Capítulo 2.

Vicenzo

He ganado el cielo al conocer a una mujer tan bonita como Ellie, y me alegra que aunque sea una completa mentira, voy a poder decirle a todo el mundo que esa señorita es mi esposa.

Llevé a Ellie al hotel en el que se estaba hospedando hasta hace poco, y luego, conduje hasta mi apartamento en una zona exclusiva de la ciudad. Todo el camino nos la pasamos en silencio, y me limité a observar sus facciones con la mayor atención posible. No estaba usando nada de maquillaje, lo que me dio la oportunidad de verla en su estado más natural. Su belleza era sublime, y me invitaba a querer conocer más de ella.

Ella me está invitando a pecar y esto no suele sucederme nunca. Ellie parece haber sido hecha para mí y aprovecharé cada momento a su lado, me lo he prometido a mí mismo una y otra vez desde que la conocí.

Llegamos al edificio, dejamos el automóvil en el parqueadero y tomamos el ascensor, todavía en un silencio absoluto. Apenas abrí la puerta del lugar en el que vivía, ella se llevó una gran sorpresa.

Poseía un departamento de un solo piso, con dos habitaciones grandes, sala, comedor, cocina, dos baños y una terraza sumamente amplia. Me encantaban los espacios grandes debido a que crecí en una casa enorme y pues, soy bastante excéntrico en mis gustos personales.

Por lo mismo, apenas vi a Ellie en medio de esa cafetería común y corriente, me di cuenta que necesitaba acercarme a ella y al menos preguntarle su nombre. Esa guapa mujer me flechó con su belleza y vaya que me sorprendí cuando aceptó ser mi esposa falsa. Como le mencioné, estaba desesperado y proponerle algo tan atrevido a una mujer a la que acababa de conocer hace solo unos minutos, ha sido una locura que ha empezado a gustarme. Considero que no he podido encontrar mujer más guapa para que finja ser mi esposa y me ha gustado demasiado el que ella haya dicho que el contacto físico no debe estar prohibido porque nunca sabemos lo que pueda pasar. Es el tipo de persona que quiero que esté a mí lado.

—¡No lo puedo creer! —Soltó sin más, logrando cautivar mi atención.

—¿Qué sucede Ellie? ¿Qué es eso que no puedes creer? —Cuestioné.

—No...No me dijiste que eras un magnate porque si no lo fueras, no tendrías un departamento tan majestuoso como este —dejó sus cosas sobre una de los sofás que adornaban la casa—Yo..., en realidad estaba creando una impresión totalmente distinta sobre tu persona. Lo siento si he pensando mal, es que yo...

—¿Pensabas que necesitaba la herencia de mi querida madre? —Le pregunté, sabiendo que la respuesta era más que obvia, claro que todo el mundo habría pensado lo mismo al respecto—No necesito el dinero de mi madre para nada si eso es lo que te preocupa, pero, lo quiero tener para que un don nadie no se lo quede. Es más por proteger a mi madre de las personas interesadas, no estoy del todo de acuerdo sobre dejarle todo lo que ha ganado durante su vida entera a otra persona, por más que se trate de sus hijos de sangre.

—¿Jamás has tratado de hablar con ella sobre como te sientes por la decisión que ha tomado? —Tomó asiento en el mismo sillón en el cual dejó sus cosas y me miró fijamente—Si no lo has hecho, considero que es una buena idea que lo hagas en cuanto puedas.

—He hablado con ellas más veces de las que pueda recordar, por lo mismo no me ha quedado otra opción que hacerme a la idea y buscar una solución, lo cual vamos a lograr juntos.

—Lo entiendo, Vicenzo, lo entiendo. Me parece un gesto dulce el que quieras proteger a tu adorada madre de las verdaderas intenciones de la pareja de tu hermana —sus palabras me causaron ternura. Me alegra saber que es una persona comprensiva, que es lo que necesito en este momento de mi vida.

—Gracias, ángelito —le guiñé el ojo. Me gustaba ponerla nerviosa, y siempre he considerado que tengo una personalidad bastante coqueta—No muchos me dicen esa clase de cosas.

—¿A qué te dedicas? Quiero decir, necesito justificar el que seas un magnate como podrás entender —sonrió. Su sonrisa era muy bonita y cada vez que me la mostraba, era porque realmente quería hacerlo. Me agrada aquello.

