Mi nombre es Gabriel y tengo veinticinco años digamos que soy un investigador privado, hace quince años mi familia era normal un padre contador, mi madre era ama de casa y yo estudiante, vivíamos en una casa mediana, en un barrio mediano hasta que lamentablemente mis padres murieron en un accidente de coche, si, una muerte normal para una familia normal. Por desgracia (para mí) cuando comencé a vivir con mi abuelo las cosas dejaron de ser normales. Mi abuelo era...digamos que un hombre a la antigua, era un investigador privado y trabajaba para cualquiera que le pagué, muy formal, siempre llevaba sombrero, una gabardina negra y botas junto con una pistola en la cintura. El solía ser un hombre muy duro y conmigo no era la excepción, desde chico me adoctrinaba para seguir sus pasos, me enseño a pelear, usar armas, a rastrear y lo más importante, ser observador.<
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