Mi ochocientos veinticinco días. Cuarenta y tres mil ochocientas horas estuvieron entre ellos hasta su reencuentro. La distancia no pasa en vano, mucho luego despues de una partida sin despedida y el caos que esta ocasiono. El grupo de amigos siempre fue salvaje, en la vida adulta no significaba que lo dejarían de ser, porque lidiar con un secuestro de payasos antes de una boda, un mono aparentemente asexual y un príncipe teñido de azul decidido a ganarse el amor a toda costa... Contando también a un francés friendzoneado, viajes y una persecusión de chicas... Solo lo pueden hacer ello, porque ellos... Nunca cambian.
Leer másRebecca limpió las mejillas de su hijo, el pequeño Devon se había cubierto por completo el rostro de chocolate.—¿Por qué?—le preguntó la rubia a su criatura, no entendía aún porque Devon se había llenado de chocolate.Seth asomó su cabeza desde uno de los pilares de la villa, algunos rizos cayeron divertidos por sobre sus ojos.Sonrió—. Tía, porque no quería compartir de sus chocolates.Las mejillas ya limpias de Devon se tornaron de un rosa de lo más lindo—. Eran míos, y me los querían robar.Sus «erres» más pronunciadas de lo no
Trató de hacer silencio por si alguien estaba en casa, observó sobre su hombro a la chica que sostenía su mano, divertida. Ella sentía una corriente de adrenalina, y él lo sabía.Era como su marca, ocasionaba eso en las personas. O por lo menos eso es lo que había visto.Rodearon la casa, metiéndose entre los arbustos de hermosas flores para poder acercarse a la ventana del corredor. De allí, podría escurrirse con agilidad y nadie se daría cuenta. Era un maestro en escaparse.Hasta ahora solo había sido descubierto por su abuelo, una sola vez. Y afortunadamente no iba acompañado, pero esta vez sí así que tenía que tener sumo cuidado.
Pestañeó aburrida, la clase de matemática no era su clase favorita y él no tener a su hermano sol apagaba su día.Porque Lottie Hamilton no era nada sin su mellizo, Liam. De hecho, no funcionaban muy bien del todo cuando estaban separados.Le dio un vistazo al reloj en la pared y sonrió cuando el artilugio marcó el final de la clase, recogió con lentitud sus cosas, acomodó su uniforme arreglado a la medida y camino hacia la puerta para encontrarse con su primo que la esperaba con su novia, la ex mejor amiga de Lottie, Rylie.—No es necesario que me esperes—en realidad no era necesario, era una chica bastante independiente pero aún así su primo la esperaba.
Acomodó su cabello cuando una brisa de primavera lo golpeó al bajar del auto.—¿Estás bien, cariño?—Charleen lo observó algo preocupada.Su sobrino había estado últimamente más triste que nunca. Aunque la palabra no era triste, más bien se sentía vacío y parecía algo melancólico.Él le regaló una de sus suaves sonrisas,—Sí. Estoy... Bien—cubrió su cuello con la bufanda que llevaba.Le ofreció su brazo a la mujer y ambos subieron las escaleras hacia la entrada del edificio. Apenas entraron dos personas se acercaron a ellos para retirar los abrigos y bufandas, el ambiente dent
Maldijo por quinta vez ese aeropuerto. Se le estaban congelando los testículos y estaba seguro que si eso sucedía ni todo el trabajo de Becca podría volverlos a poner activos.O tal vez sí.—Tú padre me odia—le dijo mordiendo sus nudillos por el frío.La rubio lo miró fastidiada—. Antes te odiaba—y ahora otra vez, quiso agregar pero prefirió omitir eso.Dylan pasó una de sus manos heladas por su cabello negro, era tan negro como la noche, lo llevaba con un estilo moderno de chico malo, ni muy corto, ni muy largo.Sus ojos escanearon a la que ahora era su esposa, ¡oh, cuento la amaba! Estaba loco hasta la médula por ella, y ella por él. Su amor estaba lleno de las más pura de todas las lujurias con la más pura ternura. Era algo envidiable, mejores amigos y amantes.El ajetreo de Rebecca se había calmado luego de habe
El pequeño rubio observaba, le daba curiosidad. Veía a sus padres hacerlo de vez en cuando, tenía siete, sabía que eso tenía un terrorífico y asqueroso nombre: Beso.—¡Buh!—Gritaron a sus espaldas haciéndolo saltar del susto.Su primo rió bastante, al fin había asustado a Liam.El rubio le dio un empujón, molesto,—¡No me asustes,imbécil!—Se sintió valiente por decirleimbécila Seth.El castaño limpió el sudor que molestaba en el arco de su nariz, había corrido detrás de Devon un buen rato. El rechoncho niñ
La lluvia hacía de la ciudad bastante fría, tuvo que sujetar varias veces su paraguas para evitar que el viento que soplaba con fuerza se lo llevara volando.Sus pasos eran suaves, llevaba una sonrisa embobada en el rostro. Siempre sonreía, siempre era chispeante con sus emociones, todo lo llevaba al límite. Es lo que la hacía sentir bien, la hacía olvidar lo que siempre se repetía, no importaba que hiciera, no era aceptada del todo. Lo único que le quedaba era su madre y ella siempre le exigiá más, nunca le contó de lo descubierto, de que tenía una media hermana y que su padre salía con chicos de la edad de ella.Su madre nunca entendería sus ataques de rabia, o cuando quería llorar y desaparecer. Se tragaba todo para luego tratar de catalizarlo en Nicholas, era más sen
Antes de leer:Éste capítulo es cuando tenía 19 años.Melissa.Papá me da una última mirada de advertencia cuando entramos al restaurante.¿Aún seguía molesto por haber faltado a su boda? ¡Había tráfico! ¿Era muy difícil de entender? Ya nos habíamos mudado a España de nuevo, había recobrado mi vida, había hecho amigos, y entonces... Él se enamora.Estaba feliz, porque ahora tendría una compañera. Seguro mamá estaba feliz de verlo ahora con su nueva pareja.Volviendo al tema, entonces él se enamora,
Sophia.Corrí tratando de atraparlos, santo cielo, parece autos de carrera.—¡Liam, Seth!—Los perdí de vista cuando se metieron entre los invitados.Me crucé de brazos, vi a la madre de Jazz inclinarse para hablar con Liam. Bueno, por lo menos ya se había entretenido.Giré sobre mis talones para regresar hacia la casa, esos dos no harían mucho desastre si Charlotte no estaba con ellos. Liam sin Lottie no funcionaba.Jack apareció a mi lado con una sonrisa,—¿Cómo vas con eso, Sofi?—Le dio una mirada a Seth que estaba rondando la mesa de bocadillos.
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