Markus: Tiene bastante dinero, tiene todo lo que una vez deseo en la vida; dinero, belleza y una esposa hermosa.
Aunque, esto último no le guste para nada, esa mujer es una perra que solo está con él por su dinero y nada más, eso él lo sabe desde mucho antes de casarse con ella. Nada los ata, no hay embarazo, no hay un contrato, no hay hijos, ni nada. Él sólo está con ella porque necesita ocultar a sus amantes. Y por último se encuentra:Luisanna: Tiene bastantes problemas financieros, unos padres que no sabe dónde están, una hermana pequeña la cual tiene una enfermedad cerebral de origen desconocido. Sólo existe un tratamiento, el cual sólo lo dan en una sola parte del mundo. Boston, Estados Unidos de norte América. No tiene dinero, busca trabajo en diferentes empresas hasta que llega a M. P. Diamantes. Es atendida por el mismo presidente de la empresa, el cual cada vez que decía alguna cosas ella se quedaba ida por momentos. Luego de esa estresante entrevista, queda contratada automáticamente como asistente y secretaria del presidente. Un trabajo bastante duro para alguien, ser dos cosas al mismo tiempo, era una locura total. Un giro total a su vida salvará la vida de su hermana menor de apenas catorce años. ¿Qué estaría dispuesta a hacer Luisanna por su hermana menor? Todo.Se levantó de la cama con algo de pesadez, había pasado el fin de semana con una de sus amantes de sólo una follada. Eso es seguro.No la vería más, ni aunque esta le rogara, él no era de esos. Es bastante frío con las mujeres, no le gustaba que estas quisieran tener más de él. Ante la puta sociedad, era un hombre fiel a su esposa. Claro está, que en otros lugares lo único que le ha gustaba era tener un buen hoyo donde meter su polla.Salió del cuarto de hotel en donde estuvo. Para luego dirigirse hacia el estacionamiento donde está su carro de último modelo de una nueva colección alemana que él mismo se había encargado de crear y diseñar a su manera.Se subió a este
Secándose las lágrimas con rabia salió del baño con rumbo a la habitación de su hermana, de nada valía estar así llorando en un baño de hospital. Estaba segura de que haría lo que fuera para salvar la vida de su hermana sin importar lo que tuviera que hacer. Tenía que buscar otro empleo de medio tiempo, o sea, trabajar de noche para pagar la cuota del hospital en Boston.Entró a la habitación de su hermana con una sonrisa falsa, no necesitaba que se preocupara por algo de lo cual no tenía idea de lo que sucedía.— Lu, llegaste. Pensaba que no ibas a venir hoy a visitarme —murmuró la pequeña Bismalie.— Sabes que siempre vengo, aunque sea de noche a dormir contigo —sonri&
Markus gruñó alto para que la persona que tenía enfrente lo escuchara.— Está bien, Luisanna, déjala —murmuró, irritado.Era increíble cómo una persona podía llegar a ser tan irritable, tenía más de ocho años de casados y jamás la tolero.— Hmm, señor Pisinis, terminé con la mitad del reporte. Regreso dentro de unas pocas horas para terminar con el trabajo atrasado —dijo Luisanna mordiéndose el labio y Markus la vio con una ceja levantada.— ¿Hacia dónde va otra vez, señorita Walsh? —Luisanna tragó duro.— Yo, tengo que resolver algunas cosas pers
Markus había decido ir a un lugar más cómodo que su oficina. Además no quería tener que lidiar con los de limpieza. A su lado estaba la rubia sosteniendo entre sus dedos el cheque que le había dado. Tenían bastante privacidad por la pared que había entre su chofer y ellos dos.— Sigo diciendo que es demasiado dinero para mí. Esto es más de lo que pedí —habló después de unos minutos en silencio.— El dinero no es problema para mí. Quiero que esta noche hagas valer todo lo que estoy invirtiendo en ti. Quiero que sea bien compensado —la vio con mucha curiosidad—. Tengo una duda, señorita Walsh.— ¿Cuál? —preguntó nerviosa por esa pregunta la cual ya se e
Markus se había despertado desde hace unos minutos atrás, se había quedado mirando a su pequeña amante por unos largos minutos desde hace rato.Era tarde, eso seguro, además no tenía que preocuparse de nada era sábado y todos estaban en sus casa descansando. La espalda desnuda de su amante subía y bajaba conforme con su respiración. Había tenido una de las mejores experiencias de su vida a la hora de tener sexo con Luisanna que con sus anteriores amantes.Mirando con más detenimiento las marcas que había dejado en su cuerpo a comparación a las que él tenía en la espalda después de unas cuantas rondas, no era para nada comparado a esas.Estaban tomando un color morado y otras simplemente estaban con algo de
Soltando un gran suspiro de sus labios. Bajó del carro sin mirar al chófer de Markus, además no había sido necesario porque este se fue sin detenerse.Abriendo la puerta de su casa, secó las lágrimas que habían estado posadas en sus mejillas y luego cerró la puerta de su casa. Viendo en el piso una serie de papeles los cuales consistían en fracturas de gas, luz, agua entre otras cosas.Cerró los ojos calmandose un poco, ya tenía por lo menos algunos meses antes de poder caer otra vez en deudas. Al menos podía pagar los meses atrasados y adelantar aunque sea un año de las cosas que debía para no tener que preocuparse por algo.Sacó de su bolsillo el pequeño pero valioso papel que podía cambiarl
El domingo, Luisanna lo pasó con su hermana, tenía planeado pagar todo lo que debía esa semana y guardar algo de dinero de ahora en adelante por posibles cambios en su vida.Se despidió de su hermana en el aeropuerto que el hospital tenía para viajes de pacientes alrededor del mundo. Así como llegó el domingo llegó el lunes logrando así que sus nervios salieran más a flote con cada segundo que el reloj de su pequeña sala marcaba.Mirando sobre su hombro una vez más, salió de su casa con una buena suma de dinero en sus bolsillos para ir al supermercado antes de irse a trabajar.Camino dos calles hacia arriba y encontró el supermercado el cual le había abierto las puertas cuando necesitaba comida para ella y para s
Mirando la hora otra vez en la computadora soltó una tremenda maldición cuando dieron las siete de la noche y Markus aún no salía de su oficina. Todos ya habían salido hace dos horas, menos ella.Sintió su cara arder cuando las fresas se burlaron de ella después de que Markus le había dicho que tenía que quedarse horas extras.Apoyó su cabeza sobre el escritorio cerrando los ojos, tenía un sueño horrible. No había podido dormir desde el sábado después de que el banco le había llevado esa carta con la cantidad de dinero que su padre debía.El sueño fue tan pesado que no se dio cuenta cuando se quedó dormida sobre su escritorio justamente como hacía cuando iba a la escuela y le to