Cada fiera tiene un Su hombre domador, pero en el caso de Maricela, es la excepción, ella es agresiva e impulsiva y mas cuando la provocan, pero todo eso cambia esa noche durante la fiesta de máscaras organizada por su jefe. Una mirada bastó para que se diera cuenta de lo seductor y Excitante que es estar, A Merced del Demonio.
Leer másAgitado y sudoroso, me detengo frente a la puerta, mi corazón late desenfrenado y ansioso, al entrar y verla despierta, me comporte como un niño pequeño que corrió a los brazos de su madre.Me aferro a ella Emocionado, feliz, de saber que volvió a mi lado, tantas noches sin poder conciliar el sueño al pensar en que ella me dejaría, el solo pensarlo me dolía, arrebatándome el sueño al no tener paz.—Oye.. me asfixias..Ella golpea mi espalda para que me aleje. —Lo siento. —fue lo único que salió de mi boca. —Lamento todo lo que te he hecho.—¿Y ahora que mosca te pico a ti?. —se ríe burlesca. —¿Tanto me extrañaste?.—Como no te lo puedes imaginar. —musito besando su mano. —No sabia que el Demonio tenía sentimientos tan fuertes por mi. —su mano se aferra a la mía. —Bueno, es lo que provocas. —la observo sin creer que estaba devuelta. —Te he dicho lo hermosa que eres. —Estas loco. —frunce el ceño. —Soy un desastre, mírame.
SEBASTIÁNPor primera vez en la vida, me sentía perdido, con el alma dependiendo de un hilo al ni tener noticias de Maricela, me sentí impotente porque no pude hacer nada para protegerla de ese hombre que ni siquiera sé, como pudo meter a las propiedades sin ser visto.Mis padres y los suyos estaban conmigo en la sala de espera a tener noticias de ella, la boda había cancelado cuando siquiera comenzó, en el momento en que la vi desvanecerse no dude en ir por ella antes de cayera sobre el piso.Mi padre había llamado a los paramédicos pero no me iba a quedar a que ellos llegarán, teníamos más de dos horas esperando a que el médico me dijera que estaría bien que ambos lo estaban, pero en una situación como está, se puede esperar lo peor .—¿Cómo está? —escuchar la voz de Summer me hizo ver hacia dónde se encontraban sus padres, se vela preocupada por ella. —¿Qué fue lo que pasó?.—Un hombre entró
—¿Estas dormida ?.—Aun no. —respondo en murmullo.—Y tú, no estás cansado ?.—No. Pero tenemos que dormir, ya es demasiado tarde.—Aunque lo hagamos, no tenemos porque preocuparnos.—¿Cómo que no ?. —se levanta haciéndome aún lado. —Olvidas que mañana es el cóctel de los Wilson?.Ruedo los ojos al haberlo olvidado. —¿Es necesario que vayas tú también ?.—Es mi obligación Maricela, ahora soy el vicepresidente.—Si pero tu hermano puede ir solo, no te necesita. —argumento bostezando. —Dile que vaya con su novia.—¿Quieres decir que mi puesto no es importante ?. —dijo molesto.—¡Oye !, yo no he dicho nada. —replique enfadándome. —Lo único que dije fue que no es necesario que tú vay
Cuando creí que ningún hombre podría cambiar por amar a una mujer, siempre lo pensé así, desde mi fallido matrimonio con Alan nadie me quitó esa idea de la cabeza, no hasta que Sebastián entró a mi vida, con una sonrisa estúpida de enamorada, lo veo en silencio dormir, se vela tan lindo, incluso pude notar que sus pestañas eran encrespadas, algo que ni siquiera había notado en todo este tiempo.Al verlo a él, por mi cabeza se me pasaba un sin fin de imágenes, imaginando a mi bebé , como si fuera igual a él, de apuesto y que herede sus ojos, sin evitarlo me re sola pues me emociona la idea de formar una familia con el hombre de mis sueños.—Si me sigues viendo de esa forma, voy a repetir lo de anoche. —murmura besando mi frente. —Buenos días.—Buenos días. —besé sus labios castamente abrazándolo. —Bueno, para mí no estaria mal repetirlo. —elevo ambas cejas invitándolo a hacerlo.—Lo siento pero no. —me besa nuevamente antes de levantars
