Mavis aprovecho que su padre siempre estaba ocupado y volvió a salir para verse con ese chico que le gustó, llegó al bosque en el mismo sitio, se escucho pasos entre la hierba y un —¡Ay, piedra estorbosa!Era la voz de Adam, ella se rió al escucharlo —Jajaja, ¿que pasó?—Me tropecé con esa piedra, me dolió mucho—Hola Adam, ¿estás solo? y ¿tu abuelo no vino?—No, se fue a la ciudad, debía encontrarse con un amigo—Oh, pero ¿que traes ahí en esa canasta?, ¡huele rico!—Traje tortas de maíz con carne, con pollo—pero, ¿tienen ajo?, yo soy alérgica al ajo—No, yo las hice solo con sal, yo también soy alérgico al ajo—Vaya, ¡qué bien!, deben estar deliciosasMavis cogió una y se la c
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