—Esta es la primera vez que veo entrenar a Calor Atómico —comentó Francisco mientras se acomodaban—. Con tanto bombón a la vista, ¡me está dando un subidón de azúcar!
—Yo solo vine a apoyar a Charly. —Señaló Mía.
—Igual yo. —Añadió Alba con una risita.
Comenzó el entrenamiento, y a la mitad, Taylor alzó la vista y divisó a Charly. Al principio pareció sorprendido, luego sonrió.
Charly le devolvió la sonrisa, saludándolo ligeramente con la mano, y en respuesta, Taylor le guiñó un ojo.
Mía estaba a punto de molestar a Charly cuando las amigas de María reaccionaron primero.
—¡Dios mío, María! ¡Taylor te acaba de sonreír!
—¡Y también te guiñó el ojo!
María se rio rápidamente. —¡Sí, por supuesto!
Charly: "..."
—María, qué suerte tienes de tener a Taylor como novio —suspiró una morena.
—Mira el descaro de esa mujer, sigue con sus mentiras de que Taylor es su novio. —Murmuró Francisco, volteando hacia atrás.
Charly ya les había explicado a sus amigas que Taylor le estaba dando clases de básqu