¡Joder, joder, joder !. jamás creí que un embarazo me haría tragar como una cerda, ¡No puede ser !. ¿Por qué me pasa esto a mi ?. Desde de lo sucedido con Jefferson, Sebastián se encargó de todo sobre respecto al embarazo dejando a un lado el sexo. ¡Pueden creerlo!—¡No, otra vez no !. —comencé a hacer berrinches como una niña al ver que había subido dos kilogramos durante el primer trimestre. —Dios, ¿Por qué me castigas así?!.—Otra vez viéndote en el espejo -volteo hacia la puerta viendo a un Sebastián burlista, -Mientras más te veas en el espejo, más gorda te verás.—¡No me jodas !. —grite cabreada. —Y todo esto es tu culpa !.—¿iQué ?, ¿Y yo porque?. —dijo riéndose. —Además, si buscas culpable
Hasta la pregunta es estúpida, es más que lógico que es de Sebastián, obviamente no era suyo porque todo esté tiempo nos hemos protegido, en cambio con Sebastián jamás llegamos a hacerlo, ¿Qué puedo decir?, Las ganas por follarmelo eran más grandes que pensar en un posible embarazo.—No necesitas que te lo diga, —intento no parecer emocionada. —así que no me lo preguntes, además recuerda que la última vez que lo hicimos no usaste protección. —intento confundirlo.—La verdad es que no lo recuerdo, estaba oscuro esa noche y..—Ya deja de darle vueltas al asunto. —me acerco a él y le doy un masaje. ¡Dios!, Lo que tengo que hacer por largarme de aquí. —Porque mejor no te quedas un rato conmigo y la pasamos bien..El se gira para verme sobre su hombro, su expresión seria, se fue ablandando
Camino de un lado a otro mientras me quedo pensando en la forma de despedirme de Jeff, nunca acostumbro a despedirme de alguien porque no se me da, Pero por esta vez tenía que ser una excepción y no podía irme sin despedirme de Jeff, me encontraba frente a su puerta indecisa en sí era lo correcto lo que estaba por hacer. sabía que estaba en su casa, y también sabías que no aceptaría muy bien la decisión que había tomado al volver con Sebastian, ¡Dios porque soy tan estúpida! si tan solo pudiera retroceder el tiempo para poder cambiar ese día que fue nuestro primer encuentro, ¿ Qué hago qué hago?.—¿ Maricela.? —Mi cuerpo se paraliza al escuchar su voz. A mis espaldas. —¿ ¿Qué haces aquí? Tan pronto volviste., que te tardarías más tiempo.Inhaló profundamente Retomando una postura calmada Pero mis nervios estaban al Máximo y no podía controlarlos, joder como le digo que me voy, ha sido un buen amigo todo este tiempo que hacerle esto me hacía sentirme de alguna
—No me hagas esto por favor.. —ni siquiera tenía palabras para responderle. —No se ..—No es lo que pregunté. —Dijo tajante, —Respóndeme.Trago saliva al ver que se saborea al pasar su lengua por sus labios mientras observa los míos con demasiada fijeza, mi respiración se dificulta al intentar no inhalar el aroma de su Colonia que me volvía loca y desesperada por probar sus labios.—¿Lo deseas, no es verdad?. —su voz excitaba cada poro de mi piel. —Vamos,.. dímelo.¡Mierda, mierda!, Que más desearía poder decirle que sigo suya pero ya no es el caso, así que tomó el valor y lo alejo de mi para poder controlar mis instintos que solo me gritan a todo pulmón que le diga: “Si".—Lamento decepcionarte Sebastián pero ya no, tu querías forzarme a casarme contigo y yo no.Se aleja de mi —Fue un placer saber que aún estás viva. —volvió a acomodarse mientras toma su celular.¡No!, es que esto no se va quedar así, porque si también decidí venir e