Capítulo 6

Christopher

Vuelvo mi vista nuevamente sobre mi hombro como he hecho durante toda la jornada observando ese asiento, el cual lleva vacío tres días.

Tres días en los que Isabella no ha aparecido por el instituto, lo cual es extraño porque ella nunca falta.

– Algo le paso – informa Zeus mi lobo – hace tres días que te digo que algo malo sucedió con ella y no me quieres hacer caso.

– No entiendo cuál es tu obsesión con ella últimamente, me haz hecho andar tras ella como un perrito faldero esta última semana ¿me dirás el por qué?

– Vamos a verla, debe estar en su hogar.

bufo ante como ignora mi pregunta.

– No, debe estar bien, quizás solo es un resfrío.

– Con mayor razón – gruñe – hay que cuidarla.

Ruedo los ojos ignorándolo por milésima vez como estos días que han pasado, no logro entender porque de repente Zeus comienza a preocuparse por ella, quiere estar cerca suyo todo el tiempo, pero no entiende que no es bueno que nos vean con ella.

Puede ser porque este año ella obtendra su loba y como futuro lobo Alpha quiere protegerla, si... debe ser eso.

Pero tengo una reputación que mantener como futuro Alpha y el hecho que la gente de la manada la rechace es motivo suficiente para que yo también lo haga, en conjunto con él hecho que mis amigos me criticarían si me vieran con ella.

– Culpa tuya fue que la rechacen al querer presumirla por ser hibrida provocando el efecto contrario en la gente – gruñe Zeus.

– Estuvo mal lo sé, pero ya no hay nada que pueda hacer.

Espero una respuesta de su parte, pero al no recibirla vuelvo mi atención hacia el frente observando como el profesor mueve sus labios, pero las palabras no llegan al ser captadas por mis oídos cuando vuelvo a fundirme en mis pensamientos.

Antes éramos como hermanos cuando mis padres la acogieron luego de encontrarla en el bosque a corta edad, mis hermanos y yo congeniamos rápidamente con ella, aquella hermosa chica pelirroja de ojos verdes y pecas en su rostro.

Isi siempre fue hermosa, cariñosa y atenta con nosotros a pesar del trágico inicio de su vida al ser abandonada por sus padres adoptivos nunca fue una persona distante y ya que al no tener mucho contacto al inicio con la manada hasta que aprendiera a controlar sus poderes todo su afecto iba a nosotros.

Con mis dos hermanos mayores, Stefan y Felipe siempre la cuidábamos y estábamos atenta a ella, si bien es de mi edad siempre fue mas indefensa que nosotros por no tener sangre de Alpha.

Ella misma nos informo que era hibrida en su momento, ya que había tenido un sueño donde tuvo una epifanía sobre su naturaleza licántropa, pero no sabia el rango del cual seria; y su lado de hechicera siempre estuvo presente.

Con el paso de los años se fue convirtiendo en una mujer y mis sentimientos por ella comenzaron a transformarse en algo más intenso, pero siempre la admire desde lejos tragándome aquellos sentimientos por miedo a no ser correspondidos.

Y el error mas grande que he cometido es el haber intentado lucirme con las chicas usándola a ella o mas bien sus poderes para poder ligar, mas que nada como intento de olvidar los sentimientos que tenía por ella.

Pero las cosas nunca salieron como planee, la manada comenzó a rechazarla luego que se corriera el rumor sobre su naturaleza, comenzaron a maltratarla verbalmente y a veces físicamente ¿y yo que hacía? Nada.

Nunca he hecho nada, soy un maldito cobarde que le da miedo defender a aquella chiquilla que siempre fue amorosa conmigo y que llego a incrustarse en mi corazon sin permiso, para no arruinar mi reputación.

Menudo cobarde.

– Christopher... ¿me estás escuchando?

Volteo hacia la dirección de aquella voz topándome con el ceño fruncido de Brett.

– Eh.... no, disculpa – le sonrío débilmente – ¿Qué decías?

– Si querías que nos viéramos después de clases en tu casa.

Mi vista cae en su mano acaricia mi brazo intentando ser sensual pero su toque ya no es como antes, ahora incluso me llega a molestar.

