Capítulo 246.
—Buenas noches—, Aaron se hizo presente ante el grupo de oficiales que tenían el sello de su apellido estampado en las costillas, no iba por las ramas, porque la situación lo ameritaba—. Como sabrán hay algunos incidentes que llaman mucho la atención en este momento.
—Servimos a los Crown—, levantó la voz uno de ellos—. ¿Qué quiere que hagamos?
—Responder a cada llamado—, contestó el mafioso con su vista puesta en cada uno—. Y si hay un centinela herido, con posibilidades de vivir, le arranquen la esperanza. Sin delatarse frente al resto de sus compañeros. No queremos rumores alrededor de ustedes.
Todos movieron la cabeza, pues habían vendido su alma desde su primer segundo que tuvieron a uno de ellos de frente. Muchos aún no conocían la única ley que se respetaba en Manhattan, pero pronto sabrían que un Crown era el único que podía dictar las reglas.
Mientras tanto en la zona de guerra en la que se había convertido el lugar que capturaba mucha atención, Harper se detenía apenas