Charly parpadeó ante la petición de Taylor.
—¿Charly? —Preguntó de nuevo, con voz baja y suave.
—El asunto es que... —tragó saliva, dudando—. La verdad es que mi papá no quiere que tenga novio hasta los veinticinco.
Taylor se quedó inmóvil y entornando los ojos con desconfianza, preguntó. —Explícame lo de Lukifer.
—¿Lukifer? —Preguntó ella, y soltó una risa nerviosa—. ¿Ah, Lucas? ¡Jaja!
Se relajó, recostándose contra la pared y apoyando las manos en los brazos de él, respondió. —Mi papá nunca supo de él. Solo mi hermana lo sabía.
En respuesta, Taylor bajó tanto la cabeza que el cabello le cayó sobre el rostro. —Nena, entonces, ¿vas a tratarme como a un amante clandestino?
—¿Qué? —Rio de nuevo—. No...
—Entonces, ¿qué planeas hacer con esto? Sabes que nos vamos a besar otra vez, ¿verdad? Vamos a hacer cosas que hacen las parejas —preguntó Taylor. Se echó hacia atrás, cruzando los brazos—. Digo, ¿qué diferencia hay? ¿Entre ahora y cuando cumplas veinticinco?
—Supongo que mi papá tenía mie