La búsqueda parecía imposible, habían pasado las horas y todavía seguían movilizándose, incluso habían pasado fronteras entre manadas y todavía seguían y seguían. Jessi parecía estar tranquila, su corazón palpita de la misma manera que lo hace cuando sabe que verá a Dark. Los enemigos por supuesto supieron la noticia, la sucesora de Dark Ottum estaba fuera de los muros de su manada y era la oportunidad para derrocarlos de una buena vez y hacerse con el poder. Ya las manadas enemigas se estaban preparando para una emboscada, solo estaban esperando el momento adecuado. ―Es mejor esperar que se alejen más de casa. ―Aconsejó uno de los guerreros. ―Estando lejos no habrá nadie que pueda respaldarlos, ellos están llegando a las aldeas remotas, todos sabemos que ellos no los defenderán por miedo. ―Todos estuvieron de acuerdo. ―El vigilante los tiene en la mira, por lo que será fácil encontrarlos. ―Otro de ellos tomó asiento. ―No pueden olvidar de que uno de los lobos más poderosos está ent
Desesperación, esa es la palabra que describe a Jessi, ver a su amor tendido en una cama tan vulnerable como nunca le dolió de manera desgarradora. Ella jamás pensó que podría hacerle tanto daño, se lo imaginó un millón de veces, verlo sufrir tal y como ella sufrió, pero solo era porque lo creyó inquebrantable y demasiado orgulloso como para sufrir por ella, pero ahí está al borde de la muerte. Dark lleva durmiendo una semana, las heridas físicas han sanado a la perfección, pero nadie sabe como está su lobo y las heridas emocionales, todos esperan a tener una respuesta pronto, pero las cosas indican a que el rechazo lo afectó severamente. Jessi cumplió su palabra, les trajo al rey de vuelta y era momento de darles la cara al pueblo para que la juzgaran como mejor les convenía. Ella hizo un trato con la Diosa Luna y su corazón está seguro de que Dark vivirá, por lo que se enfrentará al pueblo y dejará su destino en mano de la Diosa. ―No estoy de acuerdo con esto, ¿Entonces de que va
La multitud quedó en total silencio, tensos y temerosos, Apolo quedó a medio camino igual de rígido que el resto, Eir y Vidar miraron asombrados desde la distancia, impresionados por como una sola oración dejó todo en total silencio y tan temerosos que nadie se atrevió a contradecir ni a reaccionar.Jessi con el corazón acelerado abrió los ojos y al encontrarse a cada persona con las manos en el aire listos para aventarle desde piedras hasta cuchillas, inició a darse la vuelta para buscar al dueño de esa voz, pero antes de que pudiera, fue abrazada protectoramente por la espalda.―¡Dios! ―Tembló por completo, ella se siente a salvo, él llegó justo a tiempo.―Lamento haber tardado tanto, pequeña. ―Le susurró al oído como si una horda de personas no estuviera ahí mirándolo con temor a mover un solo músculo. ―¿Pretendías dejarme sin ti? ¿Estabas dispuesta a volver este mundo una pesadilla para todo aquel que te lastimara? ―Jessi sollozó. ―¿Estabas consciente de que mataría lenta, doloros
La recuperación de Dark estaba completa, el hombre volvió a ser el de antes y como arruinó muchas cosas entre ello la confianza de sus aliados, se vio obligado a recuperar todo lo que había perdido al ser rechazado.El poder era nuevamente de los Ottum y nadie se atrevió a enfrentarlos ni a cuestionar su liderazgo. El mundo sobrenatural volvía a ser el mismo para todos, el orden reinaba y los enemigos volvieron al escondite del que habían salido, pero había una pieza fuera de lugar, los vampiros. Dark está consciente que él fue a por ellos, pero antes ellos vinieron por su luna y debe dejarles en claro que no perdona cualquier acción negativa en contra de su destinada.Jessi se niega, ella insiste en que tuvo la culpa por meterse en territorio que no debía, pero Dark no quiere escucharla, en todo caso todavía estaba en el mundo humano y tienen rotundamente prohibido cazar tan cerca de la frontera y ellos lo hicieron.En la manada Luna Creciente las cosas estaban retomando su lugar, lo
