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InicioCasada Por Obligación
Casada Por Obligación

Casada Por ObligaciónES

Romántica
Jana Kros  Completo
goodnovel16goodnovel
9.6
Reseñas insuficientes
50Capítulos
115.3Kleídos
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Resumen
Índice

Sinopsis

MarriageEmotionalRomanceBillionaireDominantDramaPossessive

"Todo lo que prometo lo cumplo, y me he prometido a mí mismo tener a Anaís postrada a mis pies. Aquel día que me humilló selló su propio destino, lo que me llevó a separarla de la persona que ella ama para hacerla mía…"Vivir en una comunidad regida por muchas normas no es fácil para ninguna mujer, más si el hijo del líder pretende tomarla como esposa, un hombre dominante y con problemas en el pasado, aunque un oscuro secreto los unirá de por vida.

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Casada Por Obligación Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Capítulo 50

    Llevaban tiempo sin estar a solas. Ángel apenas tenía cuatro meses y Anaís parecía que se desesperaba cada vez que lo dejaba con alguien.—Quiero jugar contigo, An.Tiempo atrás se habría escandalizado y ruborizado al escucharlo decir eso, pero Anaís solo buscaba un poco de intimidad con él.Dante todavía cojeaba un poco, pero eso no era un impedimento para lo que necesitaba.Anaís solo se quedó quieta, mirándolo.Paseo la fusta por uno de sus pechos, rozando todo a su alrededor con la intención de que ella enloqueciera.Apartó con delicadeza la melena de ella hacia un lado, y saboreó con sus labios el cuello de Anaís.Dante dejó caer la fusta al suelo. No iba a causar dolor en ella. No quería hacerla llorar, ni siquiera ansiaba volver a probar sus lágrimas saladas. Todo aquello quedó atrás.Detrás de ella, pegó todavía más su cuerpo al de ella. Le subió la camiseta, ella elevó sus brazos en el aire hasta que la prenda fue arrojada al

  • Capítulo 49

    Vuelvo al único lugar de donde siempre quise escapar.Todos en mi comunidad sabían que Dante estaba vivo, que estaba al mando como líder después de la muerte de su padre, pero nunca lo delataron. Porque de eso se trata nuestra unión, de protegernos los unos a los otros.Dante hizo muchos cambios. Reglas absurdas que él nunca llegó a entender. Mejorando muchas cosas de las que nos rodean.Y lo que más me alegra es que al fin hay una biblioteca pública disponible para todos. Dante donó todos los libros que su padre poseía y guardaba bajo llave.Sujeto el libro que Max me regaló mientras clavo mis ojos en mi pequeño.Lo regalo a la biblioteca pública, y así muchas personas pondrán disfrutarlo y amarlo como una vez lo hice yo.Con esto me despido de Max. De mi único recuerdo. Y aunque no volví a saber nada de él, me hubiera gustado decirle algunas cosas, pero tal vez sea mejor así, sin más reproches ni dolor.Llevo el carrito de mi bebé con una

  • Capítulo 48

    Me miro en el espejo y me veo hinchada, redonda y fea. Tan solo falta un mes. Pero reconozco que ya se me está haciendo muy largo.Max salió hace rato a trabajar, se ha convertido en mi única familia.Mi madre dejó claro que no quería volver a verme. Extraño a Olivia, llevo más de un año sin verla. Seguro que ha cambiado mucho en este tiempo.En toda la soledad en la que estoy asumida, una descabellada idea llega a mi cabeza. Pero tengo miedo. No quiero llegar a casa de mi suegra y ser rechazada.Me visto con lo más decente que tengo. Y me arreglo un poco. El taxi ya espera por mí. Decido no decirle a Max sobre lo que voy a hacer.Los nervios sumados a la ansiedad que siento me asfixian.El taxista debe estar contento por la carrera que le voy a pagar. Puedo asegurar que no ha hecho un recorrido tan caro en su vida.—Si necesito que vuelva a por mí, ¿podría volver a llamarlo?—Claro, pero ten en cuenta que al estar lejos, tardaría en v