—Soy agente de bienes raíces y poseo una empresa que se dedica netamente a ello. Es así que he conseguido obtener una gran fortuna, todo gracias al trabajo que he venido realizando —saqué mi teléfono del bolsillo, pero, tuve que volver a guardarlo cuando noté que tenía un par de mensajes de parte de mi hermana. Ya habrá tiempo para todo eso mañana, mientras necesito centrar toda mi atención en la mujer que va a ayudarme a obtener todo lo que deseo y más.

—Hay algo que necesitaba decirte igual...A pesar que vayas a pagarme por fingir ser tu esposa, necesito que sepas que continúo con la idea de conseguir un puesto de trabajo lo más rápido que pueda —explicó y no estuvo del todo de acuerdo con eso—Yo...

—¿Para qué necesitas conseguir un trabajo estable cuando lo que vas a hacer conmigo ya lo es? —Me molestó un poco—Posiblemente, estarás toda el día ocupada fingiendo ser la esposa de un magnate, ese es un trabajo de tiempo completo cariño y ya lo sabes.

—Lo sé...—bajó la cabeza.

—¿Entonces? ¿Cuál es el problema bonita?

—En primer lugar, quiero que sepas que estoy muy agradecida por la oportunidad que me estás dando, por la confianza que has puesto en mí para ayudarte en algo que consideras de gran relevancia para ti. Sin embargo, necesito defenderme por mí misma y conseguir mi propio dinero, no quiero que lo hagas todo por mí así sea una esposa de mentira para ti —comentó—Espero que me comprendas. También, considero que los otros desearán conocer un poco más sobre mi vida, entre eso, mi puesto de trabajo.

—Lo hago, y creo que el empleo es algo de lo que podemos hablar mañana con mayor claridad —le sonreí. No anhelaba que se pusiera incómoda—Debemos pensar en todo ese tipo de cosas con la cabeza fría, y creo que hemos tenido suficiente por esta noche Ellie.

Hubo un corto silencio.

—Si vamos a fingir que nos amamos, considero que necesitamos crear una historia que sea creíble...—me recordó y asentí, dándole la razón. Necesitábamos que nuestra mentira fuera fácil de creer para cualquiera.

—Si alguien pregunta acerca de la manera en que nos conocimos, los dos vamos a responder que nos conocimos en una fiesta hace cinco años. También que han pasado cuatro años desde que dimos inicio a nuestra relación formal, que nos amamos y hemos decidido casarnos, la boda va a llevarse a cabo dentro de un mes. También que no hemos hecho pública nuestra relación amorosa porque a ambos no nos agrada que los demás sepan acerca de nuestra vida amorosa. Esa es una muy buena excusa.

Puede que una boda como esta sea muy apresurada y ridícula para un par de personas que acaban de conocerse, pero, esto es solo una mentira y necesitamos aprovechar todo el tiempo que tengamos a nuestra disposición.

—Tengo que conocer a tu familia para que sea presentada ante ellos, eso es más que evidente. Así que te pido que me digas cuando vaya a suceder eso, para que pueda tener la oportunidad de prepararme como se debe —pidió—Y si necesitas que adopte alguna personalidad, lo haré, al fin y al cabo esto es parte del contrato. Interpretaré mi personaje como si de una película se tratase.

—Tu obligación es verte como la mujer de un hombre millonario —le expliqué—Mañana después del trabajo, te llevaré a comprar ropa de marca, además de hacerte un cambio de look. No intento decir que te ves mal, no obstante, vamos a lograr que seas otra persona para que todo aquel que nos vea crea nuestra historia. Te daré un auto para que puedas dirigirte al lugar que necesites...¿Sabes conducir y tienes una licencia?

Supe que ella se estaba incomodando por la expresión de sus ojos. Ni siquiera era capaz de verme directamente.

—Vamos a fingir ser un matrimonio por un año, bonita, y quiero que disfrutes de esta experiencia de igual forma.

—Vicenzo, estoy súper agradecida contigo...No me malentidas porque crea que estás pensando en darme demasiadas cosas que no merezco. No es necesario que me des un auto, puedo tomar un taxi o el autobús cuando necesite moverme de un lado a otro.

—¿En autobús? —Me exalté—La mujer de un millonario no va a usar un transporte público, claro que no. No existe una excusa que pueda explicar eso.

No refutó y sin esperarlo siquiera, el ambiente cambió por completo. La incomodidad y la inocencia comenzaba a perderse, y la tentación a hacerse presente entre ella y yo.

