Felipe me tiene entre sus brazos abrazada, y sin dejar de llorar, me sigo repitiendo en la cabeza una y otra vez que perdono a mamá por todo, y que me perdone si alguna vez le fallé.
—Eres la mujer más valiente y fuerte que conozco amor. —me susurra mientras me contiene entre sus brazos.
—Lo único que quiero es que, si se va, se vaya livianita, sin culpas. —logro musitar, Felipe me suelta del abrazo, besa mi frente y se vuelve a sentar frente a mí y me toma las manos.
—Yo también le quiero pedir perdón, por no haberla comprendido sino hasta ahora. —dice con la voz quebrada— Y también quiero pedirle perdón por no haber sido lo que esperaba para Emilia, pero que sepa que la amo con mi alma y no la dejaré sola, que la cuidaré y protegeré hasta mis últimos días. —dice y a pesar de la pena, le sonrío.
FELIPEEmilia lleva un par de meses con insomnio, pero no le digo mucho, porque entiendo que es su forma de pasar la pena y no la juzgo, jamás podría ponerme en su lugar, porque tengo hermanos, y si bien por obviedades de la vida, en algún momento a mis papás les tocará partir, tendré a mis hermanos para no sentir ese vacío que describe ella.Me levanto al baño y miro la hora en el móvil 05:15 am, y Emilia no está en la cama, por lo que voy a la sala para ver cómo está. La encuentro en el sillón abrazada a sus piernas, mirando a la nada.—¿Cómo estás bonita? —le digo mientras la arropo con una manta y me siento a su lado.—Hay cosas que nunca voy a entender de mamá, y a pesar que no nos llevábamos del todo bien… extraño las cosas cotidianas ¿sabes? &md
Tres meses después de la partida de mamá sumado al insomnio que esto me generó, retomé la lectura un día cansada de tanto pensar. Tomé mi Kindle y comencé a leer algunos libros que tenía en mi biblioteca. Pasaba horas leyendo y era lo único que me despejaba por completo del recuerdo de mi madre.Digamos que no ayudaba mucho el hecho de estar viviendo en su casa, con sus recuerdos y sus cosas, pero por ahora era lo mejor.Felipe me ha dejado “ser”, me ha dado todo el tiempo del mundo para vivir mi duelo de esta forma, y si bien estoy con ellos todo el día, me tomo mis tiempos a solas para leer y no pensar. He vuelto a escuchar música mientras leo y me pierdo en las letras y las historias de cada libro.Un día, mientras buscaba algún libro nuevo para leer, me llega una notificación de Facebook, ya que alguien le hab&iac