CAPÍTULO 9. La mitad de un hombre arrepentido
CAPÍTULO 9. La mitad de un hombre arrepentido
No pasó mucho tiempo hasta que se regreso contestó otro mensaje.
"Considéralo hecho"
Y durante las siguientes cuatro horas Scott esperó impaciente a que Alexa despertara y cuando por fin lo hizo, la primera mirada que le dirigió fue de acusación.
—Lamento mucho lo que pasó —dijo Scott y a Alexa se le cristalizaron los ojos por el esfuerzo mientras se sentaba.
—¿Por qué el CEO Hamilton tendría que lamentar el accidente de su empleada más odiada...?
—¡Alexa...!
—...A menos que no fuera un accidente —terminó ella y por la mirada de Scott supo que había dado en el clavo. Por algo todos habían salido huyendo cuando ella se había acercado a aquella cafetera—. ¿Tú hiciste esto? —lo increpó.
—¡Claro que no! —gruñó Scott entre dientes—. ¡Soy un hijo de puta, pero tengo formas más efectivas de doblegarte que haciendo explotar una cafetera en tu cara!
—¿¡Ah sí!? ¿Como cuáles?
—Como despedirte —replicó él tajante—. Me gusta jugar contigo, muñeca, pero