—Los matrimonios también necesitan tener contacto físico para comprobar su amor ¿No te parece? —Inquirió, enarcando la ceja. Sin querer, bajé mi vista hacia sus preciosas piernas, porque a pesar que usaba prendas que no me dejaban verla por completo, su silueta me hacía tener pensamientos indecentes.

—¿Necesitas que practiquemos desde ahora? —Cuestioné con una sonrisa de lado—¿Acaso es la excusa que necesitas para besarme? Cariño, no pensé que podías llegar a ser tan tímida.

—Si tú no das el primer paso, supongo que soy la que debo darlo...—respondió poniéndose de pie, imité su acción y me acerqué un poco más a ella.

—Si me permites, puedo darte el mejor beso de toda tu vida...Si me pruebas, no querrás soltarme nunca más —aseguré.

Sus preciosos ojos cafés, su cabellera negra y su hermosa sonrisa se están ganando un lugar en mi mente antes de lo pensado.

—¿Ese es un problema? —Rió—Vicenzo, eres un hombre muy sexy y no puedo ignorar todo lo que causas en mí.

Tragó saliva y se sonrojó. Oh, mi pequeña niña inocente, sé de lo que hablas cariño.

—Tal vez...—seguí caminando—Si te vuelves adicta a mí, no dejaré que te vayas.

Sus mejillas se volvían todavía más rojas y colocó las manos en sus caderas.

—Dime lo que necesitas y te lo daré —la tomé por la cintura delicadamente, pasé mis dedos por la comisura de sus labios, anhelando que ella los chupara, sin embargo, ella es tan tímida que no me parece que sea capaz—Dime...Pide lo que quieras, y te lo doy.

—Yo...—se calló de repente —Necesito que...Quiero que me toques.

—Gatita...—bajé el tono de mi voz—¿Mojaste tus bragas para mí?

—Lo hice, Vicenzo...—dijo la verdad a pesar que le costara demasiado—Oh, creo que estoy siendo un poco atrevida.

—No, no, no, cariño...—me apresuré a acariciar sus mejillas—Yo estoy aquí para hacer todos tus deseos realidad, más no para juzgarte.

No me respondió, solo rió bajo.

Gatita, eres tan inocente que deseo consumirte. Tengo que corromperte y estar dentro de ti.

—¿Por qué no me dejas verte un poco más de cerca y darte el placer que necesitas? —Murmuré en su oído, dejando besos húmedos a lo largo de su cuello y clavícula.

—Mientras más me desees, mejor será ese primer encuentro...—se relamió los labios. No imaginas todo lo que quiero hacer con esa bonita boca tuya—Hasta entonces, guarda esa erección dentro de tus pantalones.

—¿Cuánto crees que puedo aguantar? —Susurré, tratando de controlarme a mí mismo para no comenzar a tocarla de la forma que quiero—Eres una diosa...

—Tendrás que aguantar todo lo que yo quiera, la que tiene el mando soy yo...—se burló de mí, sacándose la camiseta y dejándome ver su brasier negro de encaje. Esta mujer va a volverme loco—Tú haces lo que yo ordene...

—Mi amor, estás tan equivocada...—con un rápido movimiento, la pegué a la pared y acaricié su cuerpo con lentitud—Eres una presa tan fácil de roer, creo que si empiezo a darte el placer que mereces, no vas a irte de aquí nunca más. Haré que te arrodilles para mí y uses esa boquita para obedecer.

—Llévame a la habitación y haz realidad cada uno de tus deseos...—se desabrochó el sostén frente a mis ojos. Observé con detemiento sus pezones erectos y el gran tamaño de sus senos—Si puedes dorminarme, será mejor que me sigas. Puedo darte todo lo que necesitas.

Sonreí viéndola alejarse de mí.

Ella volvió a darme una sonrisa y desapareció de mi vista en cuanto se dirigió a la habitación.

—¿Qué esperas? ¿Me dejarás esperando por tu polla? —Se mordió el labio al mismo tiempo que sus manos descendían por su pecho. Ella sí que sabe como provocarme.

—Gatita, no sabes la noche que te espera. No te irás a dormir hasta que no hayas llorado de placer —suspiré—Mi niña, cuando te haya tocado serás mía para siempre.

Ellie, preciosa mujer inocente, acabas de caer en las manos de un monstruo que solo quiere devorarte.

Porque un monumento como tú, merece ser explorado de otras formas.

Porque alguien tan linda como tú, necesita conocer mi lado perverso.

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