¡Te rechazo, Samantha Owen, eres infértil! grito enfurecido mi alfa y esposo. Me botó de la manada al no darle cachorros, un mes después me enteré que estaba embarazada pero ahora los enemigos de mi esposo me persiguen ¡Él me da por muerta! ¡Es mi oportunidad para huir de él y criar a mis cachorros sola! Un nuevo amor misterioso llega a mi vida pero las sombras del pasado aún me siguen...
Leer másJames observó con nostalgia cómo esa pareja peculiar se alejaba en dirección a su hogar. Sintió una profunda tristeza al recordar que él mismo podría haber tenido una relación similar si no hubiera sido un completo idiota en el pasado.Con pesar en su estómago, dio media vuelta y regresó a su imponente mansión, caminando por el angosto sendero que atravesaba el frondoso bosque que rodeaba su propiedad. En su mente, seguía rondando la imagen de aquella mujer que había cruzado su camino momentos atrás. Cuando ella corría y volteaba para mirarlo, por un instante había jurado que se trataba de Samantha, pero al ver su rostro completo, comprendió que no era ella.Sin embargo, su aroma era una réplica perfecta del perfume que Samantha solía llevar. ¿Quién podría detenerlo si deseaba pluckear otra flor del jardín? Debería encontrar la felicidad, y si la divina providencia había colocado a esa misteriosa mujer en su camino, debía de haber una razón.Una cosa estaba clara en su mente: si ese h
Samantha estaba curiosa por la sorpresa que le había ofrecido D’mitry.—¿Qué es? —preguntó Samantha emocionada.—En unos días vendrá un equipo de doctores únicamente para ti y para los cachorros, dentro de ese equipo viene una máquina que te va a permitir verlos y escuchar sus latidos, ya vamos a poder ver a nuestros cachorros —D’mitry hablo con una gran sonrisa.El corazón de Samantha empezó a latir rápidamente si seguía así este hombre le iba a acusar taquicardia.—D’mitry… Dijiste… —D’mitry la interrumpió.—Si, se lo que dije, no me corrijas y déjame la ilusión.—Eres un hombre totalmente maravilloso D'mitry.—Lo sé —Respondió con una falsa arrogancia.—No seas así ja, ja, ja, —Se río Samantha mientras le daba un pequeño empujón entre risas.—¿Que? Pero si lo soy —Respondió aún riéndose.—Si, si lo eres —Respondió mientras lo miraba con ojos de amor.—Te apuesto que el día que conozca a tus padres también me dirán lo mismo, quedarán totalmente encantados por que, como sabes soy un
D'mitry abrió la puerta viendo a Samantha en el interior de la oficina ella se pasaba la mano por su mejilla e instantáneamente se desaparecía la herida que Emma le había causado, era simplemente su magia.Cuando Samantha, con una mezcla de curiosidad y preocupación en sus ojos, observó cómo D'mitry sonreía misteriosamente desde la puerta, sus dedos aún rozando el rasguño en su piel, una chispa de complicidad se encendió entre ellos. El ambiente se impregnó de una tensión sutil pero eléctrica, como si estuvieran inmersos en un juego de secretos compartidos.Con el corazón latiendo con fuerza, Samantha no pudo evitar devolver la sonrisa de D'mitry cuando sus miradas se encontraron en ese instante de expectación. La oficina, con sus muebles de madera pulida y la luz tenue que se filtraba por las cortinas.D'mitry avanzaba hacia Samantha con pasos sigilosos, deslizando su mano con destreza por su cintura y haciéndola girar en el aire en un beso apasionado, la preocupación se apoderó de e
Samantha se terminó de duchar y se estaba arreglando para salir otra vez cuando su puerta fue tocada, pensó que era Verónica.—Pase, por favor —Habló mientras se veía en su espejo, acariciaba su vientre con deseo de que ya tuviera más grande.Pero no pasó Verónica, si no Emma, cuando Samantha volteo se quedó inmóvil sin saber que hacer, aún sostenía su vientre dejando en claro que estaba embarazada por la forma en que lo hacía.Emma entendió el estado de Samantha, pensó de inmediato "Está embarazada de D'mitry".Samantha soltó su vientre de inmediato cuando se dio cuenta de su presencia.—Digame, ¿Necesita algo? —Se apresuró a preguntar Samantha.—No, no. Solo quería conversar con usted —Veia a Samantha de arriba a abajo, se veía demasiado angelical que no creería las cosas que hace en un estado de lujuria si se lo contaran —Veo que usted es la líder de la gente que vive aquí y no D'mitry.Samantha suspiro aliviada de que no supiera algo de lo ella con D'mitry.—Asi de que eso quería
