—Te ayudaré en todo lo que pueda —se ofreció Charly—. Pasaré por la Facultad de Ingeniería de vez en cuando.
—No tienes que hacerlo —dijo Taylor—. No quiero ser una carga...
—No eres una carga. Incluso puedo acompañar a Tristán en sus sesiones de terapia para entenderlo mejor —se insistió Charly.
Taylor la miró con una mirada intensa. Sus labios se curvaron en una sonrisa de aprobación mientras preguntaba:
—¿Esta es tu manera de decir que quieres convertirte en la cuñada de Tristán?
Charly no pudo evitar reírse. Se rio tanto que le salieron lágrimas de la risa.
—Estamos teniendo una conversación seria aquí, Taylor.
—Y yo lo dije en serio —dijo él suavemente, sin apartar la mirada.
Por unos segundos, Charly permaneció en silencio, solo mirándolo. Después de un rato, preguntó:
—Espera. Entonces, deberías tener problemas de confianza, ¿verdad? Por eso no has tenido una relación desde entonces.
Cuando Taylor asintió, Charly continuó:
—¿En qué soy diferente? ¿Por qué de repente estás derri