Tras alejarme del campus conduzco sin rumbo, solo conduzco para alejarme de toda la mierda de la que estoy rodeada. Intentar seguir adelante aun con todo lo que me pasa no ayuda en nada si siempre salen más.

Enamorada de mi hermano, engañada por mi novio, alejada por mis padres y juzgada por mis compañeros. No importa cuánto me esfuerce por ser dura, por ser yo misma y no sufrir de más, la vida siempre tiene algo para joderme y obligarme a rendirme, y hoy estoy dispuesta a hacerlo. Hoy me rendiré sin pensar que soy una débil, hoy me rendiré porque ya no puedo más.

Al llegar frente a una licorería me detengo y bajo de mi moto, me paro en la puerta y miro el interior a través del cristal, las lágrimas se me deslizan por las mejillas. No puedo recurrir al alcohol siempre que me pase algo, eso me haría igual a los chicos que han crecido con problemas, yo debo superarme y no dejarme llevar por las cosas. 

Enojada y sin más que hacer monto a mi moto y conduzco por u