Su voz sonaba tranquila, pero cargada de un significado profundo. Hizo una pausa, evaluando claramente si todos estaban prestando atención.
—Quiero que todos aquí entiendan por qué tuve que llegar a un acuerdo —retomó Dionisio—. La paliza que recibió Arcadio de tus manos, Taylor, no se puede pasar por alto fácilmente. Te excediste más allá de la legítima defensa. Si esto hubiera escalado un poco más, no habría podido encubrirlo.
—Recuerden que bajo la ley, la legítima defensa solo se justifica si es razonable y necesaria para protegerse a uno mismo o a otros de un daño inminente. Sin embargo, si alguien continúa golpeando a un atacante después de que la amenaza ha sido neutralizada, ya no puede considerarse legítima defensa. En su lugar, podría clasificarse como agresión. —Les recordó el gobernador.
—Pero lo entiendo. Después de todo, somos familia y como ustedes, yo también sentí el dolor. Dicen que la violencia no es la respuesta para todo, pero cuando vi ese video, también quise gol