Una chica sosa, aburrida, cohibida, niña de su casa; se pueden meter con ella de muchas maneras, pero ella no diría palabra alguna. Solo agacharía la cabeza y pasaría de todo incluso de su dolor y la tristeza que esto le ocasiona. Así es Cat, una dulce chica que siempre piensa que los demás aun siendo de lo peor, en ellos hay algo bueno. Su inocencia y bondad provocan que todos en la oficina se aprovechen de ella. Una discoteca, un momento desastroso, burlas, risas, señalamientos y palabras hirientes provocan que huya a Washington, pero su triste traslado se verá interrumpido por Mikeila, una joven intrépida, alocada, divertida y despreocupada que transformará la vida de Cat. Washington se convierte en una fiesta total, hombres, juegos, sexo y lo más importante es la ciudad que verá el cambio de 180 grados que Cat dará. Su vida está completamente arreglada y un poco descontrolada, pero todo esto se verá interrumpido por un cambio en su vida laboral, que hará que está vuelva al lugar donde todo comenzó, pero esta vez ella tiene poder, belleza y muchas ganas de venganza, hacer sentir a todos como la hacían sentir a ella, será solo él comienzo.
Leer más¡Sigo siendo la Reina!—Joder Sebastián es mi jodida boda y quiero estar al pendiente de todo lo que se haga, ya mañana nos casaremos y quiero que todo esté perfecto— mi hombre está igual de imposible, su posesividad y control lo llevó a un extremo que no creí que existiera. —Esa puta boca, no quiero que estés en esos trotes, tus amigas y nuestras madres están con Silvia organizando todo, no tienes porque ir— le miro furiosa. Silvia la organizadora de bodas es una muje
—He sido un completo gilipollas, un imbécil, un ser irracional y todo lo que tú me quieras decir, pero este tonto es tu tonto y te ama— sonrío por lo que dice, que razón tiene, es todo eso y más —sé que no merezco tu perdón pero soy tan incapaz de dejarte ir que estoy dispuesto a llegar a donde sea que tenga que llegar con el fin de ganarme tu perdón, no me importa que deba hacer para conseguirlo lo haré, me has dicho que no te querías casar conmigo porque no sabes nada de mi pasado pero cariño eso no justifica tu respuesta, no me parece justo, te amo, me amas y solo eso basta, no perdamos más el tiempo y vivamos está locura, nuestra locura— verlo arrodillarse me pone cardíaca, mi hombre lo está haciendo nuevamente ¿Pero seré capaz de seguir a ciegas? &i
—¿Sabes aquel día que me contaste tus dos decepciones con el amor y yo solo dije un "lo siento"?— asiento sin mirarle, siquiera de mi embarazo quiere saber —ese día sabía que Sebastián aún estaba muy presente en tu corazón y con ello en tus sentimientos y yo quise ignorarlo, opté por eso, lo hice porque realmente te amaba y quería estar contigo, creí que tal vez y solo tal vez podía borrarlo de ti definitivamente pero no era así, si me llegaste a amar lo sé, me diste todo lo que pusiste darme aun cuando no lo hacías por completo, pero no me importó te tenía para mí y solo eso bastaba, aquellas salidas en la que coincidíamos con él y Jennifer se notaba en el ambiente lo que ustedes dos emanaban, se sentía esa atracción aun cuando pasaban u
Voy corriendo por los pasillos de la clínica San Francisco, los tacones resuenan en el espacioso lugar, me restan velocidad y mi vientre me dificulta todo, apoyándome en un hombre que iba pasando, me quito los zapatos y sigo mi camino, todos me miran incrédulos, una mujer embarazada, zapatos en manos, vestida con ropa de oficinista y despeinada está corriendo como loca y gritando para que no dejen ir el elevador, son cosas que no pasan todos los días.—Dios, les agradezco...— digo sin aliento, los presentes en su mayoría doctores me miran.—No debería estar con esos trotes en su estado— dice uno de ellos, le miro y sonrío.
—¿Qué haces aquí?— pregunto evitando que me tome entre sus brazos —los chicos te han contado de mi embarazo ¿Verdad? Ellos han roto su promesa, nunca debí confiar— susurro esto último, estoy tan descolocada que no pienso en la posibilidad que ellos han hecho que él viniera aquí ¿Pero por qué venir pasándose por su hermano? mirarle a sus hermosos ojos me traen muchos recuerdos, está tan precioso como siempre, su barba larga, su firme cuerpo y esa manera de mirarme me aceleran el corazón.—¿Ellos lo sabían?— frunce el cejo —no me han dicho nada— asegura con seriedad pero su gesto se suaviza y no deja de caminar en mi dirección —nena por favor.
—Dios...— susurro llevándome las manos a la cara —lo siento... Lo siento...— quito las manos para mirarles —les juro que se los iba a contar pero...—¿No pensabas decírselo a Sebastián?— pregunta Mikeila frunciendo el entrecejo y frunzo el mío por su seguridad al decir que es de Sebastián.—Si, claro que sí, por eso es mi desespero en encontrarlo y comunicarme con él, lo he llamado, enviado correos y WhatsApp pero no obtengo respuesta de su parte, se los iba a contar después que se lo dijera a él— les miro suplicante —si ustedes tienen noticias de él por favor no se lo diga
Al llegar al hospital de inmediato subo al cuarto piso que es donde está papá, antes de entrar a la habitación veo a Ryan hablando con mamá están riendo mucho y divertidos.—Hija— mi madre se levanta de inmediato al verme, le miro con seriedad —has tardado y me preocupé por ti— mira mi ropa —por lo menos has ido a casa y sé que te has alimentado— me da un beso en la mejilla.—Hola Catrina— me saluda Ryan con otro beso.—Buenas noches— saludo secamente, no me gusta que mi madre pase tanto tiempo con Ryan,
Han pasado exactamente dos semanas, mis bebés desde que me enteré que están aquí han crecido muy rápido, no he podido contactar a Sebastián y mis amigos no me han dado razones de él. Mi padre sigue en coma, ya ha pasado un mes y está igual mi madre lo está sobrellevando de la mejor manera ya no se derrumba como lo hacía semanas atrás, está siendo fuerte al igual que todos. Las cosas en la empresa marchan bien pero hay uno que otro inversionista que me la quieren poner dura pero estoy dispuesta a que se me dé el debido respeto.—Ese porcentaje no me conviene, por mi tienen el trabajo, fui yo quien lo ha conseguido, con su padre las cosas siempre salían bien no permitiré que usted venga a cambiarl
—Desde que me fui a Seattle inicie a cambiar— inicio mi historia y le cuento con detalle todo lo que ahí viví sin incluir el tipo de sexo que ahora me gusta —volver a New York con aquel cambio me lleno de tanta seguridad, confianza y poder que el odio y el resentimiento que tenía lo convertí en venganza, hice sufrir a personas y con ello me deleitaba pero luego estaba Mike— las dos se miran, lo recuerdan —él me hizo aplacar un poco pero Sebas volvió y yo como una tonta caí, lo amo demasiado lo amo al igual que a Mike, solo que amo un poco más a Sebastián. Jugué a un juego que jamás debí jugar y lastime a dos personas que no se lo merecían, ellos dos me dejaron y aunque hice todo lo posible por ganarme su perdón no lo conseguí— un sollozo sale de mi estremeci&eac