Dark miró a su mujer, sabía que sería un problema, pero esa fiera se pasa con sus castigos, ¿Cómo pudo gritarle que no tendrán sexo hasta la ceremonia? ¿No se da cuenta de que no puede vivir sin tenerlo en lo más profundo de su cavidad? No comprendía como podía estar diciendo tonterías de tal magnitud.―Y deja de mirarme así. ―Gruñó molesta. ―Me voy a ir vestida como yo quiera. ―Dark apretó la mandíbula, ¿Cómo puede ese maquillaje tapar todas las marcas que él le hizo a su cuerpo? Eso es hechicería de las más perversas. ―¿Algún problema con eso, señor Ottum? ―Dark endureció más su gesto.―Sabes que…―¿Y de verdad responderás a eso? ―Se cruzó de brazos dejándolo con la palabra en la boca. ―¿En serio quieres dejarme en claro que es un problema para ti? ―Dark no supo qué decir, ¿Cómo puede acojonarse él por una diminuta humana? ¿Qué clase de brujería era esa?―No he dicho nada. ―Dijo finalmente sentadito desde la cama como un buen niño. ―Deberías dejar ese temperamento de mierd4. ―Murmur
Jessi miró al hombre a su lado, ella se asusta por la intensidad del amor que siente por él. Su corazón palpita tan fuerte que le aterra morir por un infarto, es como si todo ese hombre fuera lo que ella necesitaba para sentirse plenamente feliz. Él es tan perfecto que aun con su manera de ser ella lo adora y finalmente comprende como es que Eir pasaba del comportamiento arrogante y narcisista de Vidar, ahora ella hace lo mismo con su lobo y es algo que ama por completo de él. Una sonrisa se dibujó en sus labios, está locamente enamorada de ese hombre, pero al recordar como una mujer le coqueteó y él tuvo la osadía de mirarla, se llenó de rabia gracias a los celos. Esa mirada verde solo debería ser de ella, pero él siempre se la regala a otra mujer. Realmente cabreada, le dio una bofetada que resonó en la silenciosa habitación, su mano ardió y dolió a la vez, la mandíbula del hombre es realmente dura, pero ella no tenía tiempo para quejarse, se hizo la dormida al instante evitando
Dark se colocó a Jessi detrás, él se interpuso entre la mirada del hombre y su pequeña, pero, en cambio, Jessi no dejaba de mirar al recién llegado, ¿Cómo había llegado él ahí? ―Les doy un segundo para que se larguen de aquí. ―Todos los guerreros de todas las manadas y los seres de los otros reinos estaban listos para defender al rey alfa. ―Solo la quiero a ella. ―Señaló a Jessi con una sonrisa. ―Prometo marcharme una vez la tenga. ―Esa sonrisa desquiciada enloqueció a Dark. ―Si la quieres tendrás que pasar sobre mí y todo el que esté dispuesto a dar la vida para protegerla. ―Los vampiros miraron su alrededor, saben que tenían la de perder, pero por algo trajeron su pase de oro. ―Bien… ―En un rápido movimiento tomó a Mark por el cuello de espaldas a él. ―Si ella no quiere venir, entonces este humano morirá. ―Jessi quedó en shock, ¿No estaba Mark con ellos? ―Míralo, humana, él se arriesgó por ti, ¿Es como le pagarás? ―Río con malicia mientras su antebrazo se aprieta cada vez mas en
Dark despertó después de un día, él deseó dormir hasta que su pequeña despertara, pues de esa manera no sufriría como lo está haciendo por no saber lo que pasará con su mujer. Ella no da señales de que despertará pronto, la herida de la mordida del vampiro y la marca han desaparecido, pero ella simplemente sigue igual. Él no pensó en que su pequeña moriría, no podía dejarse llevar de esa manera, su corazón sabe que ella abrirá los ojos y aunque no sabe si lo hará como una vampiresa o como su luna, está dispuesto a aceptarla como de lugar. ―Padre. ―Eir entró al despacho, él no sale de ese lugar si no es para torturar al pobre humano o para ir con Jessi. ―Los niños preguntan por ti, ¿Por qué no sales? ―Dark suspiró, su hija ha sido un pilar fundamental la última semana, si no fuera por ella él ya habría enloquecido. ―¿Dónde está mi nieta? ―Eir sonrió. ―La tiene Kora. ―Dark gruñó. ―También deberías traérmela a mí. ―Se puso en pie. ―No por ser hombre solo necesito pasar tiempo con los