Ha pasado un mes desde que eché a perder todo con Marilí, me está volviendo loco, me está dejando en claro que aquellas palabras que le grite a la cara en esa puta habitación no serán perdonadas. Mi confusión no me deja en paz, no sé realmente lo que estoy haciendo, Lucelia no deja de llamarme todos los días para darme consejos de cómo recuperar a mi Dulce, pero claramente no los sigo, se me hacen estúpidos. Malcolm, Loan y Marcus no me dejan en paz, quieren sacarme a tirones de lengua lo que ni yo mismo sé cómo carajos explicar, es frustrante sentirse así, obviamente esa mujer me gusta mucho porque he sido el único que la ha tocado, o eso quiero creer yo, no deja de salir con ese hijo de perra que es su compañero en la U, le voy a romper la cara en cuanto ella se descuide, no me permite ni siquiera acercarme a la U, y cuando voy me hace prometer que no iré por ella
Van dos meses desde que le pedí a Marilí que fuera mía, dos meses en los que no desisto y tengo mucha paciencia. El juego que tiene con el maldito bastardo en la universidad cada día me gusta menos, estoy harto de su negativa, estoy hasta el cuello de su estúpido trato despectivo conmigo, estoy hasta la mierda de que no se hagan las cosas como yo quiero. Loan por su lado está teniendo mucha más suerte que yo, Carla lo da todo por él, hasta el punto de no hablar con ningún hombre, y luego estoy yo que de ser un hombre que imponía sus reglas ahora solo estoy soportando todo lo que Marilí me hace.—Ya estoy hasta la madre de su puto juego, si ella no quiere estar conmigo pues que no lo esté y punto, ya me he arrastrado lo suficiente, y no me digan que ella lo vale porque ya no voy a seguir con esto— mis tres consejeros me miran, ya no puedo con esto, nunca en mi vida me había arr
Todo está tal y como lo pedimos Carla y yo, el lugar es una puta locura, hay demasiada gente del servicio y todos esos colores solo me pierden, desde que Marilí está aquí la casa luce más alegre. Voy en busca de Lonzo, debo preguntarle a Marilí si le gustó todo, y espero que así sea o más de uno perderá su trabajo. Al encontrarla y verla sonreír mi corazón late con fuerza, la amo demasiado.—¿Te ha gustado como quedó todo o debo hacer que alguien pierda su trabajo?— ella le guiña con complicidad al hombre junto a mí, solo porque es Gay no le parto la cara por sonreírle a mi mujer.—Me ha encantado, deberías contratarlos para todas las actividades que hagas— asiento sin cambiar mi gesto.—Has hecho un buen trabajo entonces— digo finalmente para que él se relaje.—Me alegro mucho que te haya g
—Señor ya está listo el desayuno— atrasado como nunca antes me anudo la corbata lo más rápido que puedo, esas tantas horas que hablo con Marilí tendrán que acabarse, tendré que obligarle a que viva conmigo, aun cuando ni siquiera ha aceptado ser mi novia.—Bajo en un momento Susana— le respondo a la mujer para que pueda marcharse. Una vez listo bajo prácticamente corriendo al comedor.—Vaya y eso que tú no tienes quien no te deje dormir— se mofa Loan.—Pues tú tienes quien y aun así prefieres venir a pasar la noche con tu hermano, idiota— rio mirándole.—Dejen de hablar y apresúrense, vamos tarde y hoy tienen la reunión de cierre de mes— rudo los ojos, amo mi trabajo y mi compañía, pero que sea yo quien lleve toda la responsabilidades en cierto punto me abruma.—Lo