Perdieron la noción del tiempo, sumidos en la serenidad de la naturaleza que los rodeaba. Las hojas crujían bajo sus cuerpos, susurros del viento les cantaban melodías secretas. D'mitry y Samantha, con sus dos almas entrelazadas aunque no fuera el destino, yacían en la fresca hierba, entregados al abrazo del bosque, su refugio secreto.El cálido sol de la temprana mañana filtraba sus rayos a través de las hojas, tejiendo un manto dorado sobre ellos. La piel desnuda de Samantha yacía junto al corazón de D'mitry, compartiendo latidos.Cada suspiro se mezclaba con el aroma fresco de la tierra y el murmullo lejano de un arroyo.Samantha, con dedos delicados como pétalos de rosa, acariciaba el rostro de D'mitry, explorando los surcos que el tiempo había esculpido en su piel. Cada caricia era un tributo a cada beso que se habían dado, a los momentos de alegría y adversidades que habían superado juntos. Sus sonrisas, como luceros en el crepúsculo, iluminaban el bosque y disipaban cualquier
Samantha paso por sus brazos por la nuca de D'mitry haciendo que se pegara más a ella, D'mitry poso una mano en el tronco para no aplastar a Samantha con su peso y la otra iba acariciando su mejilla.La respiración de ambos se iba acelerando, sus cuerpos se movían en su beso ardiente, las manos de Samantha se movían por el abdomen marcado de D'mitry.Nunca lo había visto sin camisa y su curiosidad se estaba mezclando con lujuria, quería conocer cada rincón de su cuerpo, si algún día tenía que dejarlo ir lo iba a hacer pero este tendrá su marca en el cuerpo.D'mitry se ubicó entre las piernas de Samantha tomándola por sorpresa, sus besos se volvían desesperados, pegó su cuerpo aún más al de Samantha.La respiración de ambos era muy agitada, D'mitry besaba el cuello de Samantha bajando hacia su escote posando un beso en sus pechos, volvía a arremeter contra su cuello arrancándole gemidos suaves a Samantha.Por suerte estaban muy adentro del bosque y era imposible que alguien los mirara
Samantha, con los ojos entrecerrados, observaba fijamente a D'mitry, quien se encontraba arrodillado a su lado, con lágrimas resbalando por sus mejillas una tras otra, de verdad que estaba afectado. El silencio entre ellos se volvía insoportable, pero Samantha seguía sin decidirse a escuchar sus explicaciones. Al final, quería escucharlo, si todo se iba acabar aquí y ahora que por lo menos no se quedará con la duda.—Habla —Solto Samantha en un tono cortante, solo eso. Mega asintió en su cabeza.Las palabras parecían atascadas en la garganta de D'mitry, quien luchaba por encontrar las palabras adecuadas.Finalmente, con un suspiro entrecortado, D'mitry se las arregló para hablar. —Samantha, te ruego que me escuches y después tomas tu decisión —Murmuró con una voz quebrada.—Sé que cometí un error imperdonable, pero necesitas entender la situación desde mi perspectiva, se que no debí traerla pero no es como piensas, no la conocía hasta hace 2 dias, escúchame y después si te quieres
—Lo odio, lo odio ¡Es igual a James! ¡No es lo que me prometió! —Repetia en su cabeza mientras corría.Mega gimoteaba en su cabeza.—¿Que haremos? Pensé que nos quería —Sus palabras le dejaban un sabor amargo en la boca a Samantha.Samantha, sumida en un profundo dolor, continuó corriendo incansablemente hacia el corazón del frondoso bosque, sin detenerse ni un instante tratando de borrar las palabras de Mega. Ella también pensó que D'mitry la quería pero no fue así, en lo más mínimo. Las promesas de estar juntos y aquel juramento dónde le juro por la Diosa que no buscaría a su mate eran falsos, en la primera oportunidad que tuvo la busco y la encontró.¿Por que la trajo? ¿Por que la quería torturar así si el sabía lo dañada que estaba ya por culpa de James?Por más que corría no iba poder escapar de los pensamientos que invadían su cabeza como tormenta.Sus piernas, fatigadas y temblorosas, seguían llevándola más y más adentro en su búsqueda desesperada de algo que aliviara su tormen
Cuando me desperté, sabía que el día iba a ir mal, no sé cómo decirle a Samantha lo que ha pasado ¿Como le digo que encontré a mi mate en mi viaje? Nunca pensé que pasaría y menos ahora.Estaba en un baile donde se me había invitado, fui solamente por petición de mi padre, no debí ir.Me acerqué a mi padre y estuvimos conversando con varias personas en unos momentos.Cuando llegue no pasó nada, pero de repente el olor de vainilla característico de Samantha llegó a mi nariz, Omen se volvió loco.Pedí disculpas, el olor me estaba embriagando y quería ir a donde estaba ese olor.Mi padre sonrió, quizás ya sabía que era lo que me estaba haciendo sonreír cuando llevaba años sin hacerme sonreír.—¡Ella es, es ella! ¡Está aquí! —Gritaba en mi cabeza.Caminé guiandome del olor y llegué a las afueras, justamente en el jardín, busque con la mirada y no vi a nadie, cuando me iba a dar la vuelta apareció una joven con la mirada baja desde la izquierda.Con el pelo negro azabache hasta los hombro