro como una tonta enamorada, después de todo eso soy, me gusta este hombre y quise negármelo.

—Te lo prometo mi posesivo y controlador— al llegar al comedor Patricia está sirviendo el desayuno —Patricia, te dijo que yo te ayudaría— Yazahib me baja y yo ayudo a la mujer.

—No estabas querida, supuse que estarías muy ocupada— sonríe y mira a Yazahib —veo que lo ha conseguido señor, después de todo no se dará la cena— lo miro y él se encoge de hombros.

—Tenía que pedirte ser mi novia de alguna manera sin que salieras corriendo— besa mi cabeza y me guía para que me siente —pero la cena se dará, quiero tener algo precioso con mi novia— mira a Patricia —¿No suena bien esa palabra? Mi novia, joder… suena de maravilla— sonrío sonrojada, ese hombre realmente es bueno cuando uno lo conoce, aunque también es un manipulador.

—Por supuesto que le queda bien, ahora venga, deben alimentarse— obedecemos a Patricia.

Ahora que me he dado una oportunidad con Yazahib trataré de vivir este amor sin límites, me voy a arriesgar y a enamorar de este hombre perdidamente. Tardé mucho en reconocer lo que sentía por él, pero ahora realmente no quiero negármelo más y solo espero no estar cometiendo un error.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo