Devina D'Angelo, Una joven de 25 años, huérfana y con un pasado difícil, explora su vida sexual sin ataduras ni compromisos. Su cuerpo provoca lujuria entre los clientes que frecuentan el bar donde trabaja. Hasta que conoce a Hamlet Giannato y siente que todo su mundo está patas arribas. El quiere más de lo que ella puede ofrecer. Ya no cree en el amor. No desde que su novio y el único hombre que la amó murió por su culpa. Hamlet luego de un año de sexo y amistad decide que quiere tener a Devina en su vida. No importa lo que le cueste, logrará que ella se convenza de que están hechos el uno para el otro.
Leer másUna necesidad imperativa.Hamlet. Procuró no pensar más en las confesiones que su madre le había hecho. Prefería calcular cómo enfrentar a su padre, confrontarlo y sacarle toda la información posible. Su padre era un hombre pensante, él había levantado las empresas Giannatto elevado a su máximo nivel y potencial. Si en tal caso estaba teniendo una aventura, debía recolectar cada prueba antes de ir a verlo.Hamlet llamó a su primo para cancelar la reunión que iban a tener. Debía de quedarse para más adelante la charla para saber que demonios le sucedía. Mientras, Hamlet se enfocaría en algo más importante, como por ejemplo, que su madre ya sabía de la existencia de Devina. Quizás no sabía su nombre, pero era cuestión de tiempo que su madre enviara a detectives
Devina se levantó automáticamente de la silla. Tan pronto como su cerebro registró el acercamiento de Ben hacia la mesa donde ellas estaban. No fue difícil encontrarlas, al menos eso se imaginaba Devina. Considerando que la cafetería no tenía más de quince mesas y que estaba rodeada de un cristal completamente transparente, las posibilidades de no ser vistas en un lugar así eran prácticamente nulas. Malo por parte de ella, se maldijo, pues desde que salió de su apartamento, perdiendo de vista a Ben, debió llamar a su hermana y ponerla al tanto de la situación. Quizá incluso debió tomar un taxi e ir a casa de sus padres adoptivos. O algo mejor: Tomar un taxi, ir al aeropuerto, comprar un ticket de avión y mudarse a otro continente. ¿Todo aquello tan solo porque Ben había regresado a su vida? ¡Que no regresó a mi vida! Se gritó a sí misma, incómoda con la situación que no podía controlar. Cuando las cosas se escapaban de s
—¿Quién es quién? — Preguntó Hamlet haciéndose el desentendido.—No te hagas el gracioso, Hamlet. Sabes muy bien de lo que hablo. — su madre lo miro con las cejas enarcadas.—Te juro que no lo sé. — Maldito mentiroso, se dijo. Pero debía sacar la mayor cantidad de información a su madre, para así saber que responder.Carola Giannatto no era una mujer fácil de disuadir, por lo cual, Hamlet sabía que lo iba a tener bastante difícil.Convencerla de que no se traía nada entre manos iba a ser una tarea dificilísima.Y todo porque su secretaria no pudo advertirle de que su madre estaba en la oficina.De haberlo sabido incluso se atrevía a decir que estaba resfriado.—Madre, en verdad no sé de qué hablas. No hay ninguna mujer en mi vida. — Su madre podía ser muy intensa
Devina¿Por qué tardó tanto en buscarla? ¿Cómo es que en cinco años no había dado con ella? ¿Qué intenciones tenía ahora?Devina se hizo toda clase de preguntas antes de llegar siquiera a la cafetería donde había quedado de encontrarse con Cloe. Era cerca de su departamento y tenía la incertidumbre de si Ben iba a seguirla y llegaría hasta donde ella estuviera.Era un sentimiento incómodo ese de la persecución. Quizás él no fue más que el hombre del que se había enamorado años atrás y que ahora deseaba entablar una amistad con ella.—Si, claro. Amistad mi abuela— Murmuró en voz alta sin darse cuenta.Después de varias cuadras caminando, por fin comenzó a sentirse más aliviada de la distancia que hab
— Perfecto. ¿Quieres que te lleve?—No. — respondió ella rápidamente sin pensarlo.Aunque era la respuesta correcta.Debía alejarse de él y aún no entendía bien porqué.Claro que entendía el porqué, pero no deseaba admitirlo.Le dolía como el demonio tenerle allí frente a ella. Necesitaba escapar de él. Por supuesto que no estaba bien quedarse. ¿El no se daba por enterado? ¿No deseaba entenderlo?— Has cambiado. —Ben lo dijo más como un hecho que como una observación. Era cierto que ella había cambiado. Bastante. Ya no tomaba tanto ni salía cada día. Su gusto había cambiado en los hombres y ya no se enamoraba ni confiaba en lo que ella era capaz de hacerle a las demás personas a su alrededor.Si.Ella habí
La mañana de Devina no hizo más que complicarse. Su vida completa giraba desde hacía poco a las acciones y decisiones de Hamlet Giannato. No porque ella quisiera ser de algún modo dependiente de él, más bien, porque el hombre era como un imán. Uno muy pesado y difícil de esquivar.Caminando para disipar sus ideas, Devina cruzó por la calle Paradise Avenue, sin notar ni por asomo que alguien la observaba.Las cosas estaban demasiado complejas para lo que Devina estaba acostumbra ya. No porque su vida completa no lo fuese, sino porque desde hacía años que había perdido la facultad de preocuparse por algo que no fuese su propio cuerpo y espíritu.Devina a través de demasiado madrazos de la vida, comprendió que por más que intentara llevar el control de todo a su alrededor, lo cierto era que de pocas cosas ella podía tener el con
Varios Años antes—Deseo poder irme de aquí. Lejos de todos, lejos de esto, necesito.. No entiendes... No tengo a nadie... Necesito hacer mi vida.—¿Qué estás hablando? ¡No digas sandeces! ¡sabes que no quieres alejarte! Catalina y Jason son buenas personas, nos han cuidado bastante, mucho mejor de lo que jamás ninguna persona se ha interesado por nosotras. —le dijo ssu hermana. Sí, su hermana. Esa joven de pelo marrón y ojos verdes, esa chica de labios gruesos y mirada intensa que hablaba como si fuese mucho mayor que Devina, aunque en verdad fuesen de la misma edad. —Lo sé. —le dijo Devina a su hermana. — pero aún así no puedo evitar sentir que hay algo más de la vida que me estoy perdiendo. Por más bien que me traten aquí, creo que.. —ella dudó de sus propios pensamientos. No porque no supiera exactamente que decir, o que sentir, sino porque no se lo habia contado a
Hamlet GiannattoHamlet se duchó y vistió con calma sin molestarse en afeitarse lo poco de barba que había llenado su rostro en esos días de depresión. Luciendo un traje echo a medida de color azul índigo, se peino el pelo hacia atrás y se miro en el espejo del cuarto de baño minutos antes de tomar su celular y escribirle a su primo para verse en horas de almuerzo.''Ocupado''Fue la única respuesta que recibió por su parte.No estoy en tus niñerías, tengo que verte.Despues de esperar por varios segundos eternos, mirando el celular, pensando que TImothy se negaria una vez mas, al final recibio una respuesta positiva y so