Thea Michaels creyó que no era posible enamorarse, no cuando jamás había sentido algo así. El amor no estaba destinado a formar parte de su vida. Sin Josh a su lado, sin amigos, sin nadie cercano a quien contarle sus pesares, Thea a confiado en la persona equivocada. Ella misma lo dijo una vez: En mi soledad, había confiado en la persona equivocada. Ya sabemos quien está detrás de la voz, ya sabemos quién abusó de la única persona inocente en su triste vida. Ahora Thea se ve obligada a escapar, lejos de ese que quiere hacerle daño, de ese que quiere poseerla y hacerla suya. Pero Hay un diablo en su vida que está dispuesto a todo para protegerla. Lo único que no está dispuesto es a entregar su corazón. ¿Seguirá Thea junto a él cuando descubra sus secretos? ¿Estará de acuerdo en quererlo aunque él no la quiera a ella? Más intenso, más candente, y mucho pero mucho más doloroso. La segunda entrega viene dispuesta a jugar con nuestras emociones y a hacer vibrar nuestros corazones.
Leer másNo puedo aguantarlo más, resistirme a un final que ya conozco. El silencio detrás de la puerta me asusta, pero a la vez me intenta tranquilizar. A lo mejor se han cansado de esperarme.Tonta, me ajusto la toalla al cuerpo y salgo con la frente en alto.Abro la puerta sin prisa, dispuesta a encerrarme otra vez de ser necesario.Descubro a Santiago en la cama, está solo con el pantalón de tela puesto y su pecho al descubierto.—¿Qué haces aquí? — Inquiero con voz neutra.—No voy a irme a ninguna parte hasta que hables conmigo, Thea. No puedes huir cada vez que las cosas se complican.—¿Qué se comp
Hace 6 años —¿Qué es lo que quieres proponerme? —le pregunto entre curiosa y molesta. Quiero mantener una actitud altiva, separada de lo triste y decepcionada de la vida que estoy viviendo, de lo angustiada y perdida que me siento.No quiero enseñarle eso. quiero que vea que soy fuerte, aunque por dentro me estoy rompiendo. Sospecho que a todos nos llega ese momento en la vida, donde queremos aparentar una fortaleza que en verdad no sentimos. —¿Qué es eso tan interesante que me quieres proponer? Antes que nada, quiero que sepas que no soy una indigente. tengo mi apartamento y tengo un trabajo. No te creas ni por un momento que necesito un trabajo, la verdad ya tengo uno. —No te preguntado lo que haces. No me interesa.¿Qué no le interesa? Acaba de decirme que quiere ofrecerme algo. —No es
Hace seis años Mi cuerpo comenzaba a mojarse por las gotas de agua que caían del cielo. Era una noche bastante lluviosa, estaba oscuro y casi tenebroso. Me siento en la acerara sin fuerzas. No quiero estar aquí. No quiero estar en este mundo, en un mundo donde mi hermano no existe, en un mundo donde he perdido lo más importante que he tenido en mi vida. ¿Cómo puede una persona acostumbrarse a la falta de un ser querido? A mis veintidós años no entiendo cómo es posible que no tenga Joshua en mi vida. Mis lágrimas se mezclan con el agua del cielo, no siento diferencia alguna al bajar por mi cuello desconsoladamente, mientras lloro sin entender la razón de porqué lo alejaron de mí. Leucemia. ¿Cómo no lo supe antes? ¿Cómo no me di cuenta?<
—Thea, sal del baño por favor. Esto es estúpido.—Todo para ti lo es, Santiago.—No seas una niña. Hablemos. No estoy harto de ti, Thea. Esto es…—Nada. No me digas que es complicado, Santiago. No lo digas porque no tienes idea de lo que es tener una vida complicada significa.No me conoce, jamás lo hará.No pienso salir del cuarto de baño.No hasta que me calme, no hasta que pueda verlo a los ojos y saber que es el.Hasta que mi cabeza deje de jugarme malas pasadas y entienda que esta es mi realidad, esta es mi verdad, es mi vida.No estoy en aquel cuarto de hotel con Morton Craig, no estoy en el piso de abajo junto a la escalera ahogando mis gritos de terror mientras Ryan abusaba de mí.No soy más aquella mujer indefensa.No quiero serlo.Y Santiago, mi diablo, ese hombre que me ha hecho creer por un momento que soy cap
