Bajé en pánico desesperadamente a ver que le podía inventar a Teodoro. Alexa estaba con Leonel en su propia cama. No podía dejar que sucediera que el matrimonio de Alexa se rompiera así por así. Teodoro aún no había parqueadero su carro en la marquesina, salí de la casa, me aproximé a él y esperé a que terminara de hablar por el móvil. Cuando terminó me aproximé para improvisar una idea.

—Hola Jason —me saludó con una sonrisa en sus labios —. Necesito que me traigas algo, ando rápido. ¿Cómo está Alexa y Noah?

Respiré profundo.

—Ellos están bien ¿qué es lo que quieras que te traigas?

—Ve a mi estudio y busca un sobre verde, está en el cajón del escritorio, por favor. Y gracias de antemano.

Le envié una sonrisa y una mirada de aprobación, entré a la casa en búsqueda del documento, retorné para entregárselo y se marchó. Cuando partió sentí un alivio ya todo había pasado. Pero no me iba a quedar así con los brazos cruzados Leonel