Las últimas horas han sido una locura, ver a mi dulce dormida a la fuerza por el dolor que siente me tiene impotente.—Ya tenemos los vídeos, mis hombres ya lo vieron y están a la caza de eso hombres— miro a mi padre con gesto cansado.—Una vez lo tengan que los lleven esta vez a la hacienda que tenemos en el oeste, tengo una fiesta especialmente para esos hijos de perra— paso la mano por mi nuca y la presiono, estoy cansado, pero no puedo irme.—Está bien, así será— me mira por unos segundos —deberías ir a casa, debes descansar— niego con la cabeza.—No me voy a ir, quiero estar aquí y que ella me vea al despertar— miro en dirección a la puerta.—Estas volviendo a ser el de antes— frunzo el cejo —no quiero que caigas en lo mismo, debes descansar— suspiro.—No puedo hacerlo papá, siento que
—Hijo ya deja de beber por favor— mi padre me quita la botella de la mano, gruño en respuesta —ya llevas dos días en eso, no puedes seguir así, Carla ha venido a verte para contarte el estado de Marilí y tú no aceptaste verla— me ayuda a levantarme del piso y me apoya en él para salir del despacho —estás cometiendo el mismo error, la estas cagando hijo de perra— al llegar a mi habitación me mete a la ducha y segundos después siento el agua fría recorrer mi cuerpo —odio verte así hijo, no es tu culpa te lo he dicho— peleando me desnuda y una vez me saca del baño me acuesta desnudo, me duermo apenas toco la almohada.Un dolor de cabeza me hace gruñir, abro los ojos con dificultad, respirar me cuesta, la cruda me va a matar. Me arrepiento al sentarme, todo me da vueltas, tambaleándome voy al baño, me estoy meando. Me miro al espej
Ha pasado el tiempo y mi Dulce sigue más distante de mí, pero soy incapaz de agotar mi paciencia con ella, la he estado apoyando al igual que todos los demás, pero la más fuerte de todos es mi loba, no se rinde, no se deja caer y eso me deja muy orgulloso de ella. Se reintegró a la universidad y eso le ha hecho muy bien, aunque no deja que yo la toque o me acerque mucho no me importa, ni tampoco que cada día la pierdo un poco más, amo que se esté recuperando de manera tan rápida y si es de dejarla ir por su bien lo haré, han pasado solo 3 meses y la he visto reír un par de veces, eso me hace saber que todo está valiendo la pena, aun no recuerda nada y eso es lo mejor que puede haber para asegurarse de que no va a recaer.Por otra parte está la víbora de Camilla, me odia con todo su ser, he intentado hablar con Marilí d
—¿Cuándo dejaste de amarme?— pregunto, su mirada triste y llena de penumbra no se separan de mí, la tristeza y el abismo que hay en sus ojos me quitan toda seguridad y toda pizca de esperanza.—Desde que no cuidaste de mí, Kahin, tú debías cuidarme lo prometiste y fallaste— su voz se vuelve de furia y su reacción es violenta, se aleja de mí y yo no puedo quedarme, voy tras ella, no puedo dejarla ir —no me sigas… me dañaron y jamás te lo voy a perdonar— la oscuridad me rodea y ya no la veo, las risas y los gemidos se hacen más fuertes, miro a mis espaldas y los veo, están los cincos malditos abusando de ella, intento acercarme, pero más se alejan. Ella me mira llorando —mira lo que me has hecho Kahin, por tu culpa sufro.—Lo siento Dulce, lo siento…— prontamente estamos en la misión lo miro todo a mi alrededor
Las horas se me pasan volando, no me doy cuenta de que voy tarde, no quiero que mi Dulce loba se enoje conmigo por no llegar a la hora que le he dicho. Paso por recepción para que envíen a alguien a arreglar mi desastre y después paso a la habitación de Loan, toco la puerta varias veces y no responde, cundo veo al chico del servicio estoy dispuesto a abrirle la puerta de mi habitación cuando escucho a Loan.—¿Qué pasa?— tiene solamente una toalla tapando su erección —¿Qué coño quieres? Me has interrumpido— gruñe, riendo me acerco.—¿Iremos a la discoteca hoy?— asiente —bien no te quito más tu tiempo— rueda los ojos y me cierra la puerta en la cara —idiota— susurro al abrir mi puerta —entre por favor, Dulce ¿Ya estás lista?— le llamo, tarda unos segundos en salir, pero al verla el mundo se me