Me despierto sudando el alcohol, los ojos me pesan y quiero volver a dormir, Aunque sé que no Debo hacerlo, Hay algo que me está obstruyendo la conciencia.A mis veintiocho años jamás creí que llegaría el momento en el que desearía escapar de mi vida otra vez, no como cuando Joshua murió, no cuando Ryan abuso de mí, o cuando Morton Craig se encargó de desestabilizar mi existencia y hacerme considerar que era más fácil ceder ante la imperativa y amenazadora solicitud de hacer sexo oral por doscientos dólares o seguir con vida, o por lo menos con mi cuerpo intacto. Sin embargo, ninguna de las situaciones vividas; ni el asesinato a sangre fría de mi madre, ni el intento de homicidio de su chulo, ni tampoco haber pasado de vivir en las calles a tener un apartamento pequeño y mugroso donde vivir, nada de aquello fue tan oscuro como la perdida de mi Joshua. Ese momento fue
RecuerdosHace 9 años y 6 mesesEl aire acondicionado me despierta y el frío me espabila. No reconozco el lugar donde estoy. Parece un cuarto de hotel a juzgar por la cama y la mesita de noche desprovista de todo. No tengo idea de cómo llegué hasta aquí. Me veo atada de pies y manos, abierta y desnuda en el frío colchón. Pestañeo para acostumbrar mis ojos a la luz tenue de la habitación. No escucho nada, solo mi respiración y el sonido del ventilador del aire acondicionado.Entonces recuerdo.Yo no estoy aquí. No pertenezco ya a este lugar. No más.Hace muchos años fue una presa en la cueva de un león. Una que perdió su dignidad, respeto y amor propio. Una niña que dejo de creer
Entro a la casa furiosa, el alcohol corriendo por mis venas incitándome a que regrese, a que lo golpee, que pelee con él, a que le diga que no soy una cualquiera. Golpearlo para que no crea en lo que ve en unas cuantas fotos.Él no sabe mi pasado, él no sabe quién soy, no tiene ni la puta idea de lo que he tenido que pasar para llegar a lo que soy ahora.No estoy completa, lo sé. Estoy rota tanto por dentro como por fuera. Llevo una cicatriz en mi vientre que he cargado durante años, una que prueba que mi falla es tanto física como emocional.Por culpa de ella he perdido algo que deseaba tener.Algo que me robaron antes de poder decidir si quería o no tenerlo.Me duele el alma solamente con pensar en lo que perdí, en lo que perdí sin haberlo llegado a tener.Un hijo producto de una violación y como consecuencia de haber perdido a ese bebé, tambi&
—Ya hemos hablado de esto, deja de denigrarte— brusco y enojado, Santiago me corrige algo que ya ha salido en otra ocasión.—Tú no sabes lo que es denigrarse, Santiago. No sabes lo que es tener que vender tu cuerpo para poder pagar la renta. Tú no sabes nada de eso, no me conoces, no me has permitido demostrarte que soy algo más de una prostituta.—¡Que dejes de decir esa maldita palabra! —me grita y me agarra de los hombros.—¡Qué vergüenza! ¡estar saliendo con una!—Yo no estoy saliendo con...—¿Por qué diablos te empeñas en joderme? — le pregunto levantando la voz. —¿Por qué pierdes el tiempo conmigo? ¡Deja de molestarme ya!El alcohol en mis venas me marea y a la vez me da una fuerza que se que no tengo. —¿por qué me enseñas esto?—&iqu