Academia de vampiros ES

—¿¡Una beca para la Academia de Artistas?! —chillé de la emoción. Me encontraba afuera de casa, en pijamas y saltando de la alegría a la par de mi pequeño buzón, donde yacían dibujitos y huellas con pintura. El día estaba demasiado soleado y deseé que fuera tan temprano para que ningún vecino pudiera verme haciendo el ridiculo. —No me lo puedo creer. —me metí rápido a la casa y tomé el celular, necesita contarle a mi madre y saber que debía hacer. La Academia estaba lejos y la fecha de llegada decía pasado mañana. Era muy pronto. El teléfono repicó tres veces hasta que mamá contestó: —¿Hola? —¡Me dieron una beca para la Academia de Artistas! —chillé. —¿¡Qué?! Alana, eso es increíble —chilló también—Si es una beca entonces no tendrás que pagar mensualidades porque ese lugar es demasiado caro —murmuró seria después. —Es una beca completa —leí el papel— Al menos es lo que dice ahí. —¿Para cuando es? —Pasado mañana —me senté en la pequeña isla de mi pequeña cocina. —Quería que me d

En la cena todo resultó normal, la comida era un poco extraña y el vino también. Sabía algo raro. Gerard estaba junto a mi pero se había puesto a platicar con otra chica, se llamaba Kara. —¿Tienes novia? —le pregunta Kara. Gerard solo rió un poco. —Por ahora no —dijo. Sabía que lo haría. —Gracias por lo de hace rato —me dijo una voz a la par mía. Era la chica escritora. —No es nada —respondí mirándola—No estás obligada a ayudar a nadie. —Soy Tamara. —Soy Alana. Mucho gusto. —Me iré a mi habitación para empezar a escribir un poco, si necesitas ayuda me avisas —dijo a lo bajo mientras se ponía se pie. —Estaré bien, descansa. Támara se había ido. También había terminado de cenar y como Gerard estaba muy a gusto con esa chica me puse de pie y me alejé de ahí. Necesitaba pensar muy bien en cómo escribir la historia, no tenía mucho conocimiento con la escritura pero leía un poco, sabía más o menos como crear una. Subí a mi habitación, me quité el vestido y me puse una pijama: pa

Eleon me besaba con una pasión increíble, sus caricias, sus jadeos, todo me hacía sentir deseada. Mordió mi labio inferior tan fuerte que creo que salió un poco de sangre ahí. Para Eleon no fue problema, sus labios se encargaron de eso. Eleon se separó de mi solo para quitarme la camisa de un tirón, dejándome desnuda. Mis pechos estaban a su vista, no puedo explicar lo que miré en su mirada Justo ahora: era una mezcla de lujuria, deseo, pasión... —Quítate ese pantalón —mandó. Hice caso a lo que me dijo y como niña obediente me quité el pantalón y mis bragas. Dios, esto se sentía tan bien. La lluvia afuera le daba un toque más privado a este momento. Lo deseaba, lo quería. Eleon se quitó su pantalón poco a poco, dejándome ver su pene. ¡Madre mía! —Chúpalo —mandó. —¿Quieres que lo chupe, señor? —me hice la inocente. —Es una orden —me tomó del mentón y me dio un beso rápido. Me puse de rodillas de inmediato y empecé a lamer su intimidad, pasé mi lengua, lo chupé, succioné hasta el