  • Capítulo 47

    Niego una y otra vez. Armani sigue sosteniendo la fotografía de Dante, trato de alcanzarla, la necesito, necesito esa foto para no olvidarme de su rostro.—¡Dámela!—Ni Bianca ni Hugo existen, no son personas reales, Anaís. Solo están en tu mente. Creaste a esas personas imaginarias, porque uno; necesitabas deshacerte de tu padre, y aunque sabías que Dante acabaría con él, tú necesitabas a alguien más, alguien más, para terminar con Dante. Dos; sabías que al matar a tu marido heredarías cada una de sus propiedades.—¿Qué?—Dante acabó con tu padre, y luego tú acabaste con tu marido.Armani me acusa.—No, yo no lo hice. No le maté, no maté a nadie. No sería capaz.—¿Dónde está su cuerpo, An?«Soy tu Amo, An.»—Quería a Dante a pesar de todo lo que me hacía. No estaba en sus cabales, yo tampoco lo estaba. Pero le quería.—Entonces háblame de Hugo. Dame una pista.—No sé nada, no sé nada de ese hombre.<

  • Capítulo 46

    Sé que las cosas se están poniendo feas. Lo sé porque estoy en una sala de interrogatorio porque me consideran la sospechosa principal del asesinato de mi padre.El detective Armani toma asiento delante de mí.—Supongo que ya lo sabes.—No lo hice, mi padre disparó y luego yo tuve que salir corriendo.—Me refería a tu embarazo.Frío y calor al mismo tiempo. Me siento desorientada completamente y que mi corazón ha acelerado tanto que se va a salir de mi pecho.—¿Embarazo? ¿De qué me hablas?—¿La Dra. Sáez no te lo ha contado?—No... ¿me estás mintiendo?—No tengo por qué inventarme algo así, solo que irás a la cárcel y tendrás que dar a tu hijo en adopción.Niego a la vez que intento reprimir las lágrimas que pretenden delatar mi estado de ánimo.No siento nada, no puede ser verdad. Estoy segura de que solo lo hace para que yo confiese.Armani se incorpora, camina alrededor de la mesa hasta llegar a mi lado.<

  • Capítulo 44

    Dos semanas después:La doctora Sáez me observa. Se sienta delante de mí y se dedica a analizarme. El caso es que no tengo nada que decirle, y ella tampoco me tiene nada que decir a mí.—¿Cómo te encuentras hoy?No me encuentro, es más después de ese día, y aunque hayan pasado dos semanas, sigo sin encontrarme.—Bien.La Dra. Saez vuelve a anotar algo en su libreta.—Si no me dices cómo te sientes no podré ayudarte.Dudo que ella pueda hacerlo. Me vuelvo a encoger en la pequeña cama y hago de mí cuerpo una bola pequeña.Dante sigue aquí, en mí, en mi memoria. Todavía puedo sentir su aliento chocando contra mi piel. Puedo ver su sonrisa llena de malas intenciones y su empeño por hacerme entender que él era mi Amo.—Anaís.—An, mi nombre es An.—¿Puedes contarme cómo empezó todo, An?—No quiero hablar de ello.La Dra. Sáez se da por vencida y al fin cierra su libreta. Esboza una sonrisa y se

  • Capítulo 43

    —Anaís... Nunca quise hacerte dañoEl hombre suplicó una vez más, pero de algún modo solo estaba cabreando todavía más a su yerno.—No te permito que la mires, no te atrevas a hablarla con ella —exigió Dante.El hombre lloriqueó y negó una vez más apartando sus húmedos ojos de Anaís.—Veamos... Te voy a contar el plan: te llevaré al sótano, te ataré y luego estrenaré un bonito látigo que acabo de comprar.—Se parece tanto a su madre que no podía controlar mis deseos.—No quiero saber cómo tú asquerosa mente llegó a crearte ese deseo. Sinceramente, me repugnas —lo interrumpió Dante.—¿Qué puedo hacer para que detengas esto?Anaís se arrodilló delante de su marido. El dolor que le estaba creando esa situación era insoportable, ella no podría vivir en paz el resto de su vida si ellos mataban a su padre en su nombre.Con rapidez logró atrapar su cara entre sus manos y lo obligó a mirarla.—Solo estás haciendo que mis heridas pr

