Larissa había estado desaparecida durante dos días, y seguro que todas esas personas estaban muy preocupadas por ella.

Primero, Larissa respondió a los mensajes de Gabriela y Liliana, y finalmente llamó a Valeria.

—Larissa, ¿he oído que te cortaste las muñecas? — Valeria sonaba algo incrédula. Ella conocía a Larissa muy bien y no podía creer que hubiera hecho algo así.

—Valeria. — Larissa suspiró. —Si te digo que casi me matan, me creerías ¿verdad?

—Larissa, esto no es para bromear. ¿Qué está pasando realmente?

Valeria estaba claramente preocupada. —¿Dónde estás ahora? Voy a buscarte.

Una hora después, se encontraron en una cafetería, donde Larissa le explicó absolutamente todo a Valeria.

Valeria se quedó en completo silencio por un rato antes de decir, —Es simplemente increíble.

—Mariana es completamente despiadada, — Larissa no pudo evitar maldecir, mientras Valeria miraba compasivamente su muñeca.

—Larissa, conozco a un neurocirujano, voy a hacer una cita para ti.

Larissa se sinti