Y entonces comprendí, que realmente no estaba solo

Pues porque como sé cómo soy, ya que me conozco demasiado bien, fue a raíz de eso, que llegué a darme cuenta que alguien no hacía las cosas como realmente debía.

Al visitar rutinariamente al Doctor García para contarle como de costumbre, todos mis trapos sucios, hablé con él de mis cosas como siempre, con total naturalidad, sin tapujos ni reparo alguno. Describiéndole paso a paso cada movimiento de un día cualquiera en mi vida, mientras el anotaba apuntes sobre mí en su cuaderno de campo, estando sentado a escasos centímetros. Puedo a día de hoy, recordar con todo lujo de detalles los detalles de  aquella consulta, analizados por mi visión crítica mientras charlaba recostado en ese cómodo sillón, estuve largos ratos exponiéndole en cada visita los detalles de una vida atípica que nadie comprendía, como si fuese un comediante que relata un monólogo, mientras mirando de reojo, podía ver como éste anotaba sin cesar apuntes en su libreta, incluso pude llegar a apreciar que,

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo