[Papá, ¿recuerdas cuando me dijiste que hay excepciones con los chicos? ¿Recuerdas, esos de raza especial?]Los días pasaron volando. Charly y Taylor ya habían regresado a clases después de unas vacaciones muy memorables en la plantación de nueces Carrington. El miércoles por la mañana, Charly le escribió a su padre después de su primera clase. Vio los tres puntos que indicaban que estaba escribiendo, y luego desaparecieron.[¿Papá?]Aun así, no le respondió.Como su siguiente profesor llegó tarde a clase, Charly decidió llamar a su padre. Contestó después de cinco timbres. —Charly, cariño. ¿Cómo estás?—Papá, no estás contestando mis mensajes —le señaló Charly.—¿Me escribiste? —le preguntó Adrián, el padre de Charly—. Ah, sí lo hiciste.Charly puso los ojos en blanco.—Papá, he estado queriendo hablar contigo. Conocí a un chico muy lindo, que creo que cumple con los requisitos —comenzó Charly.Adrián tosió. Preguntó: —¿Qué requisitos?—Ya sabes, de raza especial —le respondió Charly—
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