—¿En serio? ¿Harías eso por mí? —Preguntó Tristán.
—¡Por supuesto! Además, siempre hago ejercicio con mi hermana, incluirte es solo cuestión de hacer una llamada —respondió Charly alegremente.
—Eso sería genial, Charly. Gracias —dijo Tristán. Se inclinó hacia ella y añadió—. Todavía me duele un poco el corazón porque elegiste a mi hermano en lugar de a mí, pero lo entiendo... hasta yo amo a mi hermano.
—¡Jaja! ¡Tristán! —Se rio Charly—. Algún día encontrarás a la persona indicada. No te apresures. ¡Disfruta la vida!
—Tienes razón. He aceptado que no estabas destinada a ser mi novia, sino mi cuñada. —Agregó Tristán, guiñándole el ojo.
Ante las palabras de Tristán, el rostro de Charly se puso rojo y estaba a punto de levantarse cuando alguien la llamó por su nombre.
—Charly, ¿podemos tener una charla de chicas?
Era la madre de Taylor.
Minutos después, Charly estaba tomando refrescos junto a la piscina con Sabana. Taylor aún no había regresado, lo cual era extraño.
Sabana bebió un sorbo d