Ha pasado un mes desde que mi Sol aceptó la ayuda de la curandera, este mes no ha sido fácil para él ni para Lucelia, quien lo atiende. Mi moreno ha estado trabajando mucho y eso no es algo que me agrade, él trata de recompensarme, siempre me trae flores y chocolates, pero es solo para que yo no me sienta mal por su ausencia la mayoría del tiempo. Mis sueños han estado desapareciendo y los de Kahin resulta que eran por mi culpa, por haberlo dejado solo sin importarme lo que él sentía, me lo ocultó para que yo no me sintiera mal, pero era imposible no sentirme así, él sufría por mi culpa. Las citas con la psicóloga se han vuelto tensas, la compañ&iacut
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Todo se acabó
Los días pasan y con ellos, mi embarazo se vuelve menos llevadero, la tristeza, los nervioso y la angustia no me ayudan en nada, apenas toco la comida y eso porque me obligo a comer por lo menos un poco para alimentar a mis hijas, aún vivo con Kahin, aún estoy bajo el mismo techo que ese hombre, persona que me lastimó, me engaño sin ningún motivo y lo que más duele, es que no sepa cómo explicarme todo. Tengo una infinita tristeza que debo disimular siempre, nadie sabe por lo que estoy pasando y lo prefiero así, ahora soy madre de un bebé y llevo dos en mi vientre, debo ser responsable de todo lo que haga y debo afrontar mis problemas yo sola.
¡Maldita zorra!
Los días pasan y con ello Kahin se vuelve más intenso, me siguió el día de la mudanza y por ello sabe dónde vivo, los regalos y arreglo florales no hacen falta ni un solo día así como su visita cada noche para saber mi estado y pasar tiempo con nuestro hijo.Todos saben lo que Kahin me hizo y como era de esperarse, él no se defendió, por lo menos no fue tan cínico de descontrolarse y pedir que confiaran en él como me lo pide siempre a mí, cosa
¿Corazón? ¡Ganado!
Han pasado cinco días desde que todo se aclaró con mi amarga Luna, cómo era de esperarse, ya estoy nuevamente instalada en la mansión, mi moreno no dudó en sacarme de aquella casa que le robó sus momentos conmigo.
¿Nos casamos?
Cómo siempre que las cosas marchan bien el tiempo vuela, han pasado cuatro meses desde que mi hombre y yo estamos reforzando nuestra relación, todo está de maravilla aunque las discusiones no faltan, el problema de ira de mi marido permanece y como siempre puedo controlarlo.Mi hijo, ya de un año, es una tremendura, habla muchísimo y en el idioma que le converses, es súper desarrollado mi bebé, es igual de gruñón, amargado y tirano que su padre, Kahin ama eso de &
Epílogo
Panamá, Clayton, 1 año después.La vida, con todo y sus cosas, es maravillosa. Mi moreno y yo hemos pasado por una serie de cosas que hemos sabido superar juntos y a pesar de todos esos errores que cometimos en el pasado, nos volvimos más unidos. Reforzando lo bueno que pusimos en práctica en los momentos que estábamos mal,
Sobre el autor
Sobre la autora:Melanie Fraser nace
Presentación del Libro
¿CORAZÓN? ¡GANADO!Melanie Fraser<
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