Sus gritos resonaban en la habitación en aquella tarde de verano.Intentaba pensar cuándo las cosas se pusieron tan complicadas entre nosotros, y aunque sabía que yo tenía la culpa de todo intenté obviarlo... porque dolía. Y jamás pensé que lo que a él le sucediese en aquella historia pudiese afectarme tanto.- Es que no puedo más, Julieta – tragué saliva. Verlo tan frustrado con lo que había entre nosotros me molestaba, sobre todo porque se suponía que no había nada. Levantar un muro entre él y yo nunca sirvió de nada, ¿por qué iba a ser distinto aquella vez? – A ti no te importa nada, y las mentiras que contamos me están pasando factura, joder – intenté agarrarle, pero se echó hacia atrás – Estás representando tan bien tu papel que a veces me lo creo – Tragué saliva, histérica. Una parte de mí quería decirle que no era mentira, pero no podía. Él sólo era un capullo y yo una dama, algo así nunca funcionaría.- Rafa... - le llamé, acortando las distancias entre nosotros, agarrándole d
Leer más