Volteo disimuladamente observando aquel asiento vacío y el sentimiento de que algo definitivamente va mal aparece en mi pecho.

– No puedo – respondo volviendo a verla y retirando mi brazo de su toque – tengo asuntos que atender.

– ¿Qué asuntos?

– Cosas personales.

Respondo con un deje de molestia cuando vuelve a acariciar mi brazo y mirando hacia el profesor que se pasea.

– ¿Qué cosas?

– Nada que te importe.

Respondo cortante al hartarme de su presencia.

– No necesitas ser tan malo conmigo, solo me preocupo por ti – informa con tristeza.

Ruedo los ojos ante su comentario, ya que sé que lo único que espera de mí es llegar a ser Luna de la manada, pero todas las noches le ruego a la Diosa Luna que no me la de como mate.

El timbre retumba contra mis oídos anunciando el fin de las clases y me apresuro en guardas mis cosas para ir a verificar que la molestia en mi pecho es solo eso, una molestia y que nada malo le paso a ella.

Me levanto rápidamente de mi asiento, pero antes de empezar a caminar una mano me retiene agarrando mi brazo.

– ¿No te vas a despedir? – pregunta Brett con el ceño fruncido.

Suelto un suspiro mientras asiento y me inclino hacia abajo para dejar un beso en su mejilla, pero antes de hacer contacto con si piel gira su cabeza provocando que impacte mis labios con los suyos.

Me alejo lo más rápido que puedo sintiendo ese malestar en la boca de mi estomago y la miro de mala manera.

– No vuelvas a hacer eso – gruñe Zeus cuando siento que toma el control.

– Zeus – exclama sorprendida – no... no pensé que te molestaría, quiero decir... no es primera vez que nos besamos.

– No vuelvas a hacerlo.

Gruñe mas cerca de ella ocasionando que se encoja en su lugar mientras asiente.

Me devuelve el control de mi cuerpo y comienzo a caminar hacia la puerta sin volver a mirarla, camino lo más rápido que puedo hacia mi auto y una vez que estoy frente a él me adentro acomodándome en el asiento soltando un gran suspiro.

Enciendo el auto y salgo del estacionamiento rumbo a la casa de esa pelirroja que sigue apareciendo en mis sueños de vez en cuando.

En menos de 10 minutos ya estoy aparcando fuera de su casa, apago el auto y me bajo lentamente cerrando suave la puerta intentando hacer la menos cantidad de ruido posible ¿Por qué? No lo sé.

Observo la casa detenidamente, es color blanco, de dos pisos pequeña, pero de un tamaño suficiente, un pequeño jardín delantero rodeado de una cerca también blanca lleno de flores característico de ella por ser hechicera, ya que tiene una conexión especial con la naturaleza, las ventanas están abiertas con las cortinas meciéndose hacia afuera por el viento indicando que se encuentra aquí, pero ¿Por qué no ha ido a clases?

– Vamos rodea por el patio – habla Zeus.

– ¿No es mejor si tocamos el timbre?

– No, porque quizás no te abra la puerta.

– ¿Por qué no abriría? – pregunto curioso.

– Pues... por ser tú.

Bufo molesto por ese comentario, pero dolido porque se que en el fondo es verdad.

Comienzo a caminar adentrándome en el jardín frontal para pasar por un costado de la casa hacia la parte posterior de esta, pero dejo de caminar cuando la veo.

Sentada en medio del patio con las piernas flexionadas cubiertas descubiertas pegadas a su cuerpo mientras las rodea con sus brazos también descubiertos al estar usando un vestido, su cara esta ligeramente inclinada hacia el cielo y su cabezo rojizo esta suelto siendo mecido por la brisa.

Se ve tan en paz.

Tan hermosa.

– Fíjate bien en ella – gruñe molesto Zeus.

– Eso hago y es hermosa.

– Mira bien sus brazos – informa molesto.

Frunzo el ceño ante su comentario, pero la rabia comienza a ser compartida cuando puedo distinguir en su piel coloraciones purpuras por todo su brazo y algunas pocas que puedo observar también en sus piernas desde mi ángulo.

– ¿Isi?

Hablo en voz alta para llamar su atención percibiendo como todo su cuerpo se tensa cuando me escucha.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo