MÍ AngelES

 Muchos me llamarían de distintas formas, podría decir que ninguna me importaba, con el tiempo había aprendido a custodiarme de las palabras viperinas de las personas, así que, que me llamaran de maneras diferentes y cada uno con un significado cada vez más atroz no me importaba. Pero no podía negar que la mirada de eso ojos verdes si me importaban, había llegado a importarme y aún estaba tratando de entender el porqué.  Esos ojos verdes habían empezado a ser mucho más importantes que la vida misma, o que mis demonios, solo era ella y la manera en la que me miraba, sin miedo, sin duda, y me preguntaba ¿Cómo podría no temerle al demonio que tenía enfrente?Dicen que los ángeles se encuentran en el cielo, se equivocan, también se encuentran en la tierra, y se encuentra ahora mismo moviendo las caderas mientras escucha

Abrió los ojos dándose cuenta de que el sol apenas se mostraba en el horizonte, se frotó el rostro en un intento de controlar su respiración. Tomó de la mesita de noches aquellas píldoras para la presión, y aunque su doctor no se las había recetado las tomaba por cuenta propia para poder tranquilizarse. Respiro hondo contando asta diez, como le había ordenado del doctor Tomas, era lo único que había seguido hasta ahora, respirar, de resto hacía y deshacía a su gusto, no entendía por qué le pagaba al doctor si aun así no le obedecía; y lo consiguió, su respiración volvió a ser tranquila después de treinta minutos de intento. Salió de entre las sabanas mientras miraba el celular revisando los nombres de sus próximas víctimas, hombre que merecían morir, que habían violado a m