Gianna Ricci es una hermosa e inteligente joven proveniente de una familia extremadamente conservadora, deseosa de un cambio de vida y experimentar nuevas sensaciones, decide tomar sus maletas y juntamente con su mejor amiga Christal Phillips salen del remoto y frío pueblo en el que viven para irse a la ciudad de Las Vegas. Estando allí conocerá a Matthew Walker, un enigmático y exitoso hombre de negocios, dueño de los mejores clubes nocturnos de la ciudad, quien le dará justo lo que ella está deseando. ¿Qué sucederá cuando un sin vergüenza se encuentre con una pecadora?
Leer másCinco años después…Mi móvil suena incesantemente, lo saco del bolso y me doy cuenta que la llamada proviene del colegio de Isabella, en seguida mis nervios salen a flote.—¿Hola?—Buenas tardes, ¿señora Walker?—Si ella habla.—Le estamos llamando porque se suscito un inconveniente con Isabella y necesitamos que a la brevedad venga a la institución.—¿Cómo se encuentra ella?— pregunto temiendo lo peor.—Ella está bien, lo lamento si la alarmé. En este momento se encuentra en la oficina de la directora Powell reflexionando por su mala actitud— ¡Oh no!—Lo siento, iré para allá enseguida— salgo como un bólido a la oficina de Matthew, me dejo de llamar Gianna Walker si el no tiene algo que ver en todo esto. Sin importarme que pueda estar reunido ab
MATTHEW WALKER:Luego de ayudar a verter a Gia salgo de la habitación para dar aviso a nuestros padres que la hora de irnos al hospital ha llegado, me siento un manojo de nervios, no estaré tranquilo hasta que oiga el llanto de mi hija.—¿Matthew? ¿Sucede algo?— pregunta la madre de Gia cuando finalmente abre la puerta.—Gianna tiene contracciones cada veintidós minutos y ha roto fuente. Ya llamé a la doctora y dijo que fuéramos al hospital el breve.—Ve con ella, yo me encargaré de informar a tus padres.—¡Maattt!— dice Gia con angustia apenas entro a la habitación.—¿Qué tienes amor?—Me duele, siente mucha presión aquí— dice señalando su sexo.—No puedo seguir esperando por nuestros padres, nos iremos adelante y ellos que lleg
MATTHEW WALKER:—Dos semanas, solo dos semanas— suspiro dejándome caer pesadamente en el sillón, me siento sumamente agotado.—Maaattt— escucho gritar a Gia por quinta vez en menos de diez minutos.—Por favor bebé, por lo que más quieras, nace de una vez por todas— ruego en voz baja.—Ya voy cielito— si pensaba que el primer trimestre había sido duro en un inicio debido a los constantes vómitos que ella sufría, este ha sido el peor de todos. Sus hormonas dieron un giro de 180 grados, pasó de ser ardiente y siempre deseosa a ser la llorona Gianna. Últimamente llora por todo, llora porque sí, porque no y por si acaso, entiendo que está cansada, el peso del bebé hace que le duela la columna, está irritada porque no puede verse los pies, pero a veces la más m&iacut
Un terrible dolor de cabeza me saca de mi sueño apacible, me siento extenuada, como si hubiese hecho varias rutinas de ejercicios sin descansar, trato de reunir fuerzas para abrir los ojos y es cuando escucho su voz, se oye preocupado, enseguida me asalta el remordimiento, no debí abusar de la comida ¿pero cómo hacía? El solo verla hacía que mi estómago gruñera exageradamente y mi boca comenzaba a salivar como Thor cuando ve un pedazo de pan.—Gia, amor. Por favor recupérate, prometiste que estarías conmigo siempre— dice quedamente con cuidado de no ocasionar algún daño a la vía de suministro de medicamentos que se encuentra inserta en mi vena, deposita un beso en mi mano izquierda.—Si crees que te voy a dejar para que vuelvas a tus viejas andanzas, estás muy equivocado Walker— mi voz suena rasposa, mi garganta reciente el hecho de haber pronunciad
MATTHEW WALKEREsta mañana me desperté cuando sentí que Gianna se levantó de sopetón y corrió hacia el baño, estuve a punto de preguntarle si estaba todo bien cuando la escuché vaciar el contenido de su estómago en el retrete rápidamente dejé la cama para atenderla. Durante el transcurso del día estuvo vomitando continuamente y podía ver lo débil que estaba, debí ser más firme y llevarla al médico en vez de dejarlo a decisión de ella, porque no es normal esta situación.Ahora estoy en el auto de camino al hospital con mi esposa completamente inconsciente, hecho un manojo de nervios, rogando al cielo que al llegar al área de emergencia puedan atender a mi esposa y estabilizarla. Williams conduce por las calles como un demonio salido directamente del infierno, los minutos se me hacen eternos, mis
“Una vez al año no hace daño” la bendita frase no deja de rondar mi mente. Quien la inventó debería ser demandado, porque no es más que una mentira.Aquí estoy de nuevo, con la cabeza casi metida dentro del excusado expulsando todo el contenido de mi estómago, mi siempre amable y compresible esposo me acompaña, aun medio adormilado, pero me da apoyo moral y me soba la espalda mientras me mira con una expresión de “te lo dije”.No entiendo cómo demonios me volví a enfermar, no comí nada fuera de lo común, bueno, quizá si probé el pastelillo y me comí casi todo el postre, pero nada más, en realidad también me comí el steak tartar y tomé vino, pero nada más, y puede que haya probado uno que otro bocadillo y una copa de champán, pero juro que nada más.—¡No me dejes!
Me despierto gracias al sonido de la alarma de mi móvil, siento un ligero dolor de cabeza, una vez que haya desayunado tomaré un analgésico. Últimamente es algo que me ha estado acompañando desde hace varios días, pero creo que una vez que Chris y Scott den el sí y la fiesta haya terminado, podré descansar y relajarme.—¿A dónde vas tan temprano?— pregunta Matthew aún adormilado.—Voy a ordenar el desayuno y a buscar a las chicas para ir a comer junto con Chris.—¡Qué te vaya bonito!— se da media vuelta y se vuelve a dormir. Salgo de la habitación y llamo a recepción para hacer el pedido de la comida, la recepcionista me indica que en media hora la comida estará lista, así que me dedico a realizar mi rutina matutina. ¡Ugh! El dolor de cabeza está empeorando, así que decido agarrar una botella de j
Un terrible dolor de cabeza me saca del profundo sueño en el que me encontraba, miro a mi alrededor solo para darme cuenta que estoy en la habitación ¿cómo se supone que llegué aquí? Lo último que recuerdo es haber jugado verdad o reto con las chicas, me concentro un poco para tratar de recordar, pero la laguna sigue allí, de pronto mi estómago se revuelve súbitamente, salgo de la cama de un brinco para ir al baño, afortunadamente llegué a tiempo al inodoro para devolver todo lo que había ingerido la noche anterior. Cada vez que mi cuerpo hace una expulsión automáticamente me arrepiento de todo lo que comí, la soda, las patatas fritas, la pizza, el licor, todo lo que había tenido que dejar por mi bienestar.—¿Gia?— escucho la voz de una de las chicas.—En el baño— respondo como puedo, ya que aún sigo con la
Un mes después…Ya todo está listo para esta noche, Chris tendrá la noche de su vida. Hoy estaremos realizando la despedida de soltera de mi mejor amiga aquí en el departamento donde solíamos vivir mi amado esposo y yo, es extraño volver de luego casi un año.Lamentablemente las chicas se quedaron con las ganas de hacer una para mí debido a que me encontraba de reposo y Matthew no me dejaba ni a sol ni a sombra, pero aprovecharon esta oportunidad para desquitarse.—Muy bien, bocadillos… listo, sodas… listo, agua… mmm… si es suficiente… listo, Tequila… listísimo. Ahora solo falta confirmar la estrella de la noche— envío un mensaje de texto y a los pocos minutos recibo un mensaje satisfactorio —¡la sorpresa que se llevaran! Estoy segura que quedarán boquiabiertas— voy a darme una ducha rápi