  • Capítulo 42

    Anaís se sentía peor que nunca. Se movió de un lado a otro intentando encontrar la solución a ese enorme lío en el que Hugo la acababa de meter.Miró la puerta inquieta, esperando que Bianca apareciera con el desayuno o que Hugo se dignara a visitarla para intercambiar alguna palabra que la hiciera sentirse​ mejor.«Solo buscas ser amada, porque creer que tú también puedes hacerlo —la voz de Hugo se manifestaba cada segundo en su cabeza».—Buenos días.Bianca se hacía presente con una sonrisa y logró que Anaís volviera a la tierra.—Vas a desayunar abajo, ¿qué te parece?—¿Debería alegrarme por ello?—Pues sí, además te han traído una sorpresa.La miró con el ceño fruncido, esperando algo más sobre la sorpresa.Bianca seguían sin responder, su cabeza empezó a recopilar información, tratando de averiguar qué clase de sorpresa la esperaba.—¿Se trata de Dante?—Tal vez.Bianca tiró de la joven, sin que a es

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    ¡Buenas noches, Señor Ares!Lenguaje de paz2.4M leídos

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  • Vendetta (Libro 1: Amores Obsesivos)
  • Amor Obsesivo (Libro 2: Amores obsesivos)
  • Posesividad Peligrosa (Libro 3: Amores Obsesivos)
  • Me perteneces (Libro 4: Amores Obsesivos)
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50 chapters
Prólogo
Casada Por Obligación/Jana Kros
Quiero tener el poder sobre sus lágrimas, incluso deseo saborearlas, como un maldito enfermo. No lo puedo evitar. Pensar en ella de aquella manera me excita mucho.Soy un enfermo, un loco, un perturbado. Lo supe cuando todavía era un niño, aunque siempre he intentado reprimir lo que las lágrimas y el dolor provocan en mí.Me termino de poner la corbata, como si esta prenda tan odiosa, fuera a hacer la situación menos dolorosa para ella.—¡Dante! —grita mi padre —. Date prisa o llegaremos tarde.Él es el único que está a favor de esta boda. Tal vez piensa que con una esposa mis instintos más primarios quedarán en coma. Él siempre estará a favor de formar una familia. Y también está al tanto  de toda la oscuridad que siempre me ha rodeado, y lo único que él quiere es que yo siga sus pasos. Eso nunca va a pasar.
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Capítulo 1
Casada Por Obligación/Jana Kros
AnaísNadie me entiende, siempre he cumplido las normas que mis padres decía seguir para ser una mujer decente.Sabía que ponerme a llorar en medio de mi propio compromiso le daría a entender a Dante que yo no deseo ser su esposa. Ya he conocido el amor. Un amor del que ahora todos quieren despojarme y obligarme a permanecer al lado de alguien que no me merece. De entre todas las mujeres que morirían por casarse con él, ha escogido a la única que nunca lo ha deseado, por supuesto a mí.Él abandonó nuestra comunidad, y lo entiendo. Yo también lo hubiera hecho. Ambos hemos conocido el mundo exterior.Al conocer a Max, el médico de la ciudad, me abrió los ojos y me dio esperanzas de creer que mi vida no tiene que ser como la de mi madre, ni la de cualquier otra mujer que viva bajo las órdenes de un hombre.Max es mi héroe, es mi salvador. Es el hombre que logró devolverme la vida, a raíz de eso, mi padre permitió que yo fuera a menudo a la
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Capítulo 2
Casada Por Obligación/Jana Kros
Tengo que llevar a mi hermana al colegio. La observo. Ella todavía es muy pequeña. Tal vez dentro de diez años todo haya cambiado. Yo no quiero verla sufrir. Yo tampoco deseo  sufrir.—Pareces tan triste.Posa sus pequeñas palmas por mis mejillas, y estira mis labios con todas sus fuerzas, obligándome a sonreír.—Mucho mejor, An.Ella es la única que me llama así. An. Suena dulce. Incluso parece bonito. An.Olivia separa su pequeña mano de mi mejilla. Sonreí. Ella merece mi sonrisa. No tengo que mostrarle lo infeliz que me siento. Lo destrozada que me encuentro. No puedo negarle una sonrisa. No puedo transmitirle mi dolor, eso sería muy egoísta por mi parte.—Ahora pareces una novia feliz.«No lo eres»No lo soy. Pero ella no tiene por qué saberlo.—¡Date prisa!Yo doy responsable de ella. De ayudar a mis padres a guiarla por el buen camino. Pero no soy un buen ejemplo a seguir. Aunque ella piensa todo lo contra
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Capítulo 3
Casada Por Obligación/Jana Kros
Me acomodo en mi cama, quiero despejar mi mente de cualquier pensamiento negativo que pueda perturbarme.No sé en qué momento he desarrollado este rechazo hacia Dante. Tal vez él sea un buen hombre, o será un buen marido. El caso es que no hemos empezado con buen pie.Ese día no era consciente de lo que decía. Bueno, sí que lo era. Pero quiero creer que esa chica mal educada no era yo. Solo sé que su atrevimiento por cortarme el paso me llevó a insultarlo. Luego le escupí... ¿en qué pensabas?No es propio de mí ese comportamiento tan vulgar. Ni de ninguna mujer de mi comunidad. Supongo que trataba de espantarlo. Quise ser alguien en quien él jamás se fijaría, y conseguí todo lo contrario. Intento borrar todo aquello. No quiero volver a pensar en ese día.Max había abandonado mi habitación. Yo había deseado poder levantarme y ver el aspecto que tenía. Quise estar guapa a pesar del dolor que pesaba sobre mi cuerpo. Yo quería estar perfecta.Mis
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Capítulo 4
Casada Por Obligación/Jana Kros
Tiempo atrás:Max era atento. Tal vez demasiado. Quería que dejara de prestarme tanta atención y a la vez me preguntaba si solo actuaba así conmigo o lo hacía con todos sus pacientes.—Empezaremos la rehabilitación lo antes posible, el hecho de que tengas sensibilidad, aunque sea mínimas, aumenta las posibilidades de volver a caminar.Él tenía fe en mí. Yo en él. Era como si todas las esperanzas que tenía de recuperarme fueran gracias a él.Esa vez fue él quien empujó la silla. Los dos solos. Sin nadie que pudiera detener mi imaginación.—¿Cuántos años tienes?—Veintisiete.Hubiera dado lo que fuera por ver su cara al responder a esa pregunta.—¿Puedo hacer otra pregunta?—Por supuesto.Tal vez era mejor no tenerlo cara a cara. De esa forma se me hacía más fácil indagar en su vida personal.—¿Estás casado?No
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Capítulo 5
Casada Por Obligación/Jana Kros
Me despido de Lara, ojalá no me dejara a solas con él. La odio por hacerlo, por apoyar algo que no he escogido y por no apoyarme con lo de Max.—¿Me tienes miedo?—No es correcto que hagas eso en público. Tú lo sabes mejor que nadie.—¿Te lo puede hacer el doctorcito, y yo no?¿Él sabe de Max? Por un instante me horroriza la idea. Quisiera morirme ahora mismo, además estoy segura de que mi cara vuelve a ser un semáforo en rojo.—¡No es verdad!—Más te vale que solo hayan sido caricias, si no sangres en mi cama, haré que se cumplan cada una de las normas y los castigos pertinentes.Sus palabras atraviesan mi cuerpo en forma de rayo. Me vuelvo pálida. Quisiera salir corriendo, pero su mano se aferra con fuerza a mi antebrazo.—Si sabías lo de Max, ¿por qué no escogiste a alguien más decente? ¿Por qué no anulas está pantomima? ¿Por qué?Enarca sus cejas, para luego sonreír con satisfacción.—Porque no quiero.Me siento e
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Capítulo 6
Casada Por Obligación/Jana Kros
Tiempo atrás:Mis piernas volvían de algún modo. Me sentía feliz. Cada día que pasaba, Max me fascinaba un poco más. Tal vez yo a él también. Él me ayudaba a descubrir la verdadera felicidad.Cuando tenía rehabilitación daba igual que su turno hubiera terminado. Él estaba allí. Él estaría allí. Y de algún modo me daba a entender que yo significo más que cualquier otro paciente.Ese día no apareció. Casi lo agradecí, porque por alguna razón toda mi familia estaba allí. Presenciando mis esfuerzos por hacer que mis piernas volvieran a caminar.La ausencia de su presencia me desmotivaba, y el dolor no era tan soportable. Nadie me animaba. Nadie lo haría. Solo me observaban.Me dejé caer al suelo completamente frustrada, llevaban más de un mes y parecía que no avanzaba nunca.Me estaba rindiendo. Y por alguna razón volví a sentir ese vacío. El vacío que Max llenaba  casi a diario con sus mirad
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Capítulo 7
Casada Por Obligación/Jana Kros
Me atrevo a mirarlo, ¿por qué no debería hacerlo? Clavo mis furiosos ojos en él. Buscando encontrar su rabia. Lo de la vista en el suelo, no está hecho para mí. Es más soy yo la que lo quiere a él mirando al suelo.Frunce el ceño y se centra en mis ojos. Su intensa mirada intentando obligarme a bajar la mía. Pero no lo haré. Me siento enfadada y quiero que lo sepa. Que todos los sepan.Él sabe de Max, no sé cómo. Pero lo sabe. Eso significa que también sabe de mi amor por él. ¿Por qué casarse con alguien que ya está enamorado?—¿Me permite que pasee con ella por el jardín?Supliqué a mi padre con la mirada, para que se negara.—Por supuesto.Mi cuerpo entra en tensión. Creo que ya no soy capaz de mover las piernas. Eso me recuerda a Max.Dante me tiende su mano. Vuelve a mirar a mi padre. Me obliga con la mirada a que acepte la mano de Dante. Me ayuda a incorporarme.  Y me ofrece su brazo para agarrarme a él.Ojalá fuera la primer
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Capítulo 8
Casada Por Obligación/Jana Kros
Tiempo atrás:Me entretenía con los libros que Max me iba trayendo. Y cada mañana me hacía llegar el periódico. Yo jamás había leído las noticias. Pero de algún modo empezó a gustarme saber del mundo. Más allá de mi comunidad. Sabía de la existencia de esos países, pero leer sobre lo que pasaba en ellos era fascinante.Aunque mi mayor perdición fue uno de los libros que Max me regaló. Las Mil y una Noches. Leer una historia de amor de ese calibre. Imaginarme cómo la princesa Sherezade contándole historia a su príncipe con tal de que la recordara. Quise vivir en ese libro. Quise amar a Max con la misma intensidad que se amaban ellos. Lo guardaría de por vida. Lo protegería con la mía. Lo amaría con la misma intensidad que amaba a Max.Sostuve el libro durante largas horas entre mis manos. Imaginando haber nacido en ese lugar mágico y siendo libre de escoger a quien amar. Yo quería ser como Sherezade. Y quería ser amada como ella.Leer más
Capítulo 9
Casada Por Obligación/Jana Kros
Presente:Tomo el libro entre mis manos. Juro que todavía sigue oliendo a él. A Max. Todavía no he llorado por él. Me he estado haciendo la fuerte, de tal modo que incluso me lo creí.Evito pensar en la boda. En Dante. En el final de una historia de amor. No pensar en ello, para mí significa negar su existencia. Quiero creer que todo es una pesadilla, que mañana llevaré a Olivia al colegio y que volveré a mi casa.¿Creí que sería para siempre? Una parte de mí sabía perfectamente que no sería así. Pero otra parte quería dejarse llevar por él. Quería ser amada.Ahora me culpo por ello. Por haber dañado a una persona que lo ha dado todo por mí. Que ha arriesgado su trabajo por mí. Yo he enredado a Max. Lo había seducido. Y había conseguido enamorarlo.Mi corazón duele. Duele demasiado.Siento como mis músculos se tensan, como mi cuerpo entero se retuerce. Yo he perdido esta batalla y lo peor fue haberlo hecho llorar. Eso es
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