Rachel: Era mi última noche en Viena y quería despedirme de la ciudad. Me coloqué ropa cómoda, y salí a caminar un poco. Recorrí las calles de Viena y vi un restaurante. El lugar era pequeño y muchas personas disfrutaban de la música en vivo. Todos bailaban y parecían estar pasándola muy bien, igual decidí entrar.Sin embargo, lo que se supone sería una noche normal, cambió radicalmente al ver de nuevo a Robert. Encontrármelo en ese lugar mi último día en Viena, parecía algo totalmente irreal.Al verlo, mi corazón se aceleró, me negaba a toda felicidad y a esos recuerdos que, por más que quería, no podía borrar. ¿Cómo podía sentir tanto por alguien tan rápido? Se supone que iba a olvidarlo al evitar los paseos del tour, no a revivir esa sensación ext
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