Capítulo ciento cincuenta y nueve: Un nacimiento repentino.
Ha pasado una semana desde que ella desapareció, la policía no tiene ninguna pista, mi gente tampoco y ni siquiera han llamado pidiendo un rescate, nada, no hay nada y yo estoy a punto de volverme loco.

Comienzo a soltar la frustración, a golpes con el armario de mi apartamento, no me importa el dolor de mis puños. Renata me encuentra encarnizado en ese momento donde la vista se nubla por completo, como un animal con rabia. Ella me grita, intentando que pare, pero no tiene suerte; un golpe en seco cerca de mi nuca me hace caer al suelo inconsciente.

No tengo idea cuánto tiempo ha pasado, solo sé que al despertar no estoy en mi casa. Miro a mi lado y encuentro a Axel, dibujando en la venda de mis puños. Los gritos de Dilan me ponen sobre aviso, me pongo de pie y le digo a Axel que no salga de la habitación. El pequeño obedece, quedándose tranquilo en medio de la cama, con la tele encendida, sus lápices y el cuaderno de dibujos.

(Cinco minutos antes)

Escucho el sonido de la puer
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo