Susan seguía tejiendo su bufanda con tranquilidad. Una noche en particular, después de que todos se fueron a la cama, Julian se levantó de la cama en silencio. Usando la luz tenue como su única fuente de iluminación, comenzó a estudiar cómo tejer una bufanda.

Había que cosechar lo que se había sembrado. Ya que él había empezado todo esto, tenía que terminarlo él mismo sin importar lo difícil que fuera.

Julian no podía fallar. Después de todo, era el director ejecutivo de una empresa. Aprendía rápido, así que él solo tardó tres días en aprender a tejer una bufanda.

Luego, terminó de tejer una bufanda él solo en dos noches.

Al día siguiente se la puso para ir a la empresa.

Aunque todavía era temprano para usar una bufanda y estaba sudando por todas partes, los elogios que recibió de sus empleados alimentaron su vanidad, así que sintió que valía la pena.

De repente, su secretaria lo llamó.

"Sr. Shaw, la Sra. Shaw está aquí para verte".

"¿Susie? Déjala entrar entonces".

La secre