Toda mi vida ha sido de lujos, crecí con una familia que a pesar de tener todo el dinero era amorosa y lo principal era el amor de familia. 

Tras la muerte de mis padres con tan solo 18 años quedé a cargo de Hamann Corp. Compañía que se dedica a la creación de todo tipo de tecnología que puedan usar para sus hogares. Mi empresa es reconocida a nivel nacional y nivel mundial, pero ese no era mi mayor trabajo, mi hermanita, una chica que a pesar de todo simplemente es feliz y ocurrente ella es mi verdadera labor, debo cuidar de ella o bueno debía ya que se fue de mi lado, según ella yo la asfixiaba con todos los cuidados que le daba, pero aun así no me culpo por cuidarla como la cuidaba. 

Ahora hablemos de temas del corazón ¿No les parece jodidamente ridícula esa palabra de “amor"? Pues a mí sí me parece un chiste, no sé por qué las personas se enamoran, igual las veo jodidas y sufriendo media vida por las desventuras que viven, por eso yo creo en el sexo, la diversión y los juegos. Así soy feliz. 

Alto, moreno, de sonrisa cautivadora y mirada intenso, con un cuerpo que todas desean poseer y con un carácter que a las mujeres les atrae, ese soy yo Kahin Hamann hombre de 35 años ambicioso, con mucho dinero, un tirano a toda regla, solo yo tengo el poder y el mando en todo lo que me rodea. Mis deseos son oscuros y excitantes, los juegos en el sexo son lo que más me emocionan, las mujeres son un juguete y yo soy el niño que los disfruta, pero también soy de esos que se aburre rápidamente de las cosas y por ello me gusta tener variedades. Mi posición social y el poder que tengo me hacen conseguir todo lo que quiera sin ningún esfuerzo y cuando no lo puedo obtener mi lado peligroso sale a flote, tengo problemas de ira que no puedo controlar y eso me hace el doble de peligro, para mi todo lo que toco me pertenece. Soy posesivo aún cuando no amo, el mundo, las mujeres y el dinero están a mis pies y es por eso que yo todo lo puedo.