Ella Lunes, 09:25 A la pareja de adolescentes, dos frapuccinos de galleta. Al anciano con boina, un café sin azúcar ni leche. A la mesa de las cuatro estudiantes, un mocha, un descafeinado, un latte y un frapuccino de menta. A la pareja de casados que se lanzaban miradas de odio, un vaso de agua y un café con dos de azúcar y leche. Al chico de la patineta, una rebanada de pastel de moras y una malteada de fresas. Era sencillo, claro que había más personas aquí lo que significaba que necesitaba mayor concentración y andar a las carreras, pero sólo tenía que usar el mandil negro sobre la ropa y pasearme entre las mesas entregando y recibiendo pedidos sin el peligro de ser manoseada o sin tener que estarme cuidando de hombres que querían poner sus manos en mis pechos. Realmente sencillo. Le paso la lista de órdenes a Susana, la chica de la barra que prepara las bebidas y espero mirando hac
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