Capítulo 7

Después de desayunar entre charlas con Yazahib y Patricia me levanto para limpiar los platos, Yazahib quiso negarse, pero yo no se lo permito, debo ayudar a la mujer, no quiero ser una carga para nadie.

Después de limpiar los platos hablo con Patricia mientras Yazahib está atendiendo unos asuntos de su trabajo. Siempre mantiene ocupado hablando por el celular o revisando la computadora para responder correos, no sé para que se quedó en casa si iba a prestar más atención a su trabajo.

—Tranquila guapa— me sonríe Patricia —siempre mantiene así, pero debes tenerle paciencia, dale tiempo para que se acostumbre a compartir su tiempo entre su trabajo y a tú— ella trata de calmarme, pero yo no tengo muchas ganas de escucharla. Quiero la atención de él, quiero que esté conmigo y no frente a esa computadora.

—Lo sé, pero está bien, es únicamente que me ha dicho que se quedaría por mí, ahora solo centra su atención en su trabajo— dejo de mirarlo para no enojarme más —¿En qué más puedo ayudarte Patricia?— cambio de tema para no poner el ambiente tenso.

—No cariño, ya has hecho mucho, ahora ve con él, recuérdale que estás aquí y el motivo por el cual él se quedó en casa— me acaricia el brazo —vamos cariño, ve por él— sonrío por lo que dice la mujer. Asiento y me levanto, camino hasta la sala y me siento al lado de Yazahib.

—Hola cariño— me saluda con un beso en la cabeza después de colgar la llamada —¿Todo está bien?— pregunta mirando la pantalla de su computador. Bajo la pantalla de la laptop lentamente y él saca sus dedos para que yo no se los atrape.

—No Yazahib, nada está bien— me mira, sus ojos claros me indagan —te has quedado en casa por mí, y mírate, te la has pasado pendiente al celular y a la computadora, no te despegas de tu trabajo— frunzo el cejo y el resopla —entiendo que eres un maniático del trabajo, pero me has dicho que te quedabas en casa por mí— le reprocho, él tira de mira y me sienta sobre sus piernas a horcajadas.

—Lo sé, lo siento,— besa mis labios —para compensarte podemos salir a dar un paseo— me sonríe –vamos al lugar que tú elijas— muerdo mi labio.

—Tranquilo, quedarnos aquí en casa estaría bien— pienso en lo celoso y posesivo que es, si salimos sé que se enojará con cualquier hombre que me mire, o me diga algo.

—Nos vamos al centro comercial, justamente la boutique donde trabaja Simone, sé que le gustará asesorarte, y aparte se ganará una buena comisión por atenderme— sonríe, yo me pongo seria, es controlador y todo lo hace con un propósito. Jamás me negaría a darle una ayuda a mi amigo, y sé que si atiende a Yazahib tendrá una buena reputación. Resoplo y asiento, no me abstendre de ayudar a mi darling.

—De acuerdo, vamos al centro comercial, pero debemos pasar por mi casa para cambiarme de ropa— le veo asentir y sonreír, es tramposo. Se levanta conmigo en brazos y sube hasta su habitación, al estar ahí me deja en la cama y se echa sobre mí, yo abro mis piernas para que se acomode mejor.

—¿Podemos irnos después de hacer el amor? No soporto tenerte junto a mí sin tocarte— sonrío acariciando su barba.

—No señor Meyer, no me tocará, estoy con el periodo, ¿Lo ha olvidado? Podemos esperar un poco más, no quiero que solo me quiera por mi virginidad— él niega y me mira a los ojos con gesto serio.

—Ya te lo he dicho, me enamoré de ti por tu forma de ser y de mover esas caderas. No te quiero solamente por tu virginidad, entiéndelo, Daniel, te quiero porque me gustas— dejo salir el aire de mis pulmones, debo confiar en él.

—Está bien— sonríe feliz —pero no lo haremos ahora mismo, quizás esta noche después de la cena podamos llegar a un acuerdo— me mira con los ojos entrecerrados.

—Me has mentido, no tienes el periodo— carcajeo por la cosquilla que provoca su barba en mi cuello, sus besos son deliciosos y excitantes, pero aquellas cosquillas me hacen reír mucho.

Una vez estamos en el centro comercial Yazahib me toma de la mano, y nos desplazamos por el lugar, las personas nos ven y él mantiene su gesto frio y autoritario que siempre demuestra ante los demás. Me intimida un poco ir de su mano, yo soy una mujer pobre, ilegal y que trabaja limpiando pisos y sirviendo copas para poder pagar mi universidad. En cambio él es un hombre imponente, importante, multimillonario y muy deseado por las mujeres.

—Creo que nos deberíamos soltar la mano— le aconsejo por las miradas que recaen sobre nosotros —es mejor así Yazahib— intento soltarme, pero él se detiene y me mira de frente, tan alto e imponente como siempre. Está serio, con el gesto duro y el cejo ceñudo.

—No te voy a soltar, desde hoy eres mía y no te voy a ocultar. Si nos quieren ver que nos vean, si nos quieren tomar foto que lo hagan. No tengo nada que ocultar y te dejaré algo claro, si te escogí a ti de entre tantas fue porque sé que eres distinta, dura y no eres vanidosa. Que no te importen esas miradas, el único que debo importarte soy yo— toma mis mejillas entre sus manos y me da un beso que deja en claro sus palabras. Apenada y muy emocionada por ese imponente hombre asiento después de terminar el beso.

—De acuerdo, lo siento mucho cariño— sonrío y tomándolo de la mano nuevamente seguimos nuestro camino. Al llegar a la boutique donde trabaja mi mejor amigo todos nos miran con mucha atención y más cuando preguntamos por Simone.

—Pero que grata sorpresa— dice mi amigo emocionado al vernos —jamás creí que esto me sucediera— nos mira sonriendo, está muy feliz —pero si van de la manito y todo— grita histérico —¡no me lo puedo creer! Mi teddy es la novia de Yazahib Meyer… ¡Increíble!— no deja de aplaudir y sus compañeros de trabajo se acercan un poco más.

—Por Dios darling, deja de hablarlo tan alto por favor. Ya no grites más— mi amigo me abraza y me da cuántos besos puede, yo me separo y le miro seria, esto se puede pasar por un mal entendido. Las personas pueden pensar que es lo que buscábamos hacer y yo estoy con Yazahib porque lo quiero y no por los lujos.

—Está bien… está bien, ya me calmo— mira a los presentes —bien mis corazones… vamos a trabajar, ya se acabó el espectáculo— los apremia y todos los cotillas se van y nos dejan más espacio.

—Eres tremendo Simone— sonríe Yazahib con discreción —ya te has encargado de dar toda la noticia— le guiña —búscame un lugar privado donde mi preciosa novia pueda medirse la ropa— mi amigo asiente emocionado y nos pide que lo sigamos. Al llegar a un gran medidor apartado nos sentamos para charlar.

—No te perdonaré él escándalo que has formado ahí afuera— le reprocho por su manera de comportarse. Mi mejor amigo rueda los ojos.

—No tiene que importarte, estás de novia, deberías estar feliz de que el gran Yazahib Meyer es tu novio. Relájate y disfruta esto— miro a Yazahib y asiente a lo que dice mi amigo.

—Vale, pero tampoco quiero ser el centro de atención, no quiero que mi relación se mal entienda y se haga pasar por algo de interés— Yazahib me besa en los labios y después me mira a los ojos.

—Serás el centro de atención, por supuesto, pero aunque digan que estás conmigo por interés no debes preocuparte, yo sé perfectamente que estás conmigo porque me quieres y te encanta mi manera de ser— me guiña el ojo divertido.

—Eres un controlador, posesivo y celoso. Deberías relajarte un poquito más— niega con la cabeza, por supuesto que él jamás dejará de ser así.

—No pidas lo imposible— mira a mi amigo —ve por algo de ropa para ella. Ya lo sabes, sensual, elegante y muy bonito. No importa el precio, quiero lo mejor para ella— voy a protestar, pero él no me deja, me mira con advertencia y yo guardo silencio, no quiero verlo enojado.

—Ya mismo traigo unas bellezas que seguramente a mi teddy le quedarán de lujo, menos uno que realmente quiero regalárselo yo— miro a mi amigo con ternura, lo quiero muchísimo, adoro a mi darling.

Después de un exhaustivo día de compra Yazahib y yo llegamos a su mansión, estoy muerta del cansancio y él está como si nada. Subimos directamente a su habitación, me ha pedido que me quedara con él y lo he aceptado.

—La cama es nueva, he ordenado que la cambiaran mientras no estábamos— sonrío complacida al escuchar eso. Me acuesto y suspiro, es igual de cómoda que la anterior, pero en esta no se ha follado a esa estúpida mujer.

—Gracias por hacerlo, no quería entregarme a ti en una cama que ya habías utilizado con otra— se echa sobre mí y besa mis labios, le correspondo a cada uno de sus besos. Me gusta como besa tan pasional e intenso. Sus manos recorren lentamente mis curvas, mi cuerpo vibra al sentir aquellas caricias enloquecedoras.

—Es mejor darnos una ducha antes de la cena. No quiero perder el control— me da un último beso y se levanta, su enorme erección se nota perfectamente. Trago con dificulta, estoy acalorada y mi sexo se contrae una y otra vez.

—De acuerdo, me daré una ducha para ponerme algo bonito— le guiño y después de sacar algo de ropa me meto a la ducha.

La emoción que siento por ser la novia de Yazahib Meyer casi me excita. Adoro que él se comporte de una manera cariñosa conmigo, amo que siempre me deje claro que está enamorado de mí.

Totalmente arreglada con un bonito vestido sensual, elegante y sexy, bajo para encontrarme con Yazahib.

—Estás preciosa— besa mis labios y me abraza —creo que esa ropa te queda demasiado bien y no quiero que nadie más mire lo sexy que eres— me abrazo a su cuello y le miro a los ojos sonriendo con felicidad. Este hombre me enamora de manera desconcertante.

—Tranquilo señor Meyer, soy únicamente de usted— me da otro beso e iniciamos a caminar. Al salir de casa para dirigirnos al porche trasero me llevo las manos a la boca. El lugar está decorado maravillosamente. Hay rosas, velas aromáticas, luz tenue y la mesa está perfectamente organizada —por Dios… Yazahib, esto es precioso— lo miro todo con emoción, mi corazón late de manera desenfrenada —es hermoso— lo abrazo y beso sus labios emocionada.

—Todo para ti, era mi segundo plan por si no aceptabas ser mi novia— me separo de él y me giro para seguir viendo todo. Yazahib me abraza por la espalda —tú te mereces todo esto y mucho más. Desde ahora serás la reina que gobernará a mi lado, juntos vamos a construir un imperio. Sé que cuando te gradúes de arquitecta tendrás un futuro brillante y estaré ahí para verte crecer y triunfar como profesional— con lágrimas en los ojos acaricio sus brazos que me rodean.

—Muchas gracias por todo cariño— apoyo mi cabeza en su pecho —gracias por fijarte en una mujer que no tiene nada, gracias por ver más allá— siento como besa mi cuello —estoy totalmente loca por ti— me separa de él y me gira para mirarme a los ojo.

—Yo estoy igual de loco por ti. Dani, eres lo mejor que me ha pasado. Al conocerte conocí algo que antes no conocía. Tu vitalidad, tu sencillez y carisma son todo lo que necesito para que mi vida tenga un poco de color— me abrazo a su cuello y nos besamos. Nos damos aquel amor que sentimos. Yazahib está dispuesto a todo por mí y yo estoy dispuesta a todo por él. Siempre lucharé por este amor… por mi amor.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo