Ángel Guardián: "¿Qué? ¿Ahora los besos son algún tipo de castigo?"
Demonio Interior: "¡Ay, cállate! ¿No lo ves? ¡Charly está siendo castigada! ¡Está luchando por su vida con la lengua!"
Ángel Guardián: "¿Todavía tengo trabajo aquí?"
¡La cosa se puso caliente!
Charly no tenía ni idea de cómo habían escalado tan rápido las cosas, pero en ese momento, sus gemidos ahogados llenaron el aire, y el sonido de sus besos ardientes reverberó por todo el lugar.
Taylor la besó como si se estuviera muriendo de hambre, como si hubiera esperado demasiado tiempo para volver a probarla. ¿Y Charly? Le devolvió el beso, derritiéndose bajo la intensidad de todo aquello.
Mientras más se enredaban sus lenguas, más se dejaba cautivar por el beso; los labios de Taylor eran suaves y cálidos, cada roce parecía electrizante. Sus manos, firmes, pero posesivas, la sostenían como si temiera perderla.
Charly podría decir que estaban en el punto culminante del momento cuando Taylor se apartó de repente, y entrecerró