—Ethan,lleva a Mathéo a la preparatoria—el azabache abrió los ojos aún más grandes de lo que ya eran mirando a su madre.

—¿Que yo qué?—su madre fruncio el ceño.

—¡Que lleves a tu novio a la preparatoria m****a!—Se levantó de la mesa y tomó la mochila de Mathéo que miraba la escena con diversión.

—Vamos mocoso—el chico asintió y dando un beso en la mejilla de la señora Roxanne corrió trás Ethan.

Llevaba cuatro días en esa casa con la familia Brunet, los días y las noches eran tranquilas, él por su lado y Ethan por el suyo. Algunas veces despertaba debido a algo puntiagudo tratando de entrar en alguna parte de su cuerpo que bajaba de una patada,pero nada de que preocuparse.

Al día siguiente de su llegada las cosas con Ethan se habían calmado,el de ojos oscuros le ofreció algo así como un "contrato" El cual decía que aceptaba el matrimonio siempre y cuando después de un año de casados podían acceder al divorcio sin problema alguno,su familia se negó rápidamente pero él sacó otra hoja en la cual en letras muy pequeñas decía claramente que aceptaba el matrimonio pero podían divorciarse en un año si NO habían SENTIMIENTOS de por medio,sus familias aceptaron el trato y ambos chicos firmaron al final de la hoja.

Ese mismo día decidieron llevar la fiesta en paz,o al menos eso esperaban.

Mathéo tomó la mochila que le extendía su prometido y comenzó su camino hacia la preparatoria por su cuenta,en tanto Ethan cruzaba la calle y doblaba la esquina desapareciendo de su vista,dejándolo solo como la última vez. Al menor poco le importaba,cuanto más lejos de él, mejor.

Llegó y se acercó a Noel en cuanto lo divisó,se sentó junto a su amigo y sonrió.

—Buenos días—habló su compañero.

—¿Aún estas enojado conmigo?—preguntó preocupado.

Su amigo lo miro con ternura y negó.

—No puedo estar enojado contigo por mucho tiempo—acarició la cabeza de Mathéo y sonrió.

Las aburridas clases pasarón mas rápido de lo que el menor y su amigo esperaban, Noel se ofreció a acompañar a Mathéo a casa,se estaba haciendo tarde y su prometido aún no llegaba. La lluvia fuera era torrencial parecía que en cualquier momento el cielo caería.

—Vamos Mathéo—el de ojos azules suspiro.

Asintió con la cabeza rindiéndose al ver que nadie de la familia Brunet vendría por él.

Corrieron con rapidez al automóvil a unos metros de ellos y abrochando sus cinturones de seguridad dieron marcha a la casa de Ethan. El silencio que se había formado dentro del auto fue roto por Noel.

—Es extraño que la tía Roxanne no haya mandado a Ethan a recogerte—Mathéo solo se encogió de hombros y miró por la ventana.

Llegaron y Noel tuvo que mover un poco el cuerpo de Mathéo,quién se encontraba dormido. El menor restregó sus ojos y miró a su amigo sonriendo.

—Gracias—susurró.

—No hay de qué—le devolvió la sonrisa.

De la casa salió una señora Roxanne de lo más preocupada con paraguas en mano,Mathéo bajó del auto y se acercó a ella. La mujer lo abrazó con fuerza y besó su frente.

—¿Donde estabas? ¿Por qué no viniste con Ethan? ¿Te mojaste mucho? ¿Te duele algo?—el menor dejó ir una risita.

—Despacio señora Roxanne—la mujer sonrió.

—Lo siento—abrió la puerta para que el chico pasara—estábamos preocupados cariño—miró hacia el auto y le hizo una señal con la mano a Noel para que entrara a la casa.

Lo primero que hizo al entrar a la casa fue saludar a la familia para luego ir hacia la habitación que compartía con Ethan y darse una ducha con agua caliente o terminaría enfermo.No podía permitir algo así, su fiesta de compromiso era al día siguiente y no sería nada lindo estar enfermo toda la noche.

Ethan fue sorprendido por su madre que lo esperaba en la entrada muy enojada,lo tomó de una de sus orejas y lo llevó a la sala. Su abuela lo miraba con el ceño fruncido y negando con la cabeza.

—¿Por qué lo dejaste venir sólo?—pregunto su abuelo.

—¿Es un niño pequeño?—la paciencia de todos en la casa se estaba acabando con el azabache.

—¿Que hubiera sido del pobre chico si tú primo no estudiara en la misma preparatoria?—habló su abuela señalando a Noel que bebía té negando con la cabeza hacia Ethan.

Su padre caminaba de un lado a otro enfadado— ¡Dejamos en claro Ethan que debes de cuidar de él!—Maxime masajeó su cien y volvió la vista a su hijo—¿Donde estabas?.

—Con Adeline—contestó.

—Te dije que termines con ella—los ojos ámbar de Ethan miraban a su padre seriamente.

—Y yo dije que no lo haré—Dió media vuelta sin ver al menor a sus espaldas.

Sus cuerpos chocaron y Mathéo resbaló llevándose a Ethan en su caída al suelo,la posición en la que se encontraban dejaba mucho a la imaginación, las manos de Mathéo en el pecho de Ethan sujetando su camisa con fuerza,en tanto el mayor apoyaba sus brazos en el suelo tratando de no caer por completo sobre el pequeño y Delgado cuerpo del menor.

Los ojos de Ethan encontraron algo hermoso,un brillo color zafiro que hizo que quedará prendido a la suave mirada del chico debajo de él,a su alrededor todo desapareció y solo estaban ellos dos.Mathéo estaba perdido en unos ojos fascinantes,ambos chicos estaban hipnotizados el uno con el otro. Hasta que tuvieron que pestañear y toda la magia a su alrededor desapareció en menos de dos segundos.Ethan se paró enseguida y Mathéo imitó su acción parandose a su lado.

Los demás miembros de la familia sonreían de manera boba y observaban las bonitas fotos que habían tomado con la cámara del abuelo de los chicos.Mathéo tomó asiento al lado de Noel que veía las imágenes junto a Eric.Ethan se sentó frente a él en el sofá grande.

—Mathéo—el joven dirigió la mirada a su suegra. —¿Estas listo para la noche de mañana? —asintió.

—No voy a negar mis nervios pero ustedes están aquí ¿cierto?.

—¡Eres tan lindo!—La abuela Piedad saltó sobre Mathéo apretando su cuerpo en un abrazo.

Sin duda una familia muy cálida.

***

—¿Mañana vendrán?—preguntó Mathéo a la mujer del otro lado del teléfono.

—Claro mi vida,¿como no vamos a ir a la fiesta de compromiso de nuestro pequeño?—la mujer dejó escapar un sollozo.

—Los extraño—susurró Mathéo con los ojos cubiertos de lágrimas.

—¿Te tratan bien? ¿Como es Ethan contigo? ¿Mathéo,estás bien con esto? —el menor asintió.

—Tranquila mamá,todos son muy cariñosos conmigo,son personas muy buenas y atentas—la mujer suspiro aliviada.

—Confío en ellos,pero saber de tu boca que estas bien y a gusto me tranquiliza mi amor.

—Lo sé mami—se acostó en su lado de la cama y cubrió su cuerpo cerrando los ojos.—voy a colgar, descansa—susurró.

—Buenas noches mi niño—se despidió y Mathéo colgó.

Cuando estaba por dormir la puerta se abrió de golpe y entró un Ethan serio a más no poder, cerró la puerta a sus espaldas para correr a la cama y tirarse con todas sus fuerzas, dejó ir una carcajada cuando Mathéo cayó al suelo,el menor tomó una almohada y le pegó en la cara al mayor.

—¿Quieres guerra?—Ethan tomó otra almohada y dió un fuerte golpe en la espalda del menor.

Un par de minutos después Mathéo cayó sobre Ethan en la cama,agotados y sin dejar de reír.

¿podría ser qué de estos dos florezca ese sentimiento que tratan de mantener oculto?.