Tendido en mitad del árido paisaje de la zona norte de Cuba, bajo un sol abrasador, herido de gravedad y a punto de morir, el joven Lucas reflexiona sobre las circunstancias que le han llevado hasta esa situación límite. Lucas era un chico normal, despreocupado, hasta que cierto día empezó a sufrir una persecución. En estos últimos momentos, lo único que consuela su corazón es el amor de Laura; aunque la chica esté con otro hombre, sabe que siempre será suya.
Leer másPido perdón por el atraso en publicar. Mi familia ha pasado por un duelo difícil debido a la muerte de uno de nuestros seres queridos y se me ha hecho difícil continuar la novela. Sin embargo anoche tuve una explosión de inspiración y logré sacar casi 6 capítulos de una sola sentada.Es algo que me pasa bastante. He llegado a escribir novelas completas en un solo mes porque siento que con la misma rapidez que llega la musa, puede irse. Así que aprovecho cuando está para sacarle partido.Muchísimas gracias por la paciencia y perdón por los inconvenientes.Sin más, disfruten de la lectura.Mazo_97
El hecho de que Laura y Jacob hubieran decidido mudarse lejos de mis suegros fue lo que nos impulsó a darle rienda suelta a lo que ambos sentimos. Mi cuñado raras veces paraba en la casa y yo aprovechaba para ir a verla todos los días, sin importar la hora.Siempre que llegaba ella me recibía deseosa de tenerme y no nos alcanzaba el tiempo para disfrutar el cuerpo del otro. Llegué a pensar que así deben sentirse los adictos cuando se rinden a la droga que tanto los atormenta, cuando dejan de lado la resistencia y se entregan sin importar nada a aquello que les carcome la vida.Para mí, Laura lo era todo en ese momento. En el trabajo sólo pensaba en ella, en casa, junto a Lala, no hacía más que contar los minutos para salir a verla y eso enfrió un poco nuestro compromiso.—¿Vas a salir otra vez? —su tono es de una molestia cansada.—Necesito resolver un par de asuntos antes del fin de semana, amor. Son cosas de tu pa
—¿Y bien? ¿Qué tal te queda? —Lala insiste con toques suaves del otro lado de la puerta del vestidor mientras yo termino de abotonar el traje William Fioravanti de corte negro y azul oscuro.Estamos de vuelta en Miami, en una de las tiendas de ropa más exclusivas del país, buscando el diseño que usaré dentro de un mes, en nuestra boda.Observo con cautela la imagen que refleja el enorme espejo que tengo delante. El hombre que me devuelve la mirada es uno totalmente diferente al que puso los pies por primera vez en esta casa, hace ya más de un año. Con la frente en alto recorro su figura detallando el rólex de oro blanco y diamantes que adorna su mano, el anillo de platino que lleva en su dedo anular, el iphone de última generación que descansa sobre la mesilla detrás de él.Con un traje impecable me repara serio, callado. Pero no veo en él la satisfacción que pensé que tendría al haber hecho realidad su mayor sueño. Al contrario, la
—¿Dónde estabas? —Lala se acerca a besarme en cuanto entro a nuestra habitación. Trae puesto un vestido corto de flores y una pamela color piel.—Fui a correr —le correspondo el gesto cerrando los ojos. Aún puedo sentir el aroma de la piel de Laura en cada uno de mis poros.Asiente pasando las manos por mi pecho y se muestra contenta, satisfecha. En sus ojos hay un brillo extraño que no sé a qué se debe.—¿Qué tienes ganas de hacer hoy? —pregunto mientras recorro su espalda con caricias suaves buscando sacar de mi mente la piel que acabé de besar hasta el cansancio.—Voy a ir con Laura a hacer algunas compras. Quiero llevarle regalos a todos cuando regresemos.—Está bien.—Ya empaqué nuestras cosas. Si necesitas cambiarte, dejé varias piezas de ropa fuera por si acaso. Voy a estar de vuelta antes del mediodía.Recoge la enorme bolsa que siempre lleva a salidas
Todo estuvo perdido desde mucho antes de que nuestros labios se tocaran. Ambos lo sabíamos, incluso cuando fingíamos indiferencia, estuvo claro en nuestro interior que ya no había vuelta atrás.Dígamosle destino. Voy a admitir, por una vez, que nunca tuve control de lo que sentía, que por mucho que mis planes estuvieran perfectamente calculados, siempre se doblaban hasta que me devolvían a ti.Laura.Jamás pensé que conocerte iba a terminar provocando un desastre tan grande. Una explosión que no creyó en distancias y que se aseguró de hacernos pagar con creces el atrevimiento de ser infieles. Pero yo estuve ciego mucho tiempo. Sobre todo en Hawai, luego de saber que tú sentías lo mismo. Conocer eso me terminó de volver loco.Fue la mañana del día antes de irnos, en la que, finalmente decido rendirme. Observo mi reflejo en el baño de mi habitación y mantengo un diálogo mental conmigo mismo, donde de
—Esto está mal —balbucea Laura con un hilo de voz.—Pero se siente condenadamente bien —afirmo y atrapo el lóbulo de su oreja con mis dientes mientras presiono su trasero contra mí.Los dedos de mi cuñada se encajan en la piel de mis brazos cuando reafirmo lo mucho que la deseo, sus piernas buscan la manera de enroscarse alrededor de mi cintura y, entre pasos torpes, nos guío hasta una palmera cercana.A este punto ya ni recuerdo el nombre de mi novia, estoy demasiado ebrio con las sensaciones que despierta el cuerpo de Laura. En cuestión de segundos se las arregla para liberar mi erección con dedos ágiles, su boca no pierde oportunidad para besarme y mordisquear mis labios con deseo, a la vez que yo dejo que mis manos recorran cada deliciosa curva de su trasero.—¡Demonios, Lucas! —gruñe cuando intenta que la penetre y me niego.—Eso va por no decirme que fuiste tú —la reprendo, de sus
La mañana es algo que agradezco porque me estoy asfixiando al no saber nada sobre Laura. El alivio me llega cuando veo que se nos une a mi novia y a mí para desayunar. Está intacta. Busco cuidadosamente alguna señal de que la haya golpeado el imbécil de Jacob pero, al parecer, sigue knoqueado en su habitación.El día lo pasamos los tres juntos, alternando entre actividades de playa y sesiones aburridas en el Spa. Los masajes son algo que me relajan pero sigo con ganas de probar las olas de este lugar. Internet aumenta las expectativas cuando descubro que es uno de los mejores y más famosos paraísos de surf del mundo entero y justo esta semana inicia la temporada.Al mediodía, luego de un almuerzo ligero, bajamos a la playa para darme el gusto. Lala se queda a disfrutar del Sol sobre la arena y mi cuñada viene conmigo al agua. Su actitud mejoró bastante luego de la pequeña charla de anoche. A pesar de lo que siento y de cómo en ocasiones mis de
La música animada en la zona de la piscina tiene a todos los huéspedes relajados y divertidos. El olor a mar impregna mis fosas nasales tentándome a ir por las olas que se ven romper a pocos metros de donde estoy pero me abstengo, ya que quiero enmendar las cosas con Lala. Es ella la única que importa y en quien me tengo que concentrar.La encuentro sentada en el borde de la piscina, conversando con Jacob y Laura. Aún no se ha sumergido en el agua, es una de las cosas que siempre me han incomodado de ella. Prefiere verse hermosa e impecable en lugar de atreverse y divertirse.—Vaya, vaya —exclama mi cuñado cuando llego junto a ellos—. Pero miren quien decidió bajar.Mi novia aparta la vista a otro lado y mi cuñada hace lo mismo. El bikini rojo cubre solo las partes necesarias de su cuerpo y ya puedo imaginar lo exquisitas que serán esas marcas de Sol en combinación con su cabello enredado en mi puño mientras la…