VI Sobre cómo una primera cita perfecta con uno es una noche imperfecta con otro
VI Sobre cómo una primera cita perfecta con uno es una noche imperfecta con otroRobert hizo para mí un día de campo en el jardín de mi casa, cerca de la piscina. Con un mantel de tela de cuadros, una canasta con bocadillos, un poco de vino, un par de copas, y una rebanada de pastel. Sonreí soltando su mano y corriendo hacia donde estaba nuestro pequeño picnic. —¿Qué te parece? —Nunca nadie había hecho esto por mí. ¡Oh Robert, me encanta! Se sienta a mi lado y se ríe mientras se acerca a dejar un beso suave en mis labios, mi mentón, mi garganta, me estremezco mientras sigue bajando. —Espera… así no. Pero sigue besándome. —¿Por qué, Clare? Sabes que lo quieres tanto como yo. —Samuel podría venir. —Nena, no vendrá y si viene me encargaré de alejarlo. —Sabes que no va a irse si nos encuentra en una situación… como ésta. —Nena, shh, déjate llevar. Después del pequeño bache en nuestra cita, retomamos el juego. Aún me quedaban